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—Si sigues corriendo así terminaras golpeandote con algo. —Dijo burlona la nipona a su amigo quien daba vueltas por toda la habitación buscando entre la ropa tirada en el suelo algo decente que ponerse.

—No puedo evita- ¡Auch! —Se quejó sobandose la frente tras golpearse con un estante mientras la japonesa reía por lo torpe que era el peliazul. —N-No puedo evitarlo. Debo estar perfecto, es nuestra primera cita y no quiero arruinarlo.

—Oye. —Noodle, la mejor amiga casi hermana de Stuart se levantó de la cama y lo tomó por los hombros bajándolo al nivel de su cara. —De cualquier forma que estés es perfecto. Murdoc te quiere, incluso puedo decir que te ama y creeme que no le importará si vas con un esmoquin o una bolsa de papas porque de todas formas va a estar feliz por poder estar contigo, él mismo me lo dijo. Así que deja de hacer ese puchero y dejame buscar algo lindo para que te pongas y el pepino babee por ti.

Lo soltó y 2D no pudo evitar reír, en parte por la vergüenza de las lindas palabras de la chica y en parte por el apodo que la misma le dio a su crush. Sin esperar más se dirigió a un montón de ropa y rebuscó hasta encontrar una camiseta manga larga azul con rojo y un "13" encerrado en un circulo en el hombro, una chaqueta negra y unos jeans claros, perfecto para esos días en los que hacia frío.

—¡Gracias! Me salvaste la vida, te debo una. —La abrazó rápidamente y corrió al baño a cambiarse.

—¡Pido ser la madrina en la boda! —Dijo lo suficientemente alto para que la escuchase y río al escuchar cosas caerse dejando en claro que se cayó o se golpeó.

Luego de unos minutos ya estaba listo, la japonesa no pudo evitar sacarle una foto por lo lindo que se veía y se fue deseándole mucha suerte, no quería ser mal tercio.

Cuando sonó el timbre de la casa el corazón le dio un vuelco, bajó las escaleras con cuidado de no caerse y abrió la puerta para dar paso al chico que lo volvía loco desde que lo vio por primera vez. Llevaba una musculosa blanca debajo de una chaqueta de cuero, vaqueros y sus botas cubanas, no podía verse mejor para los ojos de Stuart y viceversa.

—Hola. —Dijeron al mismo tiempo y sonrieron apenados, no pudiendo evitar mirar al otro. —¿Vamos? —Ocurrió de nuevo y rieron sonrojándose un poco.

Sin esperar más Stuart tomó las llaves de la casa y cerró para luego comenzar a caminar con Murdoc hacia el lugar en donde sería su tan esperada cita. Cinco minutos después llegaron a su destino conversando como si se conocieran de toda la vida y nunca faltara tema de conversación, cosa que les agradaba de sobremanera a los dos.

2D pidió té de menta y Murdoc un café, el cual no fue necesario ponerle azúcar porque el peliazul ya le daba suficiente dulzor a su vida. Bueno no, solo porque no le gustaba su café con dulce aunque lo primero sonaba tierno en su mente, así que prefirió dejarlo así.

RAIN  [One-shots 2Doc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora