Enredo

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Viernes, 12 Julio 2018, España

-¡Buenos días! Señor y señora Mbomio _ les decían los empleados cada vez que pasaban por su lado, Carla a diferencia de Víctor no disfrutaba con ser el centro de atención, llegaron al punto en el que tenían que separarse y cada cual ir por su lado de la empresa.

-Nos vemos en la reunión_ le dijo Carla_ el asintió.

Víctor se alejó con su traje oscuro, sin siquiera voltearse a observarla una vez más,  no eran de mostrarse afecto alguno en el área de trabajo, tanto así que la gente que no los conocía llegaba a pensar que su matrimonio era por conveniencia, solo en pequeñas ocasiones se dieron besos o sus palabras en aquella empresa no eran técnicamente profesionales.

La empresa Tecnoplus fue creada por los bisabuelos de Víctor y unos socios que estuvieron dispuestos a invertir en una empresa que se dedicara a la creación de nuevas tecnologías entre otras cosas, el milagro fue que saliera a flote hasta conseguir ser una empresa reconocida, el abuelo de Carla compro parte de las acciones de la empresa las cuales ella debía administrar.

-Buenos días, señora Mbomio, hoy tiene una agenda recargada, después de la reunión con el señor Guzmán, tiene otra con los encargados de nuevas tecnologías, y otra con los de marketing_ le aviso Belén una vez llegar en su oficina. Carla jugueteo frustrada con el boli que tenía en la mano, ¡por Dios! ¿Qué hacia su marido?, parecía que le encantaba vender la cara bonita de su mujer… trabajar duro, escoger a las personas adecuadas, vigilarlas de cerca, cuestionarlas si era preciso y, si no se aplicaban a la tarea, librarse de ellas sin miramientos. Eso es lo que ella hacía, y lo hacía bien.

Carla asintió _ -Por favor, deja de llamarme señora, me haces sentirme vieja _le sonrió_ llámame Carla, ahora bien, necesito un café, y avísame cuando llegue la hora de la primera reunión _pensó un rato_ -que nadie me interrumpa, necesito revisar los informes.

-Sí, señora… perdón señora Carla…uuum Carla _ su nerviosismo izo sonreír a ambas, Belén apenas comenzaba a trabajar en aquella empresa y hasta ahora estaba contenta, además de hermosa como decían, su jefa tenía un buen corazón por lo que había podido constatar desde que comenzó a trabajar para ella, salió de su despacho para realizar sus pedidos.

Una vez que salió Belén, Carla comenzó a ojear los informes que había sobre su mesa, diez minutos después llego Belén con su café, lo degusto y siguió anotando los puntos que no le parecían convenientes, y  resaltarlos en las respectivas reuniones que tendría para hoy, ojeo el reloj en su muñeca, marcaba las 9:45h para su pesar termino antes de lo previsto. El estar sin hacer nada volvió a llevar sus pensamientos a aquel sueño que tuvo, necesitaba hablarlo con alguien de confianza. Marco a su secretaria

-Belén, ¿llego Claudia?
-Sí, llego hace media hora.
-Pásamela a la línea cinco por favor.

Carla espero unos segundos con el teléfono en la oreja hasta que escucho el sonido de la voz de su mejor amiga.

-¡Hola! Mi chica caliente _ sonó la melodiosa voz de Claudia.
-¡hola! Perra en celo _sonrieron las dos, estos entre otros eran los apodos que se daban fruto de tanto tiempo de amistad.

Hace cinco años atrás Carla visitaba el hospital por causa de un accidente que tuvo, por el cual necesitaba constante revisión, en ese entonces Claudia acudía a este mismo hospital para visitar a su abuela, se conocieron gracias a ella y una taza de café, pero por desgracia su abuela falleció, su amistad se intensifico más tras ese hecho, y desde entonces se hicieron amigas inseparables.

-Dime corazón, para que soy buena.

-Necesito quedar después del trabajo, tengo que hablar con tigo _no hizo falta que ella dijera más pues Claudia ya la conocía bastante bien y por el tono de su voz supo de qué se trataba.