Izuku solo quiere ser libre, quiere poder amar y dejar de tener sangre en sus manos. No quiere que nadie más salga lastimado a causa de ello, lo idóneo sería que ellos lo odiarán, que su corazón dejará de latir por ellos...
Pero la vida es una perr...
"Porque no hay luz, en el calor de la batalla. Manten tu mirada en tus rivales. Ten cuidado de la noche, Que te encuentras en una lucha por la supervivencia."
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— Segun reportes de la policia con respecto al incidente que involucra a la Liga de Villanos, nueve estudiantes estan heridos, trece ilesos y tres desaparecidos, de los cuales dos fueron secuestrados y del otro se desconoce el paradero...
Apagó la televisión, Nagisa estaba preocupado dado que su amigo parecía estar desaparecido, había tratado de buscarlo sin embargo no tenía resultado, estaba ansioso. Karma lo miraba tratando de ayudar a su pareja, habían pasado casi una semana desde que habían secuestrado a los chicos y que Izuku no daba señales de vida. La noche cayó así como una gran lluvia, la puerta de aquel departamento perteneciente al polítco, comenzó a sonar.
Nagisa, se paró a abrir la puerta con desgano. AL abrirla se encontró con su pecoso amigo, se abalanzó a abrazarlo, Deku correspondió el abrazó y entró al departamento.
— Nagisa... ¿Quién e...? — la pregunta quedó al aire, viendo como su pareja reprendía al mas alto.
— Perdón... tenía que prepararme.
— ¡¿PREPARARTE PARA QUÉ?! — Nagisa podía ser pequeño pero el asesino era de temer, Izuku solo lo miró, y Nagisa lo entendió. — P-Pero... dijiste que esperarías... además tus amigos...
— Porque él los secuestró es momento de actuar Nagisa, necesito ponerle fin a esto, mientras siga vivo seguirá jodiendome la vida.
— ¿Por qué esta tan obsesionado contigo?
— Más que eso, pienso que porque soy valioso... mi padre... es All Might... All For One es su enemigo natural... que mejor que tener bajo tu control al hijo de tu enemigo. — Nagisa observó al menor, giró su vista al político. — Vine por lo que te pedí.
— Hah... deja lo traigo. — se tardó unos instantes, regresó con una mochila dejandosela al menor — esta todo lo que pediste. Fue algo dificil de conseguir. — el pecoso se acercó para examinar la volsa, un rifle de francotirador.
— Gracias... — se levantó tomando la bolsa, dispuesto a irse, Nagisa lo tomó de la muñeca.
— ¡No vayas!... lo que piensas hacer es arriesgado... no puedo soportar la idea de que mueras también Izuku. — el pecoso se giró a ver la mayor, tomando sus manos.
— "Si quieres cambiar el mundo debes moldearlo con tus manos, así signifique..."
— "... que debas mancharlo con sangre..." — temrinó de decir, Nagisa estaba llorando, pero no podía detener a su hermano menor. — Cuídate Izuku... tienes que volver.
