Capitulo 3: BIENVENIDO AL CONCEJO SOMBRA

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En la entrada se encontraba un chico de unos diecisiete años con el mentón cuadrado y apenas un poco más bajo qué yo, llevaba un conjunto blanco compuesto por una camisa y unos shorts de seda, a la altura del corazón tenía bordado los cuatro puntos cardinales con sus iniciales. Tenía unos ojos verdes muy claros y un cabello primaveral muy despeinado y descuidado.

El chico se acercó haciendo una reverencia a Merlyn.

-Descansa Otis- Le respondió ella.

-Gracias, mi señora.

-¿Dónde está Clara?

-Se encuentra en la estación, está recibiendo a los mensajeros que llegaron de la Legión.

-¿Por qué la trata con tanto respeto?-Le susurré a Markus, el solo me miró con una cara que decía <<Luego>>, yo solo asentí y seguí observando.

-Bien,- continuó Merlyn-tengo algunas cosas para decirle sobre esos romaíoi.

Luego ella volteó a verme.

-Markus, que Lucas aclare las dudas del escuálido.

Markus solo asintió y me hizo señas para que lo siguiera, mientras que Merlyn encaminó a su destino y el tal Otis simplemente volvió a su puesto de vigilancia.

Mientras Markus me guiaba decidí aclarar dudas.

-Ese chico, Otis ¿También es un semidiós?

-No, no hay semidioses en este lugar, pero todo eso te lo explicará Lucas.

Me di cuenta que Markus no estaba interesado en seguir hablando, supongo que porque no era su trabajo, entonces decidí que sería mejor quedarme callado.

Caminando pasamos por una especie de domo enorme hecho de cristal, una pista de atletismo con algunos obstáculos de resistencia en el centro; que parecían sacados de un gimnasio de CrossFit y llegando al claro de un bosque nos detuvimos en lo que era una simple cabaña de madera con un cercado pintado de verde pasto.

-Bienvenido al corral- me dijo Markus- Ahora vamos, Lucas debe estar adentro.

La cabaña no tenía un piso en sí, era simplemente pasto puro, árboles y enredaderas cubrían las paredes y el centro. Hubiera pensado que estaba abandonada de no ser por las plantas que estaban muy bien cuidadas y por los once habitantes que se encontraban en ella, incluyendo tres seres mitad cabra por debajo de la cintura y mitad hombre por arriba, sátiros.

Markus le hizo señas a un niño de unos doce años para que se acercara y, una vez que lo tuve enfrente, pude ver el matorral de cabellos que tenía en la cabeza, todos completamente revueltos y bastante largos. Era bastante rechoncho como si fuera el cerdo más tierno del mundo y vestía un chaleco color cinabrio con un bordado de un bastón de caramelos y dos hojas de pinos cruzadas.

-Markus ¿Qué haces fuera del Laberinto?

-Merlyn me encargó que te trajera al novato, tal parece que es un tyflí.

El chico me analizó de arriba abajo.

-Interesante...hace tiempo no veíamos uno, tenía la esperanza de que ya no tuviéramos estos casos.-Entonces me miró de frente con unos ojos muy claros y me extendió la mano-Mucho gusto, soy Lucas, tu fiel servidor.

Luego de la presentación, Markus volvió corriendo al laberinto, como un pescado fuera del agua. Con Lucas salimos a caminar al lado norte del Concejo, dijo algo de que debía llevarme a la Estación y que ahí es donde se organizaban a los iniciados.

Theo García y el Oráculo de DelfosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora