alma fuerte, cuerpo debil 1

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Naruto ingreso al cuarto pero hacia más frio allí que en el resto de las habitaciones. Era la última de las habitaciones de servicio y la calefacción no llegaba hasta esas instancias, incluso el jardinero dormía cinco habitaciones más adelante.

-Por qué no van a desayunar y luego los alcanzo. –Sugirió la pelinegra con rapidez.

-¿Qué pasa aquí? ¿Me vas a decir que duermes en esta pocilga? –El chico entro riéndose.

-Si mal no recuerdo tú dormías en la calle Naruto.

-Sí, pero tú tienes plata… -Dijo sarcásticamente.

-Lo que yo tengo es lo que ves… más algunos lindos vestidos que me han regalado mis amigas.

-Insisto ¿Es una broma?

-No, no lo es…

-¿Me estás diciendo que TODA esta mansión no te pertenece? –Inquirió nervioso, confuso e iracundo.

-No… esta casa es propiedad de Hanabi Hyuga, mi hermana y por su puesto de mi padre.

-¿tuya también? – aproximándose a su lado.

-No… yo no soy hija legítima de Hiashi así que no me corresponde absolutamente nada.

-¡Espera QUE! –enfadado.

-Mi padre me desheredo ni bien nací… Takeshi… -mirando al niño –Ve a desayunar con Nana.

-Yo… -El pequeño miró el rostro iracundo de su padre y el rostro amable que solía caracterizar a la muchacha.

-Ve Takeshi –Ordenó el joven.

-Si… -dijo retirándose en silencio.

-Bien que te parece si me dices la verdad… -Naruto cerró la puerta tras la salida de su hijo.

-La verdad es que soy pobre Naruto…

-¡UN MOMENTO ME ESTAFASTE! Dijiste que saldría de la miseria, que mi hijo y yo tendríamos una vivienda digna y el dinero suficiente para subsistir a cambio de trabajar para ti y ahora me dices que no tienes dinero.

-Tengo el dinero para eso. –Expreso sonriente mientras salía de la cama y se envolvía en una bata de invierno.

-Así y ¿de dónde lo sacarás? ¿Del jardín? Porque que yo sepa el dinero no crece en los árboles –grito furico paseándose por la habitación. -¡MALDITA SEAS!

-Tengo tú dinero…-Sentándose nuevamente en la cama y mirándolo contenta.

-¡QUE! ¿De qué mierda hablas?

-Tú dinero… Tú herencia…

-Ya perdiste la cordura… -sujetándose la cara con ambas manos.

-La herencia que por derecho te pertenece tras la muerte de Minato Namikaze. –Mirándolo sonriente. Naruto camino junto a su posición y la miró con los ojos desorbitados ¿Cómo sabía "la rata" el nombre de su padre?

El esclavo [Naruhina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora