Izuku solo quiere ser libre, quiere poder amar y dejar de tener sangre en sus manos. No quiere que nadie más salga lastimado a causa de ello, lo idóneo sería que ellos lo odiarán, que su corazón dejará de latir por ellos...
Pero la vida es una perr...
Oh sí, la corona... Tan cerca que puedo saborearla .Veo lo que es mío y ¡lo tomo!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Izuku despertó sudando hacia demasiado tiempo que no soñaba con su pasado, se levanto agitado de su cama llendo al baño para bañarse y quitarse lo sudado. Terminando se vistió con unos pantalones elásticos y una sudadera.
Salio de su cuarto para revisar a sus huéspedes quien estaban dormidos tranquilamente en el otro cuarto, se dispuso a preparar le desayuno, nada difícil huevos, tocino y unos pedazos de pan francés. Calentó un poco de leche por si deseaban y también puso café en la cafetera.
Mientras todo se cocinaba recibió una llamada, salió un rato al balcón a contestar.
— ¿Diga?
— ¿Izuku? ¿Eres tu?
— ¡Irina! ¿como conseguiste mi número?— no necesitaba preguntar— Nagisa... ¿que pasa?
— Bueno quería saber cómo estabas además quería decirte que ¡me voy a casar con Karasuma!
— ¡Joder! ¡Eso es asombroso! ¿Cuándo la boda?
— De eso quería hablarte, quiero que tu y Nagisa sean mis ¿hombres de honor? Jajaj quiero que estén ahí conmigo... ¡Claro que pueden invitar a alguien que conozcas! — estaba llorando, Irina se había convertido en su maestra y madre el que lo considerara para eso le removía todo su interior.
— Claro que estaré ahí... — murmuré tratando de normalizar mi voz.
— Oh... Izu, no llores... Nagi me dijo que habías vuelto a ver a tus amigos, ¿cómo te va con eso?
— Irina, ¿cómo se lo tomó Karasuma cuando descubrió que eras asesina?
— Pues primero se sorprendió un poco, al parecer ya veía venir algo así pero me aceptó y mostró que puedo usar esas habilidades para otras cosas... — su respuesta no había calmado su corazón — Te da miedo lo que pase cuando lo descubran ¿no? Te diré algo que Koro-sensei me dijo — escuchó atentamente— Siempre habrá alguien que se preocupe por ti, así hayas matado a demasiada gente. Cuando estés herido, si de verdad te aman, no dudarán en salvarte.— el que Koro-sensei haya dicho algo así me hizo llorar aún más.
>>No temas Izu, por lo que Nagi me contó y que investigó de ellos son buenos chicos, si te odian después siempre puedo encargarme de enseñarles.
— Jaja... Gracias, entonces nos hablamos luego, me mantienes al tanto.
— Claro Izu, te quiero.
Izuku terminó la llamada, agradecía a su antiguo maestro por haber dejado aquellas palabras, limpie los restos de lágrimas para entrar nuevamente a la casa, tanto Todoroki cómo Bakugou ya se habían despertado. Ya mas relajado los saludó amenamente para poder irse a desayunar. Platicaban trivialidades y en bastante tiempo el menor se sintió en un hogar al lado de sus amigos.