Praefatio

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No era un día bueno, el cielo estaba encapotado por nubes grises y el suave viento anunciando una lluvia, la bahía se veía pequeña con tan grande e imponente barco a punto de salir para una próxima misión, Jimin observaba como el viento elevaba ligeramente el vestido de flores que tenía puesto su prometida, ella tenía la cabeza baja mientras apretaba los labios con fuerza, excusándose de sus inútiles esfuerzos por tener un bebé, pero ninguno de los dos podía, por más exámenes y tratamientos no surgía nada.

—Está bien — Jimin acarició su cabeza mientras miraba por encima de ella — Todo está bien, no pasa nada, cariño, podemos comprar un lindo gatito

—No — Eunha levantó la cabeza con lágrimas a punto de salir de sus ojos — Yo quiero un bebé y tú también, nos pusimos de acuerdo con esto, nada sale bien

— ¿Por qué no esperamos a que nos casemos? — El elevó los hombros sonriendo con timidez — Tal vez sea por eso

—Yo... no puedo casarme

— ¿Qué dices? — Jimin sonrió mirándola como si se tratara de una broma — Eunha, ya hablamos de esto

—Es que no puedo hacerlo — Negó fuertemente con la cabeza apretando en sus manos el pañuelo — Jimin no te veo casi, sales de una misión y vas a otra, apenas te veo dos veces al mes, pensé que iba a ser increíble casarme con un marinero pero es que ni hijos puedo tener...

— ¿Me estás culpando por no tener hijos? — Jimin elevó una ceja algo ofendido, rio sin gracia mirando a otro lado — Lo hubieras dicho desde un principio, si no me amas ¿Por qué no terminas esto de una vez?

—No quise decir eso, yo si te amo — Ella se mordió el labio un poco — Jimin no seas duro

—Tú estás siendo dura conmigo, estoy trabajando en esto porque realmente me gusta y tú me aceptaste así, no te entiendo

Ella se rascó la frente incomoda, un aspirante hizo una pequeña reverencia frente a la pareja y le anunció a Jimin que en pocos minutos iban a salir, el rubio asintió y esperó a que el chico se retirara para poder seguir conversando con su prometida.

—Hablaremos luego y con más tranquilidad — Dijo con el ceño ligeramente fruncido

—Suerte — Dijo apenada por causarle tanto problema

El rubio suspiró y besó sus labios antes de girarse hacia sus compañeros, Eunha soltó una larga exhalación y caminó saliendo de la bahía, era increíble, siete años juntos y en serio llega de repente y dice esas cosas, incluso ella le había ayudado a entrar a la marina ¿Cómo era posible que luego se arrepintiera de todo? ¿Qué estaba haciendo mal? ¿Será que se había vuelto feo? Jimin frunció sus labios y se hizo en el pequeño círculo que tenían sus compañeros.

— ¿Preparado, Capitán Park? — Su mejor amigo Taemin, que había observado la escena le palmeó el hombro — No te preocupes, encontrarás una sirena y te casaras con ella.

—O un duende — Llega Minho — Estoy muy seguro de que le vendrá bien por su estatura.

—Dejen de leer tantos cuentos — Se queja Jimin — Esas cosas no existen.

Taemin y Minho se miraron, pero no quisieron responderle nada más, Jimin no estaba de buen humor y no creía ser capaz de soportar sus comentarios. Llegó la hora de subirse al barco, todo estaba preparado y listo para partir, en cuanto sonó la campana, él y otros de sus compañeros a cargo de la misión, se ubicaron en la cabina escuchando indicaciones.

—Se acerca una tormenta — Comento el mayor con firmeza en sus palabras — Debemos de estar preparados para cualquier cosas que se avecine.

Todos asintieron dirigiéndose a distintos puntos del barco. A medida que pasaban las horas, el cielo se estaba tornando oscuro, parecía ser ya de noche pero apenas iban a ser las cuatro de la tarde, nubes negras cubrían los cielos, gruesas gotas caían sin afán sobre ellos.

—No creo que podamos controlar esto — Comenta Taemin junto a Jimin mientras observaban el cielo tronar de una manera agresiva.

—Yo tampoco — Jimin respondió recibiendo el fuerte viento en su rostro — Pero el capitán general cree hacerlo.

Taemin ladeó la cabeza y siguió a Jimin dentro de la nave. En pocos minutos la tormenta se desató, relámpagos cruzaban el oscuro cielo, la lluvia caía con fuerza y el viento hacía que el gran barco se moviera bruscamente de un lado a otro, los capitanes no dejaban de gritar ordenes, unos estaban intentando mantener el control mientras que otros hallaban algún camino por el cuál huir de la tormenta, pero era de esperar que de repente la tormenta intensificara y que el barco se viera en graves problemas.

Nadie supo exactamente qué fue lo que pasó, no hay ninguna forma de explicar lo sucesos ocurridos. El barco se halló en pedazos, algunos cuerpos siguen sin encontrarse, otros siguen desaparecidos y los sobrevivientes están el hospital.

Un triste suceso para la marina.

Eunha pasó a mirar las fotos de todos los que no habían aparecido, los que ahora daban por muertos, al ver la imagen de Jimin le partió el corazón, su labio inferior tembló a punto de llorar y acarició su foto con el elegante uniforme de la marina, era una tonta, se decía una y otra vez, no debía haber sacado aquel tema de conversación antes de que se fuera a la misión, ahora tenía cosas inconclusas que jamás serían resueltas, no podía disculparse por lo dicho porque Jimin ya no estaba allí.

[...]

El cálido ambiente lo hizo despertar. Jimin estaba acostado sobre una gran cama llena se sábanas blancas, una chica de pelo largo estaba de espaldas a él acomodando algunas cosas en una mesita, observó todo a su alrededor, era una casa acogedora, colores cálidos, el sol entraba por una gran ventana, el olor, ese olor a...

—Oh, despertaste — La chica le sonrió con calidez — Soy Kim Yu Na, pero puedes decirme Yuju.

— ¿En dónde estoy? — Jimin se levantó haciendo muecas por el dolor que sentía en casi todo su cuerpo tras estar tanto tiempo acostado.

—Humm, mi hermano te encontró en los límites de la isla, estabas muy herido — la chica comenta sentándose frente — Llevas una semana inconsciente.

— ¿Isla? — Murmuró sintiendo una punzada en su espalda baja, frunció el ceño llevándose la mano allí.

—Sí, la Isla Dragón del Sur — Yuju lo miró un poco preocupada.

— ¿Dragón? — Jimin rio negando ligeramente con la cabeza — Eso no existe en el mapa, te lo estoy pidiendo amablemente, en qué lugar estoy ¿Australia? ¿Japón?

Yuju suspiró, mirando con pesar al chico que estaba frente a ella ¿Cómo le iba a explicar que estaba en otro mundo fuera del planeta tierra?

—Es una larga historia.

Defuit [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora