Naruto despertó bastante incomodo con el fuerte sol golpeteando sobre su cabeza intensificado por el vidrio del parabrisas. Estaba mal o hacia más calor que antes. Se sentó mejor en su lugar acomodándose su ropa.
-¡Buenos días papito! –grito Takeshi a su lado.
-Buenos días… -bostezando.
-Ya casi llegamos -sentenció Hinata en el asiento del acompañante.
-¿En verdad? Por que estoy casi entumecido.
-Lamento que hayamos perdido tanto tiempo en coche pero era mejor que salir a través del aeropuerto. –Exclamó Sasuke que se hallaba tras el volante.
-¿Mejor en que sentido?
-Para tu seguridad y la de Takeshi- Profirió Hinata.
-¡Por nuestra seguridad! ¿De que hablan? –Naruto se acomodó mejor.
-Te explique la situación hace varias horas…
-¡TU NO ME EXPLICASTE NADA! – exclamó de mal humor.
-Cálmate Dobe… lo que Hinata quiere decirte es que la mafia ha perdido cierto contacto contigo pero eso no significa que no estarán detrás de ti.
-Ellos harán lo que sea necesario para obtener lo que quieren ya sea presionándote a ti o a… -Hinata miró de reojo al pequeño Takeshi quien seguía la conversación en absoluto silencio. -¿Comprendes?
-No…
-En cuanto rastreen tu dinero o que has echado mano de algún perdido centavo volverán al ataque y esta vez no serán tan condescendientes. –Replico Sasuke mientras entraba a la ciudad.
-No debes preocuparte –notando la mirada taciturna del rubio –Yo y Sasuke te protegeremos… -Hinata sonrió y Sasuke la miró con ofuscación.
-¡MIRA PAPA EL MAR! – grito Takeshi quien recordaba haber visto alguna que otra imagen de aquel azulino paisaje.
-¿Donde estamos? –Inquirió el rubio.
-Estamos en el país de las olas, esta es la ciudad capital Umi no miryoku o ciudad encanto.
-Un nombre bastante peculiar… ¿Y que hacemos aquí?
-Aquí esta la oficina central de tus abogados… -explico el pelinegro.
-Y además aquí esta tu siguiente encargo… -Hinata rió maliciosamente.
-Rayos… -sentenció de mala manera.
-Bien, yo aquí los dejo… -exclamó Sasuke parando junto a una plazoleta.
-Caminaremos el resto del viaje, gracias Sasuke… -Hinata lo miró con ternura y sonrió.
-Cuídate…
El pelinegro la miró a los ojos un instante luego la sujeto de la nuca con su mano izquierda y la atrajo hacia si para besarla tiernamente en los labios como siempre lo había deseado desde antaño.
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El esclavo [Naruhina]
Fanfiction¿Hasta donde puedes llegar para sobrevivir? ¿Es verdad que del odio al amor hay un solo paso? ¿Serías un esclavo por amor? Una historia llena de intrigas, suspenso, drama y romance. Créditos a:LadyArwenUndomiel1