Realmente no veo lo malo en todo esto.
Casi como si ya fuese más fácil mentir, suelto las mismas tonterías del diario.
"Perdon por la tardanza Mei, la fila en la caja era enorme"
Algunas veces se le ocurre acompañarme para cerciorarse de que no me encuentre con él y lejos de ser irritante o malo para mi de alguna otra manera, es genial verla más cerca de mi.
Incluso pongo en silencio mi celular cuando estoy en casa desde el día en que le di mi numero para evitar malentendidos con ella.
"Puede que tu hermana me odie"
No me mires de esa forma. Como si intentaras leer mi cabeza para descubrir lo que posiblemente ya sabes.
-Yuzu...
-¿mande?
-... últimamente regresas muy tarde.
-Lo siento por eso, creo que la tienda se está volviendo algo famosa.
-...
Esta bien.
Mientras no sueltes palabras que puedan perforar mi corazón está bien.
Mi celular sonó por unos segundos. Creo que olvide poner el silencio hoy. Es malo si comienzo a descuidar todo.
-¿quien es?
-... Harumin.
-...vale.
Shiro me envía mensajes de vez en cuando para encontrarnos. A veces vamos al parque, otras veces me lleva a jugar videojuegos. En raras ocasiones se le ocurren cosas de la nada como "vamos a comer" y yo solo lo sigo sin preguntar.
Creo que vive solo ya que dijo saber cocinar.
Mei parece tener más cuidado con mis movimientos y me hace sentir que lo que hago es malo. ¿qué hay de mal en encontrarme con un amigo a diario? Sus llamadas y mensajes cuando salía de la escuela eran para hacerme reír o contarme algo interesante.
Shiro era una persona muy simpática. Le gustan los deportes como el fútbol y el basquetbol, pero se considera un jugador promedio. Las cosas dulces le hacen sentir mejor y por ello acostumbra comer muchas paletas y chucherías. Le molesta tener que cortarse el pelo, así que tarda mucho en ir a cortarlo. Trabajo medio tiempo en aquella tienda donde nos conocimos y se inventó que de ahí sabía mi nombre. Cuando miente se pone tan nervioso que no puede mirar a la persona frente a él. Le gusta tomar café, pero su gusto por lo dulce le hace prepararlo con demasiada azúcar. De niño lo molestaban porque decían que era como una chica al tener un cuerpo delgado, y de verdad que no entiendo eso ya que él no se ve como una. Sus padres casi nunca están en casa, así que se la vive fingiendo ser un rebelde andando a altas horas de la noche en la calle. Odia el color rojo en la ropa, pero dijo que estaba bien cuando lleve una chaqueta de ese color...
Y de alguna forma... terminé conociéndolo más a él que a Mei.
-Oye Mei...
Era hora de dormir. Como siempre su costumbre era sentarse un rato en su escritorio a leer mientras yo me tumbaba en la cama. Sólo sabía cosas básicas sobre ella, cosas que cualquier persona sabría con pasar un día con ella. Incluso Momokino san parece conocer más de ella que yo.
Creo que lo único especial que se dé ella es su deseo por ser necesitada por alguien y sus problemas con su padre. Pero nunca le he preguntado muchas cosas. Son del tipo de cosas que aprendes con el tiempo, pero no se sus gustos tan a fondo.
-¿que pasa?
-¿hay algo que te guste y yo no sepa?
-haces preguntas raras...