Capítulo 7:LA BIBLIOTECA

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No sabía en donde me encontraba al despertar, todo estaba borroso, la madera en mi espalda se sentía extrañamente cálida y me dejó un gran sentimiento de satisfacción.

Me incorporé despacio y traté de vislumbrar mi alrededor. Me encontraba en lo que parecía una biblioteca, había estantes repletos de libros, algunos encuadernados en cuero y otros de tapas muy actuales. Búhos volaban de un lado a otro llevando libros, otros llevaba frascos de tinta y se metían por una escalera caracol que descendía justo en el centro de la habitación, desapareciendo de mi vista. La única luz que entraba era a través de un tragaluz ovalado con decoraciones de lo que parecían ramas de olivo.

Traté de recordar el como había llegado ahí, pero nada venía a mi mente, todo estaba tan confuso y borroso que por poco recordaba lo que había pasado en el bosque. La cabeza ya no me dolía, pero de todas formas me sentía muy abrumado y extraño, mi cuerpo se sentía diferente y era mas sensible con todo lo que me rodeaba. Sentía como el olor a tinta llenaba mis fosas nasales quemándolas, el aleteo de los búhos me daba escalofríos y lo mas extraño de todo, sentía como cada palabra escrita en los libros me llamaba, el conocimiento quería ser parte de mí y yo de el. Me acerqué al más próximo y lo tomé, la tapa no daba información de que trataba así que solo lo abrí, fue en ese instante cuando volví a sentir el aroma a libro nuevo y todo a mi alrededor estaba gris, busqué señales de alguna lámpara o algo que irradiara la luz, nada, todo señalaba a mi centro y en el momento en el que ví mi pecho descubrí que se trataba de mí. Un aura gris se desprendía de mi ser junto con el aroma, me quedé tanto helado, como asombrado, así que volví a tomar el libro que se había caído con mi repentino descubrimiento, comencé a leerlo y cada palabra que asimilaba se iba aferrando a mi ser transformando esa información en imágenes gráficas de cada escena, luego en ideas y así sucesivamente. Era como si el libro me hablara y me contara todos sus secretos, pero todo lo que leía no se desvanecía, quedaba guardado en mi memoria y me enseñaba.
Al terminar, el aura desapareció junto con el aroma y todo lo que había leído del libro ahora era parte de mí, en diez segundos había aprendido la arquitectura básica del concejo, era algo impresionante. Volví a colocar el libro en el estante y de repente sentí que una mano tocaba mi hombro.

-Veo que estás descubriendo tu potencial.

Era una muchacha de tez morena y con una cabellera azabache, llevaba un abrigo gris con un bordado de un búho rodeado de lo que parecían ramas de olivo, una camiseta negra debajo, un pescador beige y zapatos de plataforma baja. Daba la impresión de ser una chica tranquila y astuta. Algo en su muñeca me llamó la atención, un brazalete en el que destacaba un búho de plata, ¿Había algo en ese lugar que no llevara búhos?.

-¿Qué es exactamente lo que acabo de hacer?.

-Estás despertando tus poderes-remarcó-. Los dones de Atenea son pocos, pero no por eso hay que subestimarlos. La sabiduría es el principal atributo, de el derivan los demás, desde la capacidad de guardar infinitos tramos de conocimiento, hasta el volverte un estratega maestro.

En ese momento observé mi pecho nuevamente y comencé a buscar señala del aura.

-Nuestros cuerpos ahora son contenedores de poderes divinos-lo dijo como si hubiera leído mi mente-, sin un filtro de ese poder nuestros cuerpos explotarían, o se quemarían. Tanto el aura como el aroma son nuestros filtros y varía según de quien eres hijo. Así es como a nosotros nos corresponde un aura gris y el aroma a libro nuevo, esto nos salva pero al mismo tiempo nos pone en peligro.

-¿Como podría algo que nos mantiene vivos ponernos en peligro?

-El aura y el aroma evitan que la energía nos destruya, pero al mismo tiempo nos vuelven vulnerables ante los monstruos que no están aliados al Concejo o que escapan de nuestra jurisdicción, el aroma los atrae y el aura nos vuelve faros andantes, despertando así sus instintos más primitivos.

Theo García y el Oráculo de DelfosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora