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Nuevamente soñé con ese día.

Al levantarme, me bañé y me vestí. Necesitaba estar presentable hoy, ya que es el día de la conferencia con L.M.

Escucho mi celular sonar, y lo veo. Una llamada de Jisoo.

- ¿Aló?.– Contesté.

- Jennie. ¿Te acuerdas que hoy es la conferencia?.– Dijo Jisoo.

- Pues claro.– Contesté.

- Bien. Pues ya no.– Rió.

- ¡¿Qué?!.– Grité enojada.

- Cálmate. Parece que de nuevo tuviste ese sueño, con el humor que  te cargas.

- Preferiría llamarlo pesadilla.– Jisoo sabe todo, ya que ella ha sido mi mejor amiga desde la primaria, y eso pasó en el instituto.– ¿Y por qué ya no?.

- Porque ella vendrá a Seúl, Jennie, pero no a la conferencia. Ahí sólo irá su secretaria.

- Pues vamos a ir a ver a su secretaria, Jisoo.– Dije.– Por lo menos así podremos acordar una junta.

- Jennie, no estás entendiendo.– Dijo.

- ¿Por qué?.

- Su secretaria sólo va a hablar, y nada más. Al parecer tiene prohibido hablar con otras personas.– Comentó.– Nos la han hecho difícil, Jen.

- Tú dijiste que te las arreglarías.– Corté sin esperar respuesta. Cuando quiero algo, lo obtengo.

Esperé a que Jisoo me llamara de nuevo para poder salir de casa, pero no volvió a hacerlo. Dos horas después, tocaron el timbre.

- ¿Jisoo?.– Pregunté. Venía con una señorita alta y hermosa.

- Jennie, ella es la secretaria de L.M.– Me la presentó.– Señorita, ella es Jennie Kim, la dueña y jefa de "Rude Girls".– Se dirigió a la chica.

- Un gusto. Soy Roseanne Park.– Saludó, y estrechó mi mano.

- El gusto es mío.– Sonreí.– Adelante. Siéntase cómoda.– Me hice a un lado y entraron.

- Bueno, a lo que vine.– Se sentó en el sofá, y yo en el sofá de enfrente.– Escuché que usted quiere hacer un convenio con L.M.– Sonrió. Por alguna razón, ésta chica se me hace muy conocida.

- Sí. He visto algunos trabajos de L.M, y son fascinantes.– Hablé segura de mí misma.– Me encuentro muy interesada.

- Eso es muy bueno, señorita Jennie.– Me sonrió con ternura. Es una chica muy linda.– L.M también estuvo interesada en su empresa. Aunque es la primera vez que la veo en persona, porque ni fotos pudimos encontrar.

- Es porque prefiero mantener mi privacidad.– Reí.

- Es exactamente lo que piensa L.M.– Explicó.

- Que bueno.– Dije.

- Bueno, cómo iba explicando. L.M se encuentra interesada, pero no le he dicho el nombre suyo aún, ya que cómo puede imaginar, quise verla primero, y esa es la verdadera razón por la que vinimos a Seúl.– Prosiguió.– Necesitaba saber si era cien por ciento confiable.

- ¿Y qué opina ahora?.– Sonreí.

- Pienso que es muy buena idea.– Dijo, y sacaba unos papeles del maletín, que por cierto, ni siquiera me había dado cuenta de que lo traía, y un bolígrafo.– Me gustaría que firmara éste contrato de silencio.– Me entregó los documentos.

- ¿Contrato de silencio?.– Pregunté, tomándolos y leyendo el título.

- La identidad de L.M no puede ser revelada, hasta que usted firme éste contrato. Es por seguridad, más que nada.– Sonrió amablemente.

- Bien...– Dije un poco intrigada por el tanto misterio que guarda L.M. Firmé el contrato. Ni siquiera lo leí, ya que sinceramente me da mucha pereza.

- Entonces está hecho.– Sonrió.– Aunque no lo leyó, y creo que sinceramente debería haberlo hecho.– Dijo un poco sorprendida.

- Confío en ésto.– Dije segura.

- Bien. Entonces, mañana a las 9:00 a.m, iremos a su oficina.– Dijo, leyendo un poco del contrato.– Mañana sólo podemos estar una hora, y nada más.– Aseguró.

- Muy bien. Creo que es suficiente para hacer un convenio base.– Sonreí.– Así que podremos asegurarlo otro día, si es necesario.

- Entonces está todo listo, ¿No?.– Dijo Jisoo con una sonrisa. La chica la miró y asintió.– Bueno...¿Usted está soltera?.– Se acercó a ella.

- ¿Puedes dejarla en paz, Chu?.– Me hice un facepalm.

- Estoy soltera.– Le sonrió un poco sonrojada, y a la vez coqueta. Ya veo...Supongo que es un poco conveniente.

- Es usted muy bella, señorita.– Seguía ligando Jisoo.

- Usted también.– Cada vez se sonrojaba más.

- ¿No desea cenar con nosotras?.– Le pregunté. Jisoo me sonrió con el pulgar arriba, mientras la chica no se daba cuenta de esa acción.

- N-no creo que deba.– Se puso un poco nerviosa.– Tengo que llamar a mi amiga para ver si puedo.

- Bueno.– Sonreí y le apunté el teléfono de casa.– Desde ahí puede llamar, si lo desea.– Ella asintió y tomó el teléfono. Marcó un número y llamó.

- ¿Limario?. Soy Rosé. Si. Está listo. Si, firmó. Me invitaron a cenar. ¿No?.– Eso era mala señal.– No te preocupes por eso. ¿Y si vienes tú?.– Roseanne sonrió emocionada.– Bien. ¡Gracias!. También te amo.– Cortó. Miré a Jisoo por la frase "También te amo" y ella se encogió de hombros.– Dijo que sí.

- Genial.– Dijo Jisoo.

- Bueno...Ya que entramos en confianza, pueden decirme Rosé.– Sonrió amablemente.

- A mí puedes decirme Chu. O si quieres puedes llamarme el amor de tu vida.– Rosé rió tiernamente.

- Bueno, Chu.– Dijo. Me reí por lo decepcionada que estaba Jisoo.

- Yo sólo soy Jennie.– Reí.– O Jen.

- Bueno, es tierno.– Sonrió.

- Tú lo eres.– Le sonrió Jisoo. Esa chica no para de coquetearle.

- ¿Que vamos a cenar?.– Dijo Rosé emocionada.

- Lo que quieras, hermosa.– Le dijo Jisoo.

- Kimchi...Y tal vez pollo.– Sonrió. Jisoo me miró embobada.

- Me enamoré.– Veía sus ojos brillosos.– ¡Eso será!.– Sonrió.

Ordenamos kimchi y pollo. Cenamos mientras conversábamos.

- Entonces la chica no paraba de molestarla, y ella se tuvo que cambiar de escuela.– Dijo. Estaba hablando de L.M.

- Eso suena muy cruel.– Dijo Jisoo. No podía opinar, porque creo que no tengo el derecho.

- Pues si.– Dijo Roseanne.

- Una pregunta. ¿Ustedes vivían en Corea?. Siento que te reconozco de algún lado.

- Sí, de hecho, soy de Seúl. Iba al instituto Yadomsa.

- ¿Yadomsa?.– Me sorprendí.– ¡Nosotras íbamos ahí!.– Eso significa que L.M también estudió ahí, ¿No?.

- Wow. Que inesperado.– Dijo.

- No recuerdo haberte visto.– Dijo Jisoo.

- Ahí sólo estabas interesada en hombres y fiestas, Chu.– Dije rodando los ojos.

- Cierto.– Dijo Jisoo.

- Bueno, creo que ya debo irme.– Dijo Rosé levantándose.– Fue un gusto.– Sonrió, y se dirigió a la puerta.

- Adiós.– Le dijimos Jisoo y yo.

- Lalisa estará en su oficina mañana a las 9:00 a.m. No lo olviden.– Dijo y se fue.

Chicas rudas.- JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora