Capítulo 6. ¿QUÉ HICIMOS?

108 16 4
                                    


- ¡Vomitaste a Luisa! - grita Irving con la escoba en su mano.

- En realidad fue Kev - dice Melina riéndose.

- Creo que es una mezcla de vómito de los tres - dice Kev acariciando su estómago.

- Cállense y déjenme dormir - les digo tirada en el suelo de la cocina.

- Farah son las 3 de la tarde - dice mamá pasando sobre mi.

- ¿Por que siento una abolladura en mi cara? - pregunto tocando mi mejilla.

- Lo siento, me pare en ti en la mañana cuando fui a traer un vaso de agua - dice mí abuela sin un poco de culpa.

Kev y Melina comienzan a reír desenfrenadamente.

- Gracias por el almuerzo - dice Melina y besa a mi abuela y a mi mamá - Tengo que ir a casa y dar mil excusas a mi madre.

-  Esperen. ¿Por qué no me hablaron para almorzar? - les preguntó levantandome.

- Kev te hablo pero le dijiste que no querías un nuevo servicio de cable - dijo Joseph.

- También tengo que irme, gracias por su hospitalidad - dice Kev haciendo una reverencia.

- Si la próxima vez se emborrachan de esta forma haré que bailen y subiré el video a yutus - dice mi mamá dándonos una advertencia.

Todos empezamos a reír.

La noche llegó rápido ¿o es porque pase casi todo el día dormida? Como sea, tengo que hacer tarea de literatura y subo a mi cuarto.
Termino en más o menos una hora y voy al cuarto de Irving para disculparme por vomitar su carro.

- ¿Puedo entrar? - pregunto tocando la puerta.

- No - dice de forma fría.

- Ok. - le digo y me voy... Hice todo lo que pude.

Mi abuela me da una mirada de desaprobación desde las gradas.

- Haré algo así que no me mires así - le digo alzando los brazos.

Ella solo asiente y baja.

"¿Cómo disculparte con tu hermano sin pedirle perdón?"

Busco en el Google pero al parecer no lo sabe todo porque no hay resultados para mi búsqueda.
En ese momento una extraordinaria idea llega a mi mente. Una sereneta, si, eso es.

Contrato a un par de mariachis y desde el jardín que está frente a la casa llamo a Irving para que se asome desde su cuarto que está en el piso de arriba.

- Bien, cuando el salga comienzan a cantarle a Luisa. Digo al carro. - les indico y me miran confundidos.

Irving se asoma de brazos cruzados y los mariachis empiezan a cantarle una canción a Luisa, puedo ver la felicidad en su rostro y baja corriendo.

- Gracias, estoy seguro de que Luisa esta conmovida - dice abrazandome.

- Gracias señores, buen trabajo, pueden irse - les digo antes de que la situación se torne más incomoda.

- Espero algún día encuentres una novia de verdad - le digo dándole una palmada en la espalda.

Es lunes de nuevo y cuando llego al salón veo a Kev golpeando su frente contra el pupitre.

- ¿Que rayos le pasa? - le pregunto a Melina dejando mi bolso en mi asiento.

- Ha estado así desde hace media hora - me dice negando con la cabeza.

Dancin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora