Puede que correr al bosque no fue lo más inteligente de mi parte, menos sabiendo que ahora era hijo de la diosa de la sabiduría ¿Pero que más podía hacer? En tan solo cinco minutos mil responsabilidades se habían cargado sobre mí y todo mi mundo cambió en tan solo un día. Cualquiera en mi lugar haría lo mismo(creo).
Todos quedaron muy sorprendidos como para ir en mi persecución, corrí tan rápido que sentí que dejé hasta mis pensamientos atrás. La desesperación apareció en mi interior como el aura gris, me sentía furioso, adolorido sentimentalmente y físicamente, y con ganas de gritar(cosa que seguramente hice mientras corría).
Sin darme cuenta una arboleda inmensa ya me había rodeado, no supe en qué momento entré al bosque, pero era tarde para volver.
Todo a mi alrededor estaba oscuro, las únicas fuentes posibles de luz eran los rayos de luna que pasaban a través de las copas de los árboles, podía sentir lo salvaje a mi alrededor, aullando, llamándome, sintiéndome.
Que estúpido fuí al adentrarme, me habían advertido y aún así, estaba dentro de lo que podía significar mi muerte ¿Pero me había percatado en eso? ¡Por supuesto que no!.
El ambiente se sentía muy espeso, las hierbas se sentían en mis pies por mas que tuviera zapatillas y el aroma a flores era abrumador.
Caminé, intenté salir por mi cuenta. No funcionó, solo conseguí adentrarme más y el centro no era agradable.
Un enorme árbol se alzaba delante de mí, tenía el ancho exacto de un remolque y era tan largo que no alcanzaba a ver la copa.
Una niebla empezó a cubrir mis alrededores, hasta qué solo el árbol y yo quedamos descubiertos.
El aire danzaba a mi alrededor y el pulso se me aceleró. Sentía como el árbol me llamaba, me arrastraba a fundirme con el, me desgarraba la mente y quería que fuéramos uno.
Tardaste demasiado en llegar muchacho
La vos resonó en mi mente como toda una orquesta de platillos, sentía que la cabeza me palpitaba, todo a mi alrededor giraba y no podía concentrar la vista. Las náuseas brotaron en mí de una forma salvaje y estrepitosa.
-¡Basta!-Grite sollozando-¡Basta! Por favor.
Mis lágrimas formaban lagunas pequeñas a mis pies y mis gritos desgarraban el aire pero estaba seguro que nadie podía escucharme.
¡Estúpido!.¡¿Por qué mierda había salido corriendo?!. Sentí como la ira me inundaba, toda irá posible que podía sentir, ahí estaba. Mi abuelo muerto no tan muerto, la carga de un puesto que ni siquiera conocía, el que me arrancaran mi vida normal de un segundo al otro, no quería eso, no quería nada de eso.
Los sentimientos recorrían mi mente y me estaban lastimando, tanto que quería arrancarme la piel y despojarme de todo cuerpo posible, volver a ser una simple alma sin cuerpo como lo había sido al tocar el Paso de la Memoria. Sí, así me sentiría liviano y libre de dolor, pero no podía.
La niebla entró a mis fosas nasales dejando un aroma a hierbas silvestres muy potentes. De pronto todo a mi alrededor parecía más claro y tranquilo, la mente la sentía centrada y sin ninguna preocupación.
Veo que has crecido, Pero ¿Qué son los años para este viejo?
Miré a mi alrededor y no había nadie, solo el espeso bosque con un poco de niebla y el enorme árbol delante de mí.
Oh, ya veo. Que pena que tu abuelo no te entrenara para hablar como se debe conmigo, pero bueno, tendré que manifestarme
En ese instante el árbol empezó a sacudirse y transformar su corteza, hasta que en él había un rostro como el de la abuela sauce en Pocahontas, pero con una cara no tan humanizada, sus ojos y boca parecían cuevas pequeñas en la corteza y su postura no se veía tan rígida, sinó más flexible. A su lado, una doncella de vestido floreado apareció entre neblina morada.
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Theo García y el Oráculo de Delfos
FantasiaAl cumplir dieciocho años, Theo García descubrirá todo un mundo oculto y mitológico junto con que es parte de un antiguo linaje griego. Será llevado al concejo sombra, una arcaica organización, para adentrarse en la misión de rescatar al legendario...