XIII

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XIII

Sé que harías todo solo por salvarlo, incluso si no es cociente de ello. 


"El amor puede con todo, me dijo. 

¿Hablas de capacidad o de destrucción?, pensé".




Los días pasaron volando, y las clases se desvanecían con el tiempo. Eren pasaba la mayor parte de su tiempo libre en el pequeño departamento del azabache, con la excusa de querer aprender francés. Levi estaba encantado con las largas horas que ambos pasaban postrados sobre la cama, repartiéndose besos y caricias subidas de tono por todo el cuerpo.

Eren seguía pasando por el francés a su universidad cuando tenía la oportunidad de escaparse de la oficina, le llevaba comida vegana y bebidas calientes cuando el clima excedía lo helado-congelado- de Alemania.

Levi salía de sus clase a recoger los detallitos que el moreno tenia para él, mientras que Hanji gritaba como loca cada que veía a Eren bajar de su lujoso automóvil cargando bolsas de comida ya preparada, o cajas de tiendas costosas de ropa. Levi sabía que la morena lo hacía para que el desgraciado de Erwin volteara a ver la escena; aun de vez en cuando Smith intentaba sobrepasar la línea de la decencia y el espacio personal con sus chistecitos e indirectas- directas- descaradas en el jardín del campus. Levi agradecía que el nuevo amigo/pretendiente de Hanji lo mantuviera al margen la mayoría de las veces.

Esta vez, mientras escribía en su libreta de apuntes unas cuantas observaciones que había hecho en la clase de perspectivas y sombras, la presencia del rubio no se hizo esperar, aun y cuando Eren lo había dejado sentenciado el día de la fiesta.

-Linda letra- halagó el rubio sin dejar de observar la fluida letra cursiva de Levi sobre las hojas a rayas de la libreta. Levi aspiro hondo, y sin la intención de contestar nada, continuo en lo suyo- dicen que la letra es el reflejo del alma. Tu letra es bellísima, podría comprar un cuadro repleto de tu letra- divago- Levi...tú eres arte, y haces arte, eso convierte a tu alma en un hermoso cuadro de colores-. Comentó con la mirada puesta en el perfil del francés, quien intentaba no hacer expresión alguna frente a las palabras del rubio alemán.

Levi debía de admitir que aquellas palabras habían sido lindas, y se encontraba halagado por el cumplido, de hecho, si no fuera porque se trataba de Erwin, Levi le hubiera agradecido gentilmente.

-Pienso que no solo tu alma es arte- continuo hablando descaradamente, a pesar de que el azabache pretendía no escuchar palabra alguna proveniente de él. El alemán sonrió con una chispa de maldad en los azules orbes- estoy seguro de que tu cuerpo también lo es...

Las blancas manos de Levi se adelantaron a guardar su libreta y plumones dentro de su bolso negro, ajusto la falda azul de su vestido, y sin decir palabra se puso en marcha. El día era precioso, no hacia tanto frío como los días anteriores, y le había ido de maravilla en las clases y no quería que todo se fuera al carajo por alguien como Erwin Smith; minutos atrás la serenidad recorría su mente, pero ahora solo pensaba en encontrar a Hanji o a su "no novio" para estar tranquilo. A pesar de que la presencia del alto rubio no había desaparecido en aquellas ultimas semana, la cercanía de su mejor amiga o de su acompañante lograban mantener a raya al pesado de Smith.

No deseaba armar otro escándalo si Eren se llegara a enterar. Sin embargo, sus intentos por evitar problemas y malos entendidos se vieron desechos por la insistente presencia del de ojos azules, quien sin importarle la insistencia de Levi por huir de él, se dio a la tarea de seguirle el paso. ¿Dios no podía ver que todo marchaba bien antes de que el cejotas llegara? Quería pensar que solo iba tras de él porqué era el mismo camino para llegar a la cafetería, pero no tenía tanta suerte y él lo sabía.

Sugar daddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora