Irremediable

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Me despierto temprano, 7:32 AM. Al parecer, salió antes de lo que pensé. No está a mi lado...
Afuera esta lloviendo. Siento frío en mi cuerpo al destaparme por completo. Un escalofrío que recorre todo mi cuerpo provoca que se me erize el pelaje. Me levanto de la cama sólo en ropa interior para ir al baño. Vuelvo para ponerme un pantalón y una camisa de cuadros verdes. No estoy seguro de lo que paso en la noche si les soy sincero...

Salgo del edificio, con las llaves, guardándolas en el bolsillo de mi chaqueta. Olvidé el paraguas...que importa. Me encanta la lluvia y no me molesta mojarme. Quizá me resfríe pronto...a quien le importa. Tengo suficientes medicamentos en casa.

Se supone que hoy iba a salir a comer con alguien. No se si quiera. Realmente me duele mucho la panza. Además, creo que el sólo me busca por interés sexual, no amoroso...digamos que...sólo me la quiere meter. Que gracia, ¿no?

Camino por un parque. Que raro, hay niños jugando, incluso con una lluvia torrencial. Parece que será tormenta dentro de poco, o quizá sólo una nevazón nocturna. Después de todo, aquí en noruega es raro no ver nieve en invierno...aunque parecía un invierno eterno, incluso en verano...ya será primavera. Sólo unos días más y serán lluvias semi-soleadas o lloviznas leves a la luz del sol, apareciendo entre las nubes, alumbrando los pétalos de las flores...bah, a quien le importan las flores. Saco un cigarrillo y empiezo a fumar. Mañana tengo que ir al trabajo...que flojera. Me dijeron que hay un nuevo integrante. Nadie ha dicho nada de esta persona aún...meh, quizá sea igual que los demás. Alguien masculino, guapo, alto, musculoso e idiota...casi siempre son así. Apuesto que sólo se me acercaran por ser diferente a ellos, por ser pequeño, rechoncho, un poco guapo y, según ellos, "por tus lindas nalgas", ja. Sólo quieren sexo los mastodontes descerebrados...

Se me acerca un chico, un joven leopardo, pequeño y algo atolondrado. No esperaba menos de un joven así. Me pregunta si quiero jugar. Debió confundirse con un chico de su edad. Se percató del cigarrillo, me pidió perdón y hechó a correr. Se va a jugar con su grupo. Creo que hablan de lo avergonzado que esta y se ponen a reír menos el. Esta muy ruborizado...pobre, hehe. Uno de sus amigos me llama la atención...es un shiba. Me hace recordarlo...me hace recordarte.

Fueron cuatro años completos. Fui un imbécil, idiota, sopenco y sin sentimientos contigo. Te di dolor y sufrimiento. Me decías cosas lindas, me mostrabas cariño cada día. Cada mañana decias algo hermoso y yo sólo te respondía de manera inerte, como si no hubiese entendido, o como si no me hubiese llegado como querías. Te dejé, estuviste sólo por otro año entero...o bueno, eso creía yo. No tenía idea que tenias a otro, también noruego. No te fue fácil superarme, lo dijiste, pero tampoco lo fue para mi, después de cinco años de nuestro primer beso, después de cinco años de estupideces...después de cinco años, por fin me doy cuenta que te amo de sobremanera, incluso si te fuiste...despues de esos cinco años, ahora me revuelco en mi propio pesar, mi odio auto infligido, mi falta de cariño verdadero. Todas esas cosas me han cegado. Pase mucho tiempo buscando una relación como esa. Todas han terminado mal. Los golpéo, me golpean, me dejan mal o los dejo mal...en verdad es complicado ser un transversal solitario con resentimientos hacia mi mismo. O doy muy duro o permito que me den demasiado duro. Es desesperante, desagradable...aunque siendo sincero, nunca he sentido como es hacerlo de una manera realmente placentera...nunca lo hice contigo. Aunque ya no es posible. Te veo fielmente aferrado a el.

Aún seguimos en contacto, me hablas acerca de lo que haces y como te sientes, de que debería hacer y que no, me hablas de muchas cosas, y entre esas, me hablas de el. Me hablas de las veces que estan juntos. No pasan mucho tiempo, como dijiste. Temas de trabajo y lejanía. Uno esta aquí, otro en Japón, de vez en cuando viaja para verte. Hace cosas que yo podría...si tan sólo tuviese más dinero, si tan sólo tuviese oportunidad nuevamente. Supongo que si existe, pero difícilmente puede llegar a ser. Después de todo, cuantas oportunidades ya me has dado a lo largo de esos cuatro años. De esos hermosos y miserables largos años, en los que me sentía completo, pero no te completaba, en donde me amabas pero yo no te demostraba amor.

Mi jefe, el osoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora