Tiempo De Calidad (OVA)

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Advertencia: Este es un ova, un episodio de relleno que es canon con la historia.

Hace diez

Un joven de quince años caminaba escuchando música por las calles, un chico que a pesar de haberse reconciliado con su familia, había una pequeña molestia que no lo hacía feliz. Tal vez era la capacidad de la familia Loud de no admitir sus errores, lo que le ha surgido es un rencor profundo.

No escapaba porque no le convenía, no se suicidaba porque no era un cobarde, solo vivía con ello. Salir de la casa siempre le daba algo de relajo, a veces hasta viajar a otra ciudad a ver al amor de su vida. Pero también caminar al único familiar con el que siente una conexión, el abuelo Albert.

Entró a la recepción y entregó sus datos personales para visitar al abuelo, Lincoln se sacó los audífonos y subió las escaleras hacia el cuarto de su abuelo, y ahí estaba el. Sentado en el sillón frente al televisor, Albert ya estaba con los años por encima de él, no podía hacer más cosas geniales con su nieto, noventa y dos años era una edad muy apta para descansar su cuerpo.

— Hola abuelo- Dijo Lincoln.

— Lincoln, ¿Qué haces aquí hijo?, ¿No deberías estar en tu casa?- Dijo Albert volteando a ver a su nieto.

— Pues, quería venir a visitarte- Dijo el peliblanco menor.

— No creo que quieras pasar el día con este viejo- Dijo Albert.

— Tonterías, quiero aprovechar el tiempo con mi abuelo- Dijo Lincoln agarrando una silla y sentándose junto a su abuelo.

— Bueno, pues, si insistes- Dijo el abuelo.

— ¿Cómo ha estado todo en casa?- Dijo el peliblanco mayor.

— Todo ha estado bien- Dijo Lincoln, mientras que su abuelo le dedicaba una mirada de desconfianza, haciendo saber que algo no andaba bien.

— Bueno... En sí, todo va normal, pero... Internamente siento que las chicas me odian, ya han pasado cuatro año desde todos los incidentes de la alcantarilla, el traje de ardilla y la pelea de los Casagrande con las chicas- Dijo Lincoln.

— ¿Y crees que todo lo que te está pasando es tu culpa?- Dijo Albert.

— Si, no importa qué tipo de problemas haya en la casa, siempre soy yo el involucrado principal y las consecuencias siempre son graves- Dijo Lincoln.

— Hijo, no te sientas mal. Nada de lo que me dices es tu culpa, son adversidades que tienes que superar, la vida es como una calle, nunca esperes que esté siempre plana, tendrá bloqueos, tráfico, baches y gente que se cruza en el camino- Dijo Albert

—... Esa es una analogía muy oscura- Dijo Lincoln viendo más a fondo la referencia de su abuelo.

— Pero el punto es... Que tu eres capaz de superar estás adversidades, Lincoln- Dijo Albert.

— Gracias por creer en mí, abuelo-Dijo Lincoln

— No hay problema, me recuerdas a mí cuando era joven y estuve en la segunda guerra mundial- Dijo Albert.

— ¿Estuviste en la segunda guerra mundial?, ¿Que eras?, ¿Artillero?, ¿Francotirador?, ¿Conductor de tanques?- Preguntó Lincoln con entusiasmo.

— mejor, era cocinero, mensajero y a veces me encargaban los morteros del frente contra la Alemania nazi- Dijo Albert.

— Guau, ¿Y cuántos años tenías en ese entonces?- Dijo Lincoln.

— dieciséis años, había mentido sobre mi edad esa vez. Pero no era el único que lo había hecho antes, recuerdo que una vez un chico de nueve años lucho en la primera guerra, o eso decían- Dijo Albert.

Matrimonio CamufladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora