El secuestro parte 2

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Sasuke se tornó pénsativo había tanto de la pelinegra que lo atraía desde pequeño, pero tanto temía que aquello que sentía lo poseyera desde su interior quemándole las entrañas y convirtiéndolo en cenizas.

Flash Back…

Caía una tibia mañana de otoño y aquel sería el día en que finalmente se comprometierá un poco más con sus sentimientos poniendo en claro lo que realmente sentía. Hinata era una parte importante de su ser y aun que solo tuviera 17 años quería vivenciar sus sentimientos con la mayor crudeza posible.

Mientras sus pensamientos se agitaban con el viento y la brisa marina de la ciudad encanto, volando muy lejos de su cuerpo, sintió una helada gota desparramarse por su rostro y recorrer su cuerpo con fiereza deslizándose al interior de su camisa.

Necesitaba calmarse necesitaba pensar necesitaba aclarar sus ideas. Utilizaría ese día libre del riguroso entrenamiento de su padre para poder poner orden a su vida. Había algo que tenía muy en claro y era que la vida que estaba llevando a él no lo hacia feliz. Tanto estudio y preparación mental y física para que. Él sabía muy bien cual era el destino de todo Uchiha por lo general sus hazañas los condenaban a la gloria o a la tumba. Su padre tenía muchos planes en su cabeza para él, pero sentía que estaba listo para más y ese "más" era una bonita pelinegra de ojos plateados que se paseaba últimamente desde el Dojo al jardín y de allí a su habitación. Hacia unos días que Hinata no comía y aun que intuía porque temía preguntar.

La necesidad de refrescarse acabó cuando las gotas de lluvia cayeron copiosamente hacia el firmamento. Alto y claro varios nubarrones amenazantes comenzarón a gritar implacables entre retumbos y sonidos esplendorosos, parecía que aquello era más una absurda batalla celestial que una tormenta. Sasuke corrió presuroso a través de la avenida hasta colarse a la estancia que ocupaba con su familia. Detrás de aquella gran casona vieja corría un delgado rio por el cual circulaba el agua a borbotones. Corrío a través del césped embebido ya por tanto aguacero. Esa semana había sido calurosa y también deprimente. Mientras retornaba al hogar circundando aquel pequeño afluente pudo percibir una mirada triste y deprimida avocarse concentradamente a notar como el río corría embravecido.

-Hinata –Formulo dulcemente.

La chica parecía inmersa en su propio mundo tanto que no podía más que mirar absorta aquel caudal enfurecerse más y más. Su cabello mojado lucía más largo y más alborotado. Su flequillo le tapaba el rostro y la entumecia como una bella figurilla de mármol, fría de sentimientos helados. Se acerco un poco a su posición y sin emitir palabra la sujeto de la manga de su buzo. Luego fue deslizando suavemente hasta tocar su mano. Sasuke la sujeto mirándola fijamente. La muchacha que permanecía taciturna por fin lo miró a los ojos. Otra vez había estado llorando y esta vez sus ojos brillaban colorados rebozantes de tantos recuerdos tristes.

Sasuke… -murmuro ella suavemente.

Sasuke no dijo nada la atrajo para sí apretándola contra su pecho; estaba de más decir que había estado llorando por él. Ese tono melancolico y ese estado alicaído era algo que Hinata no podía evitar incluso desde que era una niña.

-Otra vez Naruto…

-Si… Murmuro ella aferrándose a su torso empapado por la copiosa lluvia.

- ¿Qué ocurrió Hinata?

-Él… ellos… van a ser padres… -Suspirando y llorando con intensidad.

El esclavo [Naruhina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora