PHONIX: Libro Uno De La Saga "RENACER" (1/5)

Capítulo 8: "Gael"

*Lalarie en multimedia*

—Nana... —dije, e instantáneamente rompí con la distancia que nos dividía fundiéndonos en un profundo abrazo.

—¡Mi niña, cuánto te extrañé! —confesó la mujer entre mis brazos, haciendo que una pequeña risa se escapara, entre todas las lágrimas derramadas del momento.

—Yo también te extrañé nana... mucho.

Y juro que no me percaté de los minutos que pasaban, mientras nuestro abrazo aún seguía tan fuerte como al principio. Nunca me imaginé extrañar tanto a una persona.

Segundos después, trompetas fueron escuchadas desde la parte delantera del instituto alertándonos de inmediato.

—¿Quienes son? —pregunté aturdida mientras Plarimum corría hacia el balcón en busca de respuestas.

—¡Señora Plarimum! —un chico de tez morena con armadura, apareció por los pasillos llevando un semblante de preocupación.

Esto es raro.

—¿Quienes son esas personas Luma? —preguntó la mujer al volver con nosotros, con la misma expresión que llevaba el muchacho, ahora adornando su rostro.

—Es el rey Gael, la solicita en la sala principal con urgencia mi señora.

La cara de la mujer cambió drásticamente dándonos a entender que esto no era algo normal en él.

—¿Qué hacemos con Phonix? —preguntó el chico.

—Nada, y no vuelvas a mencionar ese nombre el día de hoy —sentenció mientras lo juzgaba con la mirada —. Ximena ya sabes que hacer. Volveré enseguida. Vamos Luma.

Las dos personas desaparecieron de nuestra vista y yo todavía me mantenía ajena a todo, así que sin más, Ximena cerró la puerta y me tomó de la mano arrastrando mi cuerpo hasta llegar al baño.

—No podemos salir de aquí, no hasta que él se marche.

—¿Qué pasa si nos ve? —pregunté, y la mirada de mi nana me dió a entender inmediatamente la tonta pregunta que acabo de hacer.

—Nos mata.

—¿Cómo lo sabes?

¿Por qué juzgan tanto al pobre rey? Ni siquiera está confirmado que fue él, el asesino de todos.

—Porque lo sé y punto, no se discutirá más al respecto Phonix—contestó y rápidamente la observé desde mi lugar.

—¿Acabas de llegar y ya vas a pelear?

—No estoy peleando, Phonix. Solo... Solo te lo aclaro.

—¿Aclarar el qué Ximena? Todos juzgan al pobre hombre. Ni siquiera lo conozco y ya le tengo lastima.

—Es mejor así—dijo—. Phonix no conoces a Gael, eras una niña cuando todo pasó, así que no trates de ver cosas donde no las hay.

—Es que no lo sabes. ¿Viste a Gael hacer alguna amenaza o decir algo fuera de lugar, o lo viste... no lo sé, incendiando el castillo?

—Phonix...
¡¿Te estás escuchando?! No trates de tener pena de alguien que ni siquiera conoces...

—Exactamente. Y cómo no lo conozco y no conozco a nadie aquí, no sé quién realmente me está diciendo la verdad.

Ximena dejó escapar un suspiro y tomó asiento en una parte de la bañera, mientras que mi mirada no se alejaba de la puerta.

—¿Ahora resulta que estaré siempre oculta?