Izuku solo quiere ser libre, quiere poder amar y dejar de tener sangre en sus manos. No quiere que nadie más salga lastimado a causa de ello, lo idóneo sería que ellos lo odiarán, que su corazón dejará de latir por ellos...
Pero la vida es una perr...
Notas al final del capítulo comenten (amo leer los comentarios uwu)! Ahora sí... Disfruten!
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Hace 3 años....
Un pelicenizo salía de la secundaria, caminaba hacia su casa no sin antes poner afiches de Se Busca, pues aunque habían pasado cerca de 7 años desde la desaparición de su pequeño Deku seguía con la esperanza en su corazón.
Ese día pintaba para ser aburrido pero se encontro con un chico mitad albino mitad pelirrojo.
— Hola Todoroki...
— Bakugou
Ambos chicos traían en su mano aquellos afiches de Se busca. Miraron de nuevo aquello, el rostro de un pequeño pecoso sonriente estaba en grande.
— Oye Bakugou, ¿quieres ir a comer o algo? Hace mucho que mo hablamos.
— Esta bien, vamos a mi casa, la vieja dejo comida hecha.
Ambos emprendieron camino en silencio, tenia un año que no se veían desde que pasaron a la secundaria, el frio dé noviembre se hacia paso en el nublado dia.
El trayecto no fue muy largo, llegaron y Katsuki prendió la calefacción invitando al heterocromatico a pasar. Prendió la olla con curry y puso arroz en la arrocera.
— ¿Cómo has estado Todoroki? — empezó hablando el chico explosivo. — ¿Cómo estan tus hermanos?
— He estado bien, Fuyumi se acaba de graduar como maestra, Natsuo apenas entro en la Universidad y pues Touya no ha aparecido en un buen rato, ¿y tus padres?
— La vieja sigue jodiendo y mi padre nos calma, lo normal...
— ¿Has hablado con los Toshinori? — Toshinori... ese apellido era algo triste para ambos chicos.
— Si, la tía Inko suele venir a tomar té o hablar con mi madre, ha estado mejor. — la comida termino de calentarse, llevaron los platos al Kotatsu, empezando a comer.
— Bakugou... ¿tu aún crees que este vivo?
— Claro que si... tiene que estarlo... — murmuró con un semblante triste— ¿tu no?
— Cada día espero que aparezca con su linda sonrisa
— Mierda, lo extraño demasiado... — Bakugou no lloraba, sin embargo Todoroki lo entendía, ambos extrañaban a su amigo pecoso. Y esa tarde soltaron sus lágrimas. — Si aquella noche lo hubiéramos convencido de quedarse con nosotros... los tres estaríamos aquí.
— No sabíamos que pasaría... no es culpa de nadie.
