Capítulo 11: LA ASAMBLEA

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Luego del desastre los seis hijos de Apolo fueron llevados a la enfermería para ser atendidos y una vez que los hijos de Asclepio, el dios de la medicina, se llevaran a los que montaron el espectáculo dejaron solo a la chica que había activado su aura y que recitó la profecía, ya que Clara necesitaba hablar con ella.

Todos los miembros fueron llevados a sus respectivos territorios guiados por aquellos a quienes sus líderes se lo encargaron. En nuestro caso fue Celeste quien se llevó a los historiadores.

Una vez que el pabellón quedó vacío, Clara nos acerco a la pared que se encontraba detrás de la mesa de los Altos Consejeros. Un enorme muro de piedra caliza que tenía grabado a tres personas en él, dos hombres y una mujer. Por las ropas que llevaban se distinguía que eran de una época muy antigua, casi como si fuera de la antigua Grecia. Clara se acercó al muro y comenzó a hablarle.

-A la orden de Clara Flamcourt, descendiente del filósofo, llamo la entrada a la sala de tronos.

El muro empezó a cambiar al instante que clara terminó de hablar. A nuestro frente de encontraba una extensa puerta de madera con raíces saliendo de ella, unos picaportes con la forma de leones y con leves decoraciones hechas con hierbas.

Clara y Merlyn abrieron las puertas para dejar al descubierto un sala oscura en la que una plataforma con flotaba en el centro, ésta contenía en ella un piso de cristal marmolado con veinticinco tronos en ronda, algunos más grandes que otros. La plataforma comenzó a acercarse a dónde nos encontrábamos y una vez que nos subimos volvió a su puesto.

En total éramos veintiséis personas las que subimos a la plataforma, entre ellas logré divisar a Lucas y a los gemelos Dábalos, también a mí lado estaba Luna junto con Clara y Merlyn, incluso la chica que había quedado inconsciente ya había despertado.

Todos se ubicaron en sus tronos para iniciar la asamblea. El de Merlyn era negro y tenía grabado a cerbero, el perro de tres cabezas, el de Clara era gris y tenía grabadas serpientes y alas en los respaldos, el de Lucas era de un verde cinabrio y con sátiros dibujados en él, los gemelos Dábalos estaban sentados en un trono de color marrón con una gran antorcha invertida grabada en el respaldo y el de los historiadores era de un gris un poco más claro que el de los hijos de Hermes, tenía grabados algunos búhos y ramas de olivo y al igual que en los otros tonos éstos grabados se movían.

La hija de Apolo se acomodó lentamente a la sala y se sentó en un trono dorado con liras y laureles grabados en el. Tenía su mirada perdida y estaba cabizbaja, llevaba su rubia cabellera recogida en trenzas y llevaba un abrigo de lana, que parecía estar hecho de oro, sobre una camisa blanca, a la altura de su corazón llevaba puesto un broche dorado con la forma de una lira que en su interior poseía una flecha y un sol.

Clara esperó a que todos nos acomodáramos en nuestros asientos, yo por mí parte me quedé junto al trono de Luna, luego ella comenzó a abrir la asamblea.

-Bienvenidos, cómo muchos sabrán hemos tenido variados desastres ocurriendo sobre nosotros y en Concejos aliados. Primero quiero comenzar con el desastre más grande que se ha cernido sobre nosotros, la desaparición de Perséfone-Su actitud era seria y se dirigía a cada uno de los presentes al hablar-. La reina del Inframundo fue secuestrada y eso deja al Concejo romano sin uno de sus directores, por lo que quiero que los hijos de Deméter  estén al total servicio de la legión y ayúden en su búsqueda- dijo mientras enfocaba su mirada en en una muchacha de cabello castaño recogido en una cola de caballo, con una camisa a cuadros verde que tenía bordado el símbolo de una antorcha con dos espigas de trigo cruzadas, una bufanda marrón y unos jeans. Su trono estaba hecho de madera y era más grande que el de Lucas, poseía grabados de trigo y árboles que danzaban en la corteza. Llevaba en mano derecha una hoz de jardinería hecha de bronce.

Theo García y el Oráculo de DelfosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora