Capítulo 17.

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Resulta que la mujer si era su madre, pero el hombre de 40 años no era su padre. Lo entendí cuando Jaden fue directo hacia ellos y se paró frente a su madre con mucha furia, lo desconocí.

— ¿Mamá que estás haciendo? — el apretó sus puños con mucha fuerza, tanta que sus nudillos se tornaron blancos.

— Hijo, no te esperaba. Pensé que hoy no vendrías a casa. — ella dejó su campera sobre el perchero de la puerta mientras miraba a su acompañante.

— Pero vine, ahora ¿vas a explicarme quien es éste hombre y dónde está mi hermano? —paso su mano sobre su cabello tirándolo hacia atrás, realmente estaba enojado. Yo solo me quedé parada sobre un costado, mirando toda la situación. Su madre no me había notado hasta que miró detrás de Jaden y me clavó los ojos.

— ¿Y ella quien es? —me señaló, caminó directo hacia a mí ignorando por completo lo que su hijo le había dicho y se paró frente a mi.

— ¿Que tal? Mi nombre es Amy. —extendí mi mano para saludarla y ella la tomó gustosa.

— Hola bonita, soy Karen. Mamá de Jaden. —le sonreí tranquilamente cuando sentí como tiraban de mi brazo. Jaden se puso delante de mí y volvió a enfrentar a su madre.

— Mamá, quiero saber quién es ese hombre y dónde está Jun. —su madre lo miró rindiéndose.

— Jun está en la casa de tu tía Vicky. Y el es un amigo, Robert.

— ¿Que hablamos a cerca de ésto?¿Vas a traer a un amigo diferente cada fin de semana? Porque Jun tiene que irse si esta es su propia casa.

— Jaden no me hables así, respetame. No te interesa lo que hago si nunca estás en casa. Así que ahora vete o quédate callado.

— No voy a callarme, ni tampoco a irme. Con que necesidad de mandar a Jun a otra casa. ¿Acaso no puedes revolcarte con tus amigos en otro lado? —pensé que todo no iba a empeorar cuando la mano de Karen fue impactada contra la mejilla de Jaden haciendo que el diera vuelta su cara hacia un costado. Yo me tapé la boca con mi mano, estaba totalmente sorprendida por aquella bofetada.

Aquel hombre y yo quedamos en silencio, la mamá de Jaden comenzó a llorar y dio media vuelta, tomó su abrigo, su amigo y salió por la puerta dejando un portazo que retumbó por la sala. No sabía si acercarme a él o no, capaz quería estar solo. Me arriesgue y me acerqué a Jaden, me puse frente a él y lo miré. El solo tenía su mirada hacia el suelo así que no hice nada más que abrazarlo.

Mi abrazo fue correspondido cuando me tomo por la cintura y la envolvió con sus fuertes brazos, sentí que quería desahogarse así que luego de unos segundos me separé, le acaricie la mejilla donde había recibido la bofetada mientras lo miraba hacia los ojos y dejé un pequeño y corto beso sobre sus labios.

— ¿Quieres hablar?

— Vamos a mí habitación por las dudas de que vuelva. —me tomó de la mano y subimos hacia su habitación. Era pequeña pero cómoda, todo cabía perfecto en su lugar. Tenía una cama de una plaza y media y una mesita de noche al lado. Sobre el otro costado había un armario grande con un espejo que ocupaba casi toda de una de las puertas. Nos sentamos sobre la cama y lo miré sonriendo mientras tomaba su mano.

— ¿Quien era ese hombre?— me atreví a preguntar, no sabía si el quería comenzar hablar o por donde empezar así que me adelante.

— No sé quién es, he tenido discusiones con mi madre durante los últimos seis meses porque cuando sale con un hombre lo trae a nuestra casa y creo que no es lo correcto.

— Entiendo ¿y tú hermanito? No sabía que tenías uno. —solte una pequeña risa, me daba gracia al imaginarme un niño igual que el, así de lindo.

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