Capítulo 11: Segunda Parte. "Perder el poder"

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"Perder el poder"

"Es imposible que algo como esto me esté sucediéndome" pensaba aquella mujer, mientras tomaba un largo respiro antes de entrar al susodicho lugar.

—¿Valtra? —preguntó esta, al poder entrar al aposento de la actual sacerdotisa de Ecletans, lo cual sorprendió por leves segundos a la Suprema.

—Tania...
¿Se te ofrece algo? —preguntó Valtra con desdén, no es que le agrede precisamente su presencia.

—Iré al punto, Plarimum—comenzó a decir la señorita Titán, adentrándose en la habitación sin esperar aprobación—. No encuentro el libro. Lo he buscado por todas partes y no lo puedo encontrar.

—Pensé que ya teníamos claro ese inconveniente—siguió diciendo Plarimum sin inmutarse—. Tiene meses perdido.

La señorita Titán apartó la mirada, preguntándose si era correcto decirle la verdad. Aquel libro sólo tenía una mísera semana perdido, pero... ella no podía saber que lo había estado ocultando, precisamente para que nadie ganara.

—Cierto...—finalmente dijo, optando por seguir con su mentira— Pero el campeonato comienza mañana. ¿No piensas hacer nada?

—Quizás hable con el rey y lleguemos a un acuerdo, pero no es seguro—contestó—. Gael... es complicado—Miró por toda su habitación hasta detenerla en su compañero, quien negó con la cabeza al instante. Sabia que la mujer frente a ella no mentía, pero planeaba algo, su compañero lo había confirmado—. Sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿verdad?

Tatiana no dudó en inmutarse, aunque se repitiera a sí misma que Valtra no era nadie comparado con ella, la duda de qué podría llegar hacerle, no la abandonaba.

—Por supuesto.

—Bien Tatiana... porque de cualquier manera, tarde o temprano—siguió diciendo acortando la distancia entre ambas—. Lo sabré.

La más joven no tuvo más chance que asentir, al sentir como su garganta se cerraba por el miedo y la impotencia de estar bajo el mando de esa mujer. Por eso necesitaba destronarla, no había opciones para ella.

—Sí, Plarimum—terminó de decir la chica, sin poder mirar directamente a los ojos ámbar, casi amarillos de la suprema.

—Que bueno que lo sabes, Tatiana—y luego de eso, se alejó con una leve sonrisa de la castaña, quien se había puesto totalmente rígida frente a sus ojos—. Ya puedes retirarte. Fue un placer volver a conversar contigo, señorita Titán.

La anterior nombrada solo pudo asentir, y rápidamente abandonó la habitación, logrando que la sacerdotisa rodara los ojos.

—No sé cómo pude elegirla—le habló a su compañero—. Es una manada de sustos. Es muy débil—terminó de decir, dando un gran respiro—. Volveré enseguida—volvió a decirle al ave fénix—. Hablaré con el rey, y por favor no dejes que nadie entre—se acercó a su ave de gran tamaño, dándole una pequeña Ada que había encontrado por la parte trasera del instituto, y éste no dudó en devorarla, dibujando una sonrisa de ternura en su dueña—... Ya regreso.

Plarimum salió de su aposento decidida a hablar con su otro dolor de cabezas, el Rey Harrison X. No veía el día en el que estuviera bajo tierra junto a su padre. Pero su camino se vió interrumpido por el hijo de Pittased, aquel niño inteligente con gran posibilidad de arrebatarle su lugar, algo por lo qué tanto había trabajado y tantas cosas había sacrificado, así que... ¿qué mejor manera de tenerlo controlado, que no fuera bajo su supervisión?

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2022 ⏰

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PHONIX: Libro Uno De La Saga "RENACER" (1/5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora