XV
Te tengo en mete, por eso lo hago.
-Dejaría todo lo que poseo, hasta
Mi alma por ti.
Si eso no es amor...
Es lo mejor que puedo darte,
Aterrado y con el semblante destrozado, era una descripción que de forma inmediata podía sacar cualquiera que observara al pobre francés sentado en la orilla de la cama de su apartamento. Sentía un miedo enorme recorrerle el cuerpo, le serpenteaba por toda la columna y después le estrujaba los pulmones y corazón.
Encendió su celular, la pantalla brillaba, y con ella una foto del moreno abrazando con delicadeza la pálida cintura del francés. Un estremecimiento atraco su pecho al ver el sonriente rostro del alemán; no podía hacerle eso, simplemente llamarlo para decirle que la pelea que el mismo había ocasionado, ahora se encontraba en manos de Erwin... ¡Arruinaría todo el trabajo de meses de Eren! No podía hacerlo, estaba seguro de que si le marcaba y el mayor contestaba, esa falsa relación que ambos mantenían se acabaría disolviendo, todo por su bendita culpa.
-¿Qué hago?- lloriqueo con la vista nublada en lágrimas. Miro su celular nuevamente, podía llamar a Hanji, tal vez ella sabría que hacer...no, si la llamaba era capaz de contarle todo al moreno, además, era semana de exámenes, no podía asfixiarla con más problemas- Suficiente haces toda la semana por mí.
Estaba atascado. Se dejó caer sobre la cama, su espalda descanso unos segundos, hasta que decidió quedar boca abajo, con la nariz en la almohada; aún olía a Eren, a su desordenado cabello. Suspiro, decidido decreto que por ningún motivo le llamaría a Eren para decirle lo sucedido.
-Te amo- susurro con los labios húmedos por las lágrimas- y no puedo hacerte eso...
Arrojo el celular sobre la silla de su escritorio, y con los ojos aun enrojecidos se puso de pie, camino arrastrando los pies hasta dar con la cocina. Tenía hambre, de eso si estaba seguro, pero su cabeza no le permitía pensar en nada que no fuera el problema que tenía con Erwin. Abrió el frigorífico, saco una botella de agua y la bebió despacio para no atragantarse. Llamaría a Erwin, y resolvería todo ese embrollo por su propia cuenta.
Corrió hasta su celular y llamo al número de Smith.
-No empieces con tus tonterías y piropos, solo quiero saber que propones a cambio de borrar el video- sentencio después de que la otra línea contestara.
-Calmada gatita. Te veo entonces dentro de una hora en la cafetería Salate und Rosen, no me hagas esperar por favor bebé, que me muero por verte- finalizo la llamada el de ojos azules.
Levi apretó el celular entre sus manos al oír la simpleza con la que hablaba el rubio. Suspiro agonizante, parecía que su interior estaba por colapsar en un mar de preocupación y nerviosismo; hacia muchísimo tiempo que el mundo no se le venía encima, y al parecer la costumbre no cambiaba, puesto que seguía sintiendo como si en cualquier momento fuese a derrocarse sobre sus rodillas.
No le diría a nadie, todo lo haría en silencio. Aún y si a culpa lo inundaba desde sus entrañas, se negaba rotundamente a confesar lo que estaba a punto de hacer, sabía que cualquier propuesta proveniente de Erwin terminaría en catástrofe, pero ¿Qué podía hacer? su mente estaba nublada, y le era imposible pensar con claridad en un momento tan derrotista como ese.
Miro la pared blanca de la habitación, la contemplo vacía, sin ningún tipo de decoración más que un pequeño marco que contenía una foto de el al lado de Eren sentados en un jardín. Recordaba ese día como uno de los mejores, porque esa foto había marcado el comienzo de lo que sería una relación medianamente falsa y tóxica. La mejor relación que había mantenido, porque aunque fuera de papel y tinta, los sentimientos que había desarrollado eran tan reales como el universo e igual de claros que el agua.
ESTÁS LEYENDO
Sugar daddy
FanfictionSiempre viendo la espalda de ese alto y elegante hombre de negocios, el mismo que le devoraba los labios cada noche, el mismo que podía derretirle el corazón con sus detalles. Eren era aquél hombre que soñó desde siempre, sin embargo los besos lleva...