Se maldijo por lo bajo.
No debió haber dejado solos a esos dos, debió de esperar a su Superior. Estaba seguro que no habría tardado más de unos cuantos segundos en terminar de ver por ese maldito microscopio. Ahora su creativa cabeza no paraba de imaginar las muchas cosas que podrían estar haciendo; Levi sobre Hanji, Hanji sobre Levi.
Se frotó el rostro con frustración.
¿Cuánto tiempo había pasado?
¿Cuánto rato llevaban los dos dentro del cuartel?
Apoyó su peso sobre unas cuantas cajas apiladas, suspiró con cansancio. En el momento le pareció importante llevarle los planos al capitán Erwin, pero ahora que acababa de entregarlos, la urgencia de la entrega se desvaneció con la brisa. Mantuvo la cabeza erguida, con la mirada puesta sobre la entrada del cuartel.
Pendiente, alerta.
No debió dejar sola a su Superior.
–Cambia la cara –la suave voz de su compañera lo hizo despegar la mirada de la puerta, Nifa se puso a su lado–. La capitana vendrá en cualquier momento, ya podrás verla.
–¿Qué estás diciendo? –se sonrojó– No es lo que piensas, es solo que... se están tomando su tiempo.
–La Sargento es muy dispersa –encogió los hombros–. Apuesto que el Sargento Levi está regañándola por lo retrasado que están. Es gracioso verlos discutir, –soltó una risita– nunca lo hacen con odio, siempre están esos sentimientos de por medio.
–¿Sentimientos? –giró tan rápido el cuello que temió por unos segundos habérselo fracturado, el rostro se le desfiguró a causa de la sorpresa.
La cosa era sencilla; no le gustaba para nada la relación amorosa entre ambos Sargentos, Levi no merecía a alguien como Hanji. Un demonio sin alma y piedad no merece la paz de un ángel guardián. Pero jamás sería tan poco hombre como para filtrar tal información, o para confirmarla siquiera, algo tan peligroso como eso no puede ir en boca de todos. El daño que la pareja podría sufrir es incalculable. En pocas palabras: nadie puede saber sobre aquel romance.
Nifa alzó las cejas, sorprendida por la actitud del muchacho.
–Compañerismo –dijo con obviedad–, hermandad. Hay algo entre ellos que no se puede quebrajar, es como si el cariño que se tienen pudiera transmitirse solo con la mirada. Y no hablo solo de ellos. Mike, Erwin y Nanaba también comparten ese vínculo.
–Nosotros también somos así –se cruzó de brazos, intentando restarle importancia–. Tú, yo... los chicos. Somos como una familia.
Nifa hizo un sonido de negación al tiempo que movía la cabeza.
–No es igual. Si no tienes cuidado probablemente lo confundas, son parecidos, pero no iguales. No sé cómo explicarlo, es inefable.
No pudo responder, no tenía pensado hacerlo tampoco, pues por el rabillo del ojo pudo distinguir la delgada silueta de su Sargento. La observó con atención; modelaba una sonrisa inusualmente artificial en su tez aceitunada, se notaba molesta. Se incorporó de golpe, quizá ella necesitaba de su presencia.
–Tranquilo, –Nifa le palmeó delicadamente la espalda, sonrió con complicidad– ella no se esfumará. Las personas no se desvanecen el aire.
El sonrojo no pasó desapercibido en sus mejillas. Rodó los ojos al notar como Nifa lo alentaba a acercarse a la Sargento; "Tú puedes" moduló sin habla. De pronto la saliva se le hizo escasa y su propia lengua le pareció rasposa.
Tú puedes, se repitió.
Se acercó a paso seguro. No importaba que Levi estuviera cerca de ella, no le tenía miedo. Faltaba poco, unos cuantos pasos más, unos cuantos centímetros más. El valor le flaqueó a mitad de camino, sin embargo no se detuvo, no se crispó cuando la mirada de Levi se posó sobre él, pero si cuando la gruesa voz de un soldado le habló con prepotencia.
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We Are Broken // LeviHan [DH#2]
FanfictionLa palabra "te amo" es un sin fin de promesas tácitas, que requiere la entrega de ambos para que lleguen a cumplirse. Un "te amo" es mucho más que una oración aclamada sin fé. ¿Cuánto darías por la persona que amas? ¿Amor y libertad son parte de...