EL AMOR INSISTE CON NOSOTROS.

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"DATO CURIOSO: DICEN QUE CUANDO REALMENTE QUIERES ESTAR CON ALGUIEN, INCLUSO SI HAY UN MILLÓN DE RAZONES PARA DEJARLO, TODAVÍA BUSCAS UNA RAZÓN PARA QUEDARTE"

<< 18 Julio 2019 >>

RUGGERO 🎸

Siempre he pensado que los aeropuertos, más que salidas de vuelos, más que gente que va y viene, son puertos de emociones acumuladas. Más que partidas y llegadas, los aeropuertos son uno de los mejores lugares que hay para encontrarse con uno mismo, para tener ese momento de soledad que tanto hacía falta y poder ordenar ideas, pensar un poco, o para seguir haciéndose la cabeza por cosas que no salen de tu mente.

Camino lento a la sala de espera que tiene asignado mi vuelo y miro con atención a cada persona que cruza frente a mí. Cada una tan diferente, cada una con una historia distinta, con una razón para estar en este lugar al igual que yo. En un rato estaremos de camino a México y aunque debería estar enfocado en la película, y en empezar la jornada más larga de grabación de la mejor manera, mi ansiedad está puesta en otra cosa, o mejor, en otra persona.

Tan pronto piso la cinta transportadora que atraviesa el aeropuerto y me evita la molestia de tener que caminar, escucho su voz que a lo lejos grita mi nombre, pero no volteo aunque me muero por verla. Su voz se va a acercando y en segundos la escucho atrás de mí.

—Buongiorno! Permesso —se ríe —¡Ay, esta gente no deja pasar! Permesso, grazie! —.

<< ¿Qué hace? >>

—¡Ruggero, hola! —dice ya a mi lado —Vengo llamándote desde lejos —.

—¡Hola! —sonrío obligado cuando la miro —No te oí —.

—No, pos ya me di cuenta —pasa su mano por el pelo tratando de componerse mientras calma su respiración —Pensé que te iba a encontrar en el hotel —.

—Salí en la primer van que venía al aeropuerto —.

—Sí, Mila me acaba de decir —.

—¡Ajá! —.

—¿Por qué? —.

—¿Por qué no? —.

—No, no sé. Pensé que íbamos a venir juntos —.

—Nunca quedamos en eso —.

—Es verdad —hace una pausa —¿Tu celular bien? —.

—Supongo —.

—Ammm. Es que no has leídos mis mensajes desde anoche y pensé que quizás... —.

—Mi celular está perfecto —la interrumpo —Karol, hablamos ahora. Voy a buscar algo de comer —.

—O-ok —la escucho decir al salir de la cinta antes de entrar a otra y camino en sentido contrario para buscar un lugar donde pueda pasar el tiempo antes de abordar el avión.

Cuando suena el último llamado, llego a la sala y hago fila detrás de las últimas personas que hacen falta por subir y al entrar al avión, me detengo a saludar a los que no había visto temprano mientras busco disimuladamente a Karol entre la gente. Saludo a Ramón, a Ana y por último a Juan Pablo hasta que la veo estirándose en el corredor a unos metros de mí.

—Déjame ayudarte —me mira confundida y se hace a un lado para que pueda subir su mochila al maletero —¿algo más? —.

—No —.

—Voy a sentarme, entonces —.