-Dejalo.
Dijo tras ese instante de shock en que me dejó. "Vamos a cenar" dijeron mis labios sin que yo considerará un poco lo que había ocurrido. Era... extraño. Salí más rápido que en los simulacros de incendio de la escuela. Como si tuviera delirio de persecución o algo por el estilo.
No dijo nada. Se acomodó en la mesa conmigo y se mantuvo el silencio. Podría decirse que ya estaba comenzando a enloquecer si escuchaba algo similar a un segundero con su notorio clickeo una y otra vez en mi cabeza de forma desesperante. Pero no era igual a otras veces. Sabíamos que ahora estaba ese algo formado por ambas que me hacía querer salir corriendo y abrazar a ese chico para que me sintiera mejor.
-Sobre lo de antes...
El temido momento llegó.
-¿Quieres dejar el tema?
No sé cómo me veía ella, pero la expresión que hizo... se veía decepcionada.
-Me gustabas más cuando no lastimabas a la gente.
Lo dijo como si fuera el momento indicado. Y yo solo pense en lo estúpido que era mi corazón por emocionarse con ese "me gustabas" pero se detuvo instantáneamente cuando recordé que mi vida había cambiado de dirección hace días.
-Yo no estoy haciendo nada mal.
-No lo quieres.
Pensé lo que dijo. No me hacía sentir intensamente feliz o repleta de sentimientos como si fuera una burbuja a punto de estallar. Mi mente se mantenía serena la mayor parte del tiempo y jamás había hecho cosas impulsivas por él.
Pero es extremadamente cálido, como si fuera un frasco y me estuviera llenando de cosas dulces y brillantes. Me miraba como si solo yo fuera importante para él y me transmitía una seguridad que nunca antes había tenido. No lo amo, eso lo sé. Por más que quiera no sentiré esa corriente pasando por todo mi cuerpo con un solo rose o mis mejillas arder porque me mire.
-Me gusta Mei. No puedes cambiar eso.
Nunca habíamos necesitado conversar de esta forma. Mi apetito desapareció en el momento en que soltó esa bomba. La comida llenaba mi plato y yo pensaba en iniciar dieta, la Yuzu de antes jamás rechazaría la comida. ¡¿Quien en su sano juicio hace dieta?! La comida es como mi segundo amor como para dejarla. Bien, incluso tenía que ordenar mi mente para iniciar con la seriedad.
-No es cierto.
-Es cierto, lo siento.
-Me quieres a mi.
"Qué creída" fue lo que pensé cuando vi la decisión en su rostro al pronunciar aquella frase.
-No.
-Sabes que estoy en lo cierto.
-No.
-Si
Si creía que iba a continuar con su juego hasta desesperarme y darle la razón está equivocada.
-Mei, digas lo que digas no voy a dejarlo.
-¿Por qué eres tan necia?
-Porque soy yo.
Soy yo. Si no fuera como soy nunca habría intentado nada con ella. Habríamos vivido sin estos problemas y quizá nunca lo habría conocido. Nos gritariamos y seguiríamos llevándonos mal. No habría pensado nunca que ella podría necesitar de mí, jamás la habría ayudado. Si no fuera yo tal vez nada estaría ocurriendo ahora. Mi vida sería diferente. Quizá seríamos amigas o tal vez rivales e incluso dos personas que se odian a morir. Todo sería como un loco mundo alterno.
-Solo dejalo de una maldita vez.- Seguía maldiciendo por lo bajo y pensé que era estúpido. Jamas la habia visto perder la paciencia por algo que no fuera de la escuela.
No le dije nada más. No le di la razón y no le rechacé la idea. Estaba cansada. Tal vez un poco harta. Demasiado complicado para mi vida. Solo sé que sonreí a mitad de la noche. Ese chico era un idiota. "¿Quieres dulces?" decía su único mensaje acompañado de la foto de una bolsa de paletas de cereza.
"Estas loco"
Posiblemente ella podía ver la luz que mi celular causaba incluso debajo de las mantas. Pero ya no importo. Había tomado una decisión. Por primera vez pude dormir sin sentir un vacio en mi estomago.
And here we go again xd...