Capítulo 1

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Dedicado Mal17781 Malignaoficial

Uma me dijo que la esperara. La impaciencia puede conmigo. Además todavía me acuerdo de lo que paso una vez.

#Flasback

La vi coqueteando con un pirata de mi barco. Me la acerco y la cojo de la cintura.

—Hola amor. - estaba que echaba humo. Le di una mirada. Al contrario. El se despidió y se fue.
Nos dirigimos a mi camarote. Ser el hijo de capitán Garfio. Tiene sus ventajas. Una ves cerrada la puerta.

—Oye a ti que te pasa.. -no sigue porque yo la acorralo en la pared. Le agarro su cabello trenzado. Alzándolo para mirarla a los ojos. Con mi otra mano. La cual sujeta mi garfio. La aponto su barbilla. Lo que hace que ella alce más. Él rostro.

—Que yo me enteré. Como te vuelva a ver cerca de él. Él no lo cuenta ¿Oiste? Por no hablar de que a ti. Te irá peor. -ella me mira con furia.

[...]

Cuando secuestremos a ven la vi muy pegado a él. Mas de lo que yo le permitiría.

Ella me dijo que no me preocupará. Que él no era competencia.

Pero verlos juntos. Me mata.

Fin del Flasback

Estoy saliendo de mi barco.
—Hey bro - me dice Gil. - ¿A donde vas?
—¿Tu que creés? - le respondo con otra pregunta - Voy a averiguar. Sí Uma. Cumple con lo acordado- digo. Antes de que Gil. Me responda con alguna patujada.

Me subo a un bote. Antes de que hable de nuevo. Dando por zanjada. La conversación. Voy remando con los remos. Acercando me al súper yate.

No es que me preocupe ese camarón. Es solo que en la isla. Es difícil. Conseguir a  alguien. Para mantener. Relaciones sexuales. Sobretodo. Encontrar una virgen.

Ella. No lo era. Le gusta coquetear con todo hombre que se le cruce en el camino.

Llego al borde del súper yate. Sonrío. Se olvidaron de quitar la escalera. Subo con cuidado. No sin antes guardar el garfio en mi espalda.

Al parecer nadie se percato de mi absoluta presencia.
Una vez en la barandilla. Veo la gente reunida. Y como el rey baila con Uma. No me extrañaba.  La verdad pero me sorprendió viniendo de él.

No se supone que ama a Mal. Pienso. Algo me hizo quitar la mirada de ellos. Bailando para centrarme en Mal.

Veía como en sus ojos. Una llama verde. Desprendía de ellos. Queriendo salir.

Decido dirigirme a el camarote del rey. Ben. Esto no quedará así. Recorrí. La cubierta. Mezclando me entre las personas. Que seguían impactadas. Por la noticia.

Y como no puedo subir. Por donde ellos. Bajaron. Salto por la proa del yate. Hasta dar con una ventana de uno de los camarotes. Desgraciadamente no es el del rey. Sin embargo decido entrar.

Me llevo la sorpresa de que en realidad. Si es el camarote de él. Y Mal. Lo comprobé al abrir el armario.

Veo la ropa del rey. Azul cielo y amarillo canario. Cojo mi garfio. Empiezo a descocer unos hilos para que él. No lo note. Lo notara. Cuando ya sea demasiado tarde. Río. Sonara muy niño pero no me negaras que mas de uno no se reiría con ese suceso.

Cierro el armario y me tumbo en la cama. Es cómoda. Digna para un rey. Ruedo los ojos. Digno para el hijo de papá.

Oigo ruido a lo lejos. Unos tacones resuenan. Seguro y es Mal.

De repente. Veo como llaga con lágrimas acumuladas. Al rededor de sus ojos. Verdes. Mas verdes que cuando hizo la apuesta con Uma.

Ni se percató de mi presencia. Corrió al ropero. Cogió una bolsa. Morada. Metió su ropa de la isla. Sus guantes favoritos. Lo se porque llevo viéndose lo. Desde que tengo memoria. Un dato curioso la verdad.

Una vez terminó. Se sentó en un esquinero de la cama. Y se tapó la cara con las palmas de sus manos. Impidiéndome ver. Sus ojos. Verde. Ese verde fluorescente.

Poco a poco. Una llama verde empieza a envolverla.
Parece que no lo nota. Como el que yo esté. Sobre la parte superior de la cama. Admirando. Tanto a ella como mi garfio que se haya nuevamente en mi mano.

Sonrio.

—Vaya. Vaya. -digo  Haciendo que las llamas paren. Ella salte sobresaltada. Hacia el armario con una mano en el pecho.

Despacio. Me levanto. Y voy acercándome lentamente hacia ella.

—Al fin nos. Volvemos a encontrar bacalao. -le doy mi mayor sonrisa. - Te propongo algo.

Digo mientras la acorralo en la pared. Y con mi garfio. Le acaricio.

—¿Porque crees que te aceptaría? -dice ella. Me encanta cuando se ponen difíciles.

Le señalo su maleta. Algo revuelta por las prisas.

—Aquí no tienes nada que perder. Sin embargo. Tal vez conmigo. - digo señalándome. Haciendo una reverencia. - Puedas ser tu misma.

—¿Cual? ¿La Mal de la isla? O ¿La Mal de Auradon? - le noto desesperación en la voz.

—Haz estado. Tanto en Auradon como en la isla. Llevas mas parte de la isla. Porque son tus raíces. - ni siquiera se como me e vuelto tan observador. Debe ser. Al pasar tiempo con Gil. - Por lo tanto. Las dos.

Ella me mira.
—¿Aceptas venir conmino a surcar los siete mares?

Le pongo mi garfio. En frente de ella. En señal de confianza.

—¿Aceptas?

~SrtaPottrHerondale♥

Gracias por sus votos.
Espero y les guste.

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