12

207 29 12
                                    


-Presidenta, es tarde. ¿No piensa ir a casa?

Ya no había ningún ruido proveniente de los pasillos. Las estudiantes posiblemente ya habían ido a casa. Incluso la sala del consejo comenzaba a dar esa sensación de vacío. Para cualquier otra persona seria asfixiante estar rodeada de tantos libros, papeles y demás. Con solo entrar notas lo adicto al orden que es el director de la escuela o cualquier persona que haya planeado que esa sala se viera tan perfecta.

-Me iré cuando termine.

El humor de cierta persona había empeorado últimamente. Su amiga de la infancia no tardo en notarlo, mas que nada porque se desquitaba un poco con ella durante el trabajo del consejo. Mas que nada. Mei siempre se tomaba un descanso para mirar por la ventana. La pequeña vicepresidenta creyó en un principio que su amiga gustaba de tomarse pequeños descansos. Hasta que un dia lo vio. Mientras regañaba a algunas chicas por llevar la falda más corta de lo normal. ¿Cómo no verla? No es un dia realizado para ella si no ha regañado a esa chica rebelde por su cabello. Justo en el momento en que se disponía a llamarla noto que ella corria tan tranquilamente hacia un chico notoriamente mas alto que ella. Lo habia visto rondando cerca de la puerta, pero lo ignoro porque no se veia sospechoso. ¿Era algún familiar? No, no tenia parecido físico con ella ¿Tal vez alguno de sus amigos? Esa chica se juntaba con personas muy animadas. Casi al instante las piezas comenzaron a embonar y rápidamente miro hacia donde estaba la ventana del consejo y como esperaba, era realmente visible desde el camino hacia la salida de la escuela.

Mei posiblemente sabia exactamente en que momento Yuzu saldría a encontrarse con Shiro cada dia. Se veia como una Yuzu diferente a la que habia conocido. Tal vez porque antes todo lo que le veia hacer era por Mei. Y ella solo se levantaba para verla por la ventana irse toda entusiasmada. En cuestión de semanas Yuzu dejo de ser la acosadora oficial de Mei. Se iba antes que ella de la escuela, dejo de mirarla cada que podía, incluso se volvieron como desconocidas en clase.

Momokino se quedo ahí observando a ambas. Por una parte se sintió feliz por Yuzu. La odiaba y todo cuando se conocieron, pero se habia ganado a pulso algo de su cariño, esa chica tenia un no se qué, que la ayudaba a ganarse a la gente. Por otra parte... viendo a una persona tan importante para ella con esa expresión en su rostro mientras espiaba a alguien por la ventana... era realmente deprimente.*

Mei solo esperaba a que todo el mundo se fuera desde el dia en que todo termino.

o-o-o-o-o

-Volviste...

Dijo esa chica complicada sentada en la cama mientras abrazaba sus rodillas.

-Si.

Yuzu entro a esa habitación sin una pizca de miedo o vergüenza. Mei estaba sentada sobre su cama, no invadía en ningún sentido el lado de Yuzu. Estaba abrazando sus piernas con algo de fuerza, la suficiente como para notar lo blanco de sus nudillos ¿Había estado en silencio todo el rato que se fue? ¿Cómo podía aguantar estar en un lugar así? Yuzu posiblemente iría a ver la Tv o saldría a dar un paseo, la rubia se habría preocupado por eso antes, pero tras pasar por el marco y verla, la ignoro y cerro la puerta tras de sí, puso a cargar su celular y luego miro a aquella chica de mala gana.

-¿Dormirás tan temprano?

-... algo así.

Intentar relajar el ambiente no era una gran idea si se tenia en cuanta lo seria y reservada que podía llegar a ser su hermanastra en esa clase de situaciones. Sin mas rodeos, respiro profundo y al fin se lo dijo.

-Le pedí a Shiro que fuera mi novio.

-Si... eso dijiste que harías.

-Bien... solo quería decírtelo.

Sonaba tan fría e irreconocible. Si había sentido miedo alguna vez por alguien tal vez no podría compararse con lo que sintió cuando la miro a los ojos. Tan indiferente, como si hubiera olvidado lo que eran... ¿Qué era exactamente lo que eran en un inicio? Si pone un poco de empeño aun puede recordar algo de aquello que llego a experimentar con ella. Solo habían pasado un par de horas y se sentía como si no se hubiesen visto en décadas. Yuzu solía ser una persona tan cálida para ella, como si fuera un ser y ahora era distinto. Mei solo la miro. Ella siempre había estado ahí y nunca se había detenido ni un segundo a observarla con atención cómo en ese momento. La vio tomar ropa de sus cajones y una toalla para meterse a bañar,observo todo, su cabello cayendo en sus hombros, su cuello desprotegido, sus manos blancas... pensó que volvería a sentir esa calidez si ella llegaba a tocarla. En un par de segundos quedo impresionada por esa persona. Ella siempre estuvo ahí. En el lugar al que ella nunca miraría, pero por mero milagro, ella estaba mirando ahora y su hermana ya no estaba ahí. Ella había avanzado sola. Es una chica fuerte, no iba a dejar que su mundo se derrumbara. "Que bien". Dejara de ser una molestia, no causara mas problemas para ella. No la seguirá a todas partes. No persistirá en ser algo que no quiere. No tiene que pensar mas en ella. Si, eso es lo mas seguro... ella nunca se equivoca. O al menos todas esas cosas fueron las que su cabeza le contó en silencio mientras flaqueaba al ver la espalda de esa chica.

-Yuzu.

Escapo esa palabra tan evitada por sus labios sin ninguna intención de buscar una respuesta.

-¿necesitas algo?

Tan seco. "Algo falta..." seguía repitiendo cada vez que la miraba a los ojos, si, en definitiva, ella podía ser helada, tan malditamente cortante aunque sus palabras no tuvieran nada en especial.

-No.

"solo quería llamarte"

o-o-o-o-o


-Estoy en casa.

Dijo en voz medio alta la rubia mientras dejaba sus zapatos en la entrada. Había alguien detrás de ella. Una persona mas alta, con una chamarra negra y con las manos dentro de los bolsillos.

-¿Estas segura de que es buena idea tenerme aquí?

-Bueno, Mei no llega temprano y mama dijo que estaría aquí, pero veo que no ha llegado. ¿Que haces?

Yuzu vio a Shiro aun en la puerta con un rostro que no había visto antes.

-¿Es correcto que esté aquí contigo si no hay nadie?

Para cuando dijo eso se dio cuenta de la situación.

-¡No haremos nada malo! por favor no me hagas pensar cosas raras.

Su rostro estaba más colorado que nunca. Sintió que en cualquier momento escucharía a ese chico reír, reír tan fuerte que creería que nunca acabaría y posiblemente se enojaría o fingiría molestarse con el, su rostro se pondría peor. Pero no lo escucho. Dejo de evitar su mirada y cuando al fin puso sus ojos en él se dio cuenta de que estaba sonriendo, pero no de manera burlona como cuando jugaban.

-¿Qué ves?

-Obviamente veo a mi linda novia.

El la abrazo, lo hizo como muchas veces antes lo había hecho. No sintio su corazon emocionado como si pudiera salir disparado de su pecho, no sentía esas ganas de apretarlo para que no se fuera nunca, No sintió esa emoción latente que solía sentir cuando la abrazaba, pero hubo algo que tampoco sintió y que la hizo sentir mejor con respecto a todo lo que pensaba. Ella no sintió la necesidad de pensar en ella en ningún momento mientras estaba con Shiro.

*Para quien haya visto esto en el texto XD :v Esta parte que marque la escribí después de ver una película donde me ha gustado la siguiente frase.

"Si el amor es poner un lugar en la mesa para alguien que nunca volverá a casa, creo que paso"

Pensé en lo de Mei espiando a Yuzu por la ventana del consejo porque en la película el padre de la chica que dice esta frase se divorcia y va a espiar a su exmujer todos los días por su ventana. (Película: Un invierno en la playa, aunque también la encontré en internet como evitando el amor)

Lo suficiente.Where stories live. Discover now