Izuku solo quiere ser libre, quiere poder amar y dejar de tener sangre en sus manos. No quiere que nadie más salga lastimado a causa de ello, lo idóneo sería que ellos lo odiarán, que su corazón dejará de latir por ellos...
Pero la vida es una perr...
Tenemos ese amor, ese tipo de amor loco Yo soy suya y el es mio Al final es él y yo
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El sábado por la mañana Izuku llegó a la estación del tren donde vería a Ochako y Nagisa. Llegando vio a ambos platicar y reír bastante.
— Dios los crea y ellos se juntan. — fue lo primero que dijo el menor al verlos. — Lamento la tardanza.
— ¡Ichan! Tu amigo es muy genial, me lo quiero robar.
— Awww eres un amor Urarachan
— Bueno sera mejor irnos ya.
— ¡Claro! Tenemos que vestir a Izu para la cita con sus galanes.
Tanto el ojiazul como la castaña se colgaron de los brazos del chico caminando hacia el tren para ir al centro comercial.
No tardaron mas de 10 minutos para llegar y empezar a realizar las compras, Uraraka y Nagisa escogían ropa para el menor, Izuku parecía una muñeca de vestir de tanto que lo cambiaban.
Para la 2 ya llevaban bastantes bolsas de ropa lo que mas sacaba de onda al menor era el hecho de que lo habían llevado a comprar lencería. Si bien no era un santo, jamás habia usado algo asi.
Se dirigieron a la zona de comidas, con sus pedidos en manos fueron a sentarse a comer. Izuku observaba a su amigo peliazul quien parecía bastante feliz con la chica gravedad, si mal no recordaba el no tenia muchos amigos asi que el que Uraraka lo aceptara y agradara luego luego lo emocionaba.
— Entonces ¿Primero sera con Bakugou?
— Asi es, pero no me dijo a dónde iríamos.
— No pensé que Bakugou fuera a apostar con Todoroki por una cita contigo.
— Yo si, por como es lo veía venir jajaja— rio Nagisa comiendo. — Aunque me sorprende mas que aceptarás salir con ambos
— Izuchan, ¿te gustan ambos?— el pecoso se sonrojo, asintió levemente. Ambos habían estado en su corazón desde siempre, aunque lo hayan despreciado de pequeño; siempre se preguntó como estarían y si serían felices.
Ambos chicos lo miraron de manera dulce, el resto de la tarde se la pasaron bromeando y yendo de tienda en tienda. Al dejar a Ochako en el tren ya llevaba consigo unas 10 bolsas de ropa y demás cosas.
Nagisa lo acompaño hasta su casa para después irse a la de Karma. Solo se preparó algo de comer para irse a dormir dado que mañana era un día emocionante y esperado por el pecoso. Tomo la sudadera de Katsuki poniéndosela dejándolo dormir bastante bien esa noche
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