La idea de dormir con Lisa me hace sentir muy nerviosa. No sé que estupidez podría hacer, o decir.
- ¿Te sientes bien?.– Preguntó mientras me miraba.
- S-si, completamente.– Dije nerviosa. Parezco una adolescente enamorada...¿Enamorada?. ¡Ya estoy pensando estupideces!.
- Bien...– Tomó su playera desde los extremos y la tiró hacia arriba, quedando solo en brasier.
- ¡¿Qué haces tan de repente?!.– Me dí vuelta para no mirarla, y por si acaso, tapé mis ojos.
- ¿Porqué te pones tan nerviosa, Kim, si ambas somos mujeres?.– Rió con burla.
- ¡Tú y yo sabemos el problema!.– Dije sin moverme de mi lugar.
- Estás muy tensa...– Sentí como su mano tocaba mi hombro, y recorría hasta llegar a mi codo. Sentí un escalofrío por mi espalda.– Deberías relajarte un poco.– Tomó mi playera y me la sacó de un jalón.
- ¡Hey!.– Intenté tomarla para taparme, pero ella la lanzó lejos, y se apegó a mí.
El contacto de su piel cálida me hizo sentir sensaciones un poco desconocidas, y es realmente tentador...
- ¿No...No te gustaría dormir más cómoda?.– Preguntó, volviendo a recorrer mi brazo, pero esta vez lo tocaba directamente. Algo que lo hacía bastante excitante.
- S-si me devolvieras la playera, sería mucho mejor.– Me alejé, y recogí mi prenda.
- Que aburrida estas, Kim.– Rodó los ojos y luego sonrió de una forma bastante extraña. Da miedo.– Yo prefiero dormir cómoda.– Dijo antes de sacarse los zapatos y los pantalones. Quedé bastante asombrada al ver sus bragas blancas, que por cierto combinaban con su brasier. Eran tan pequeñas, y se podía ver un poco marcada la V en el borde. Esta vez no podía despegar la mirada de su excelente cuerpo.– ¿Tengo algo, o qué?.– Sé que se está burlando de mí, pero aún así es demasiado para mí.
- Voy a tomar agua.– Dije antes de salir casi corriendo a la cocina.– Dios...Eso ha estado cerca.– Dije suspirando.
- ¿Qué cosa?.– La voz de Jisoo detrás de mí, me ha hecho dar un brinco.
- ¡No me asustes de esa manera!.– Dije con el ceño fruncido, y tratando de calmar mis latidos.
- Es que tú te asustas con todo.– Rió de manera burlesca.– ¿Puedo hacerte una pregunta?.– Me miró con una sonrisa que definitivamente no me gusta.
- ¿Qué?.– Pregunté.
- ¿Porqué tienes la playera en la mano en vez de llevarla puesta?.– Rió a carcajadas. Yo me sonrojé y me la puse.– Que bien te ha ido con Manoban, ¿Eh?.– Siguió riendo.
- ¡Ya cállate!.– Dije pegandole en el hombro.
- Vamos...– Sonrió con aún más picardía.– Sé que te atrae, Jen.– Movió las cejas, bromeando.
- Debes tener fiebre que tanta pendejada hablas.– Le toqué la frente, dramatizando.
- Y tú debes tener sueño que te quitas la playera enfrente de Manoban.– Rió.
- ¡Yo no me la quité!.– Reclamé, sonrojandome otra vez.
- Creo que el que ella te quitara la playera es aún peor.– Se rió con más fuerza.– Bueno, bueno. Me voy a dormir, porque yo sí duermo.– Se fue riendo.
- Algún día la mataré.– Dije entre dientes.
- ¡Te escuché!.– Sentí desde la otra habitación.
Realmente no quiero volver con Lisa, porque de seguro se burlará de mí, pero tampoco quiero quedarme en la cocina.
- Creo que voy a ver una peli en la sala.– Dije para mí misma, mientras caminaba hacia ella.
- ¿Siempre tienes la manía de hablar sola, Kim?.– Apareció Lisa, aún en ropa interior. Su aparición sorpresiva me hizo chillar de miedo.– No soy tan fea.– Dijo con fingida ofensa.
- ¡¿Por qué todos aparecen de la nada, en la noche?!.– Dije un poco irritada.
- ¿Todos?.– Alzó un ceja con su sonrisa arrogante.
- Olvídalo.– Rodé los ojos, evitando el tema.
- ¿Por qué lo te vas a acostar?. Ya es tarde.– Dijo, sentándose en el sillón, en donde yo me iba a sentar. Se estiró y se acomodó.
- ¿No tienes modales?. Sal de ahí.– Dije con los brazos cruzados.
- Ven a mi lado, y así podemos estar las dos.– Sonrió.
- Quiero ver una película.– Dije, intentado hacer que se fuera.
- También yo.– Aun no quitaba la estúpida sonrisa de su rostro.
- Puedes verla.– Sonreí.– Creo que mejor me iré a dormir.– Dije con un falso bostezo.
- También yo.– Bostezó igualmente.
- ¡¿Quieres molestarme?!.– Dije irritada por su comportamiento.
- Tal vez...– Sonrió.
Nuevamente se acercaba a mí con lentitud. Yo retrocedía a medida que ella amenazaba con la poca distancia que iba quedando entre nosotras. El roce de su piel comenzaba a quemar la mía.
- ¿Q-que haces?.– Dije, sin poder despegar la mirada de sus hermosos ojos. Su mirada me incitaba a seguir explorando el universo que se encontraba en ella.
- No estoy haciendo nada, Kim.– Su sonrisa se fue disipando, y sus gruesos labios se iban acercando a los míos.
Comenzaba a sentir su respiración, y mi corazón, podría jurar que se comenzaba a escuchar.
El deseo de besarla me está matando, y mi piel ardía al contacto de sus manos.
El sonido de mi celular en la habitación me sacó de mi trance. Corrí hasta ella, sin mirar atrás.
Tomé el celular y contesté.
- ¿Si?.– Dije agitada.
- Jennie.– Esa voz...Dios mío, espero no estar alucinando.
- ¿Dean?.– Pregunté con un poco de nerviosismo.
- El mismo.– Escuché del otro lado de la línea. Mi corazón comenzó a acelerarce aún más.– Tanto tiempo. Sé que no debería de llamarte a estas alturas, pero me gustaría verte. Te extraño mucho.– Dijo.
- D-Dean...Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.– Dije riendo con nerviosismo. Escuché unos pasos y miré. Era Lisa, y me miraba seria. Ella solo se apoyó en la puerta con los brazos cruzados, simplemente observándome.
- Lo sé, JenJen. ¿Tú no me extrañas?.– Dijo con ternura.
- No sé como responder eso...– Dije sin quitar la mirada de los ojos de Lisa.
- Eso es un sí, para mí.– Rió del otro lado.– ¿Te gustaría salir conmigo mañana?. Tengo un poco de tiempo libre.– Dijo.
- N-no lo sé. He estado bastante ocupada últimamente.– Respondí. Lisa ahora se acercó a mí, pero en vez de hablarme o algo, se acostó dándome la espalda.
- Vamos. Será divertido.– Insistió.
- Esta bien. Mañana a las 9:30 p.m podría ser.– Dije finalmente.
- ¡Muy bien!. Hasta mañana, hermosa.– Antes de que pudiera decir algo, cortó.
- ¿Hermosa?.– Dijo Lisa. No puede ser...¿Ha escuchado?.
- Es de mala educación escuchar conversaciones ajenas.– Dije, dandole la espalda, mientras me acostaba a su lado.
- No se puede evitar, y lo sabes.– Rió.
Sentí como se movía, y luego pude sentir su respiración en mi cuello.
- ¿Seguirás molestando?.– Dije con el ceño fruncido. La iba a enfrentar cara a cara, pero no calculé bien la distancia y rocé sus labios con los míos. Ambas nos sorprendimos bastante, y yo lo hice aún más cuando ella comenzó a besarme.
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Chicas rudas.- Jenlisa
FanfictionJennie despreció a Lalisa en el instituto. Un día, Lalisa se fue de vuelta a Tailandia, y Jennie no la ha vuelto a ver, y creía que jamás lo volvería a hacer...Creía.