Izuku solo quiere ser libre, quiere poder amar y dejar de tener sangre en sus manos. No quiere que nadie más salga lastimado a causa de ello, lo idóneo sería que ellos lo odiarán, que su corazón dejará de latir por ellos...
Pero la vida es una perr...
"Nunca nos atraparán con vida Le juramos a la muerte que ella nos separaría Ellos llaman a nuestros crimenes una obra de arte"
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Eran las 7:30 cuando había terminado su tarea, a esa hora se metió a bañar dejando que el agua relajará sus músculos, se sentía tenso de solo pensar en su día agitado esperando que mejorará con el tiempo.
Salio media hora después; fue a su armario revisando todos los trajes que tenía, se decantó por un clásico negro con rayas grises muy delgadas una camisa de color rojo vivo; mis zapatos negros y ya estaba vestido. Tomó un poco de crema para peinar acomodando mis cabellos rebeldes; una parte estaba aplastada dejando ver la otra parte acomodada pero desordana.
El reloj marcaba las 8:30 tomo su celular junto a una pequeña daga y una revolver ocultandola en su ropa. A las 8:45 ya estaba listo y habia sonado un claxon; cerró su casa, bajó viendo un auto negro perfectamente encerado.
De este bajo un chico delgado con curvas y pequeño con cabellos celeste; quien lo viera diria que es una chica muy linda pero las apariencias engañan por que esa "niña" es un chico sumamente peligroso.
— ¡¡Izu!! — corrió hacia el peliverde el chico estaba usando un vestido negro con un corte en una pierna.
— Hola Nagisa — lo abrazó de igual manera feliz. — ¿Por que traes vestido?
— A mi objetivo le gustan los chicos con facciones femeninas; y que mejor que llevar un vestido.
El peliverde suspiro viendo a su amigo que era dos años mayor que el, Nagisa Shiota su quirk era la información; con ver a alguien podía llegar a saber todo acerca de esa persona desde las cosas más triviales hasta las mas secretas.
— Entonces quieres que maneje ¿no?
— Exactamente, vamos así podrás contarme cómo te fue hoy en la escuela.
Suspiro resignado viendo a Nagisa caminar al auto; le lanzo las llaves y camino tras de el, subío al lugar del piloto encendiendo el carro; se puso una música relajante lo cual apreciaba. Por unos minutos estuvieron en silencio hasta que el mayor hablo.
— ¿Entonces cual fue tu misión ahora?
— Infiltrarme en la UA... — dijo a lo cual Nagisa carcajeo— ¿de que te ries?
— Me rió de la ironía, es decir cuando estabamos con Koro-sensei siempre habiamos dicho que de ser posible entraríamos a la UA; y ahora estamos aquí contigo siendo un estudiante me alegro que, aunque de una forma rara, estes estudiando ahi.— el peliceleste lo miro sonriendo a lo que Izuku también correspondió.
— También volvi a ver a Kacchan y Shouchan.
— ¿Te recuerdan?
— Si, eso solo lo hace más difícil, conozco a ambos se lo idiotas que pueden ser y querran averiguar la verdad— respondió spretando el volante.
