Capítulo 4. PREPARACIÓN

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Durante toda la semana tuve que soportar las miradas de Mason que parecía querer asegurarse de que no me había arrepentido de la propuesta.

Es sábado por la mañana y aún no le he pedido permiso a mi mamá así que bajo más temprano de lo usual y todos se sorprenden.

- Mamá...es el fin del mundo - dice Irving fingiendo desmayarse.

- Ahora tendremos que soportar su mal humor todo el día - dijo Joseph dándose una palmada en la frente.

- Ya puedo morir en paz...Al fin te vi levantarte temprano - dijo mi abuela mientras limpiaba la mesa.

- Iré a rezar, siento que algo malo va a pasar - dijo mi mamá juntando sus manos.

- Ya basta, mamá ¿Puedo ir a una fiesta hoy en la noche? - dije esperando su respuesta.

- ¿Irás sola? - me preguntó alzando una ceja.

- Con Kev y Melina - le dije sonriente.

- Preferiría que fueras sola, sé que Kev hace que tu lado de niña mala salga - dijo de brazos cruzados.

- Al menos sé que él no me hará tio - dijo Irving sarcásticamente.

- Sigue teniendo pipi - dijo Joseph mientras corría antes de ser alcanzado por mí.

- Dejala ir, está en la edad indicada para ir a fiestas y disfrutar - le ordena mi abuela y salgo corriendo a abrazarla. - Ten, para condones - dice y me da un billete.

- ¡Abue! - le digo haciendo puchero y todos se echan a reír.

Pase la tarde limpiando la casa y bailando, ya saben ese momento en el que bailas con la escoba.
Son las 8:10 p.m y Kev y Melina llegan a casa.

- Mamiiiii - grita Kev corriendo y abrazando a mamá.

- Te vigilare - le dice mi mamá señalándole y sonriendo.

- Hola mamá Helen - le dice Melina a mi abuela.

- Hola querida, ¿Te doy dinero para condo-

- Si bueno, vamos a mi habitación - les digo apresuradamente interrumpiendo a mi abuela a la cual le causa gracia mi acción.

- Pero si quiero...- dice Melina mientras es arrastrada por mí.

- ¿Y que te pondrás? - pregunta Kev sentado en mi cama de piernas y brazos  cruzados.

- No lo sé, no es como si quisiera impresionar al chico, ustedes saben porque acepte esto - les digo tirando un par de camisas en la cama.

- Oye es cierto que solo yendo a la fiesta ya tenemos ganada esa lección pero trata de esforzarte un poco - dice Melina viendo las camisas que tiré.

- ¿Que pasa si el chico te llega a gustar? - dice Kev.

- Ya entendí, ahora ayúdenme a buscar en esa maleta que está abajo de mi cama - les digo con una mano en la cintura y la otra señalando la maleta.

- Acaso...¿Tienes un cuerpo ahí? - dice Melina y los dos fingen llorar.

- No estúpidos, ahí es donde guardo la ropa que compro en línea, ya saben esa que me encanta pero no la uso porque no tengo tanta confianza - digo tratando de explicar.

- Ahh - dicen en unísono.

Empiezan a sacar muchas cosas, desde jeans y crop tops hasta conjuntos de dos piezas y vestidos lindos y sexys.

- Bien, la fiesta será al lado de una piscina así que necesitas algo que te haga lucir fresca pero linda a la vez - dice Kev inspeccionando las prendas.

- Me encanta este conjunto - dice Melina mientras sostiene un crop top y un short negro con margaritas estampadas.

- No me pondré eso, mira mi panza, incluso tiene boca - les digo bromeando.

- Ok, te pondrás esto. ¿Dónde están los zapatos? - dice Melina buscando alrededor.

- Solo tengo zapatillas. - digo apenada.

- Ok, iré al cuarto de mamá - dice Kev sin pensarlo dos veces.

- Y yo maquillaré a esta sujeta.- dice Melina sacando de su bolso una gran caja de maquillaje.

A veces me pregunto ¿Por qué tengo amigos que deciden todo por mí?
Pero después recuerdo que es porque estoy bien pendeja y no puedo hacer nada sola y se me pasa.

- Bien, tengo estas - dice Kev en el umbral de la puerta con unas sandalias negras un poco altas que tienen un moño discreto al frente.

- Estoy lista, siento como si esta es mi boda, nunca había pasado por tantos preparativos - digo viendo la hora.

- Con esa actitud no creo que llegues a casarte en la realidad así que disfruta de la experiencia - dice Melina y se echan a reír.

- Son las 8:47 - digo apresurada - deberíamos irnos.

- La casa está a unos cuantos kilómetros de aquí, ¿pedirás a Luisa? - dice Kev, Irving iba pasando en ese momento y se detuvo.

- ¿Alguien dijo Luisa? - pregunta asomando su cabeza.

- Si, ¿Puedes prestarnos a tu amada para ir a la fiesta? - dice Melina dándose unos retoques en el cabello.

- Es difícil - dice entrando en la habitación - dejar ir al amor de tu vida - se toca el pecho - sin saber si va a volver... ¡Luisa! Que Dios te proteja y vuelvas a mis aposentos más rápido que tarde - dice entregándonos la llave y se va.

Los tres nos vemos confundidos y luego nos encogemos de hombros y nos vamos.

Estoy un poco nerviosa, casi no voy a fiestas y no sé qué es lo que tengo que hacer.

Llegamos un poco tarde porque Melina y yo le rogamos a Kev que se detuviera en una tienda para poder descansar un poco, queríamos comprar un rosario para lo que quedaba del camino pero no tenían. Insistimos en caminar pero Kev tenía un punto, no podíamos dejar a Luisa abandonada.

Cuando entramos todo se veía muy pacífico y me gustaba pero...hable demasiado temprano, nos fuimos adentrando en la casa y había muchas chicas en bikinis y chicos caminado por ahí sin camiseta.

Busque con mi vista a Mason pero no lo encontré, luego logré ver a Adán y me acerqué.

- Hola - le digo saludando con mi mano.

- Me alegra que hayas venido - dice chocando su hombro con el mío.

- Si bueno...¿Has visto a Mason? - le pregunto - No lo he visto desde que llegamos.

- Probablemente esté en la parte de atrás de la casa. - me dice apuntado el lugar.

- Gracias - le digo sonriendo.

- Por cierto, te ves muy hermosa - me dice y se va.

Vuelvo y me doy cuenta de que Kev y Melina ya están bebiendo. Melina está bailando con un chico y Kev está con un grupo de chicas tomando un trago tras otro...Está será una noche larga.


Dancin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora