PHONIX: Libro Uno De La Saga "RENACER" (1/5)

Capítulo 10: (Primera parte)

Nota:

¡Para entender mejor este capítulo, leer el Capítulo 7!

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"El libro"

—Feliz cumpleaños a ti... Feliz cumpleaños a ti...

Abrí los ojos lentamente mientras mis oídos seguían escuchando ese leve canto a unos cuantos centímetros de distancia, y no pude evitar reír por el enorme pastel que traía mi Nana en sus manos.

—Feliz cumpleaños mi niña... Feliz cumpleaños a ti...

—Gracias Nana —agradecí, al ensanchar mi sonrisa y no saber que hacer en ese preciso momento.

¿Tengo que seguir cantando?

—¡Apaga la vela!

—Ah sí, sí.

Al apagar la única vela que adornaba el pastel de chocolate, Ximena hizo una pequeña celebración mientras colocaba el pastel a un lado de la cama y tomaba asiento frente a mi.

—No sabía que aquí cantaban esa canción.

—No lo hacen. No tuve la oportunidad de hacerlo el año pasado así que... aquí está. Quería que te sintieras en casa.

—Lo hago —confesé con una pequeña sonrisa adornando mi rostro. Era inevitable no tenerla. Hoy era mi cumpleaños número 18 y estaba feliz por eso, aunque aún no era mayor en este lugar. ¿Quién no se siente feliz el día de su cumpleaños?

—Te adaptaste rápido...
¿Qué harás hoy?

—Instituto, y ver que gran "sorpresa" me tiene Candidu. Sabes cómo se pone con los cumpleaños —comenté, a lo que mi nana rió dando leves asentimientos con la cabeza.

—Muy cierto. Tienes unos buenos amigos—confesó.

Negué repetidas veces y me puse de pie, lista para comenzar con mi rutina de mañana.

—Están locos... todos.

—Ellos te quieren, Phonix. Y lo sabes.

Sonreí nuevamente y planté un sonoro beso en la mejilla de mi madre postiza.

—Todos lo hacen.

Y con eso arrastré mi trasero hacia el baño, dispuesta a comenzar con mi mañana.

(***)

—¡y ahí viene la cumpleañera!

—¿Puedes decirlo un poco más alto? En el palacio de Gael no pudieron escucharte—comenté a lo que mis amigos rieron y prosiguieron a rodearme con sus brazos.

—¡Feliz cumpleaños, Yoh!—dijeron al unísono, lo que me hizo reír.

—Gracias chicos.

—¿Cuáles son los planes para hoy? —preguntó el peli-negro al comenzar nuestro recorrido por los pasillos del instituto.

—¿Recuérdame cuando te invite?

—Sabes que no necesito invitación, corazón—comentó, a lo que rodé los ojos.

—No haré nada. Mi nana me hizo un pastel de chocolate, el cual fue mi desayuno... la mitad... de él—corregí al instante —. Y pues, no pienso hacer nada más. Pensé que harías algo tú, Candidu. Eres el rey de las fiestas.

—Yo preparé tu fiesta número 17, no creas que siempre me esmero, Yoh.

—Además, estamos contigo.
¿Qué mejor regalo que ese?