—Me alegro de que hayas llegado a casa. Tu breve mensaje de texto comunicándome que estabas bien y que pasarías la noche con Lena no fue precisamente tranquilizador. Tu madre ha tenido que meterse en la cama por culpa de la jaqueca que le has provocado.
—Lo siento, papá —respondí. Lamentaba sinceramente haberlos preocupado. Aunque lo habría vuelto a hacer sin pensarlo dos veces.
—Conque lo sientes, ¿eh? Tengo que decir que me alegro de que te las arreglaras para llegar a tiempo a clase y visitar la tumba de tu abuela. No pongas cara de sorprendida. La visito todos los días y he visto la rosa en su lápida. Sólo tú le llevarías una sola rosa de su rosal. A nadie más se le ocurriría. Eres una buena chica, Andy. Siempre lo has sido, pero este verano tu comportamiento ha sido extraño y tenemos que enderezarlo-----. Si lo supiera, echaría toda la culpa a Bito. Quería que la culpa la tuviera otro. La idea de que su hija podía ser una gran farsante ni siquiera se le pasó por la cabeza.
—Bito también ha desaparecido. Todo el mundo pensaba que se habian escapado juntos. Pero me enviaste un mensaje diciendo que estabas con Lena y cuando llamé para comprobarlo el tutor de su residencia me lo confirmó. Así que no estabas con él, pero es tremendamente sospechoso que él también haya desaparecido y que Pedro tenga un ojo morado. ¿Qué ocurrió ayer, Andy?---- Estaba preguntando, pero también estaba claro que no quería saber la verdad. Sacudí la cabeza.
—Me peleé con Pedro y rompimos. Me escapé para ver a Lena. Eso es todo lo que sé. Le estaba agarrando el truco a esto de mentir. No era algo de lo que estar orgullosa. Mi padre asintió y cerró el libro que tenía en el regazo.
—Bien. No me gustaría enterarme de que estás enredada con alguien de la calaña de Bito. Que hayas roto con Pedro seguramente también será bueno. Los dos iban demasiado en serio y el año que viene empezaras la universidad. Tienes que ser libre para concentrarte en tu futuro.----- Se puso de pie y dejó el libro en la mesita. Sus ojos verdes buscaron los míos.
—Las malas compañías acaban por corrompernos, como ya sabes.----- Le observé mientras se dirigía a su dormitorio. Conocía la importancia de una buena conducta, pero su bondad parecía ser selectiva, se fijaba en los defectos de los demás, pero no en los suyos. Como sus prejuicios, que le impulsaban a condenar a Bito sin siquiera conocerlo.
NARRA BITO:
Bito: Perdóname por no haberte llamado. Por haber salido huyendo. Por lo de Pedro. Lo he echado todo a perder. He sido tan egoísta..no sabes cuánto lo siento. Perdóname, por favor. Si sé que estás dispuesto a perdonarme, podré enfrentarme a cualquier cosa. Quizá lo que hicimos estuvo mal. Quizá tendríamos que haber hecho las cosas de otra manera, pero no me arrepiento de ninguno de los momentos que pasé contigo. Me diste recuerdos que siempre conservaré con afecto. No te lo quiero poner más difícil. Dejaré que sigas tu camino. Sólo dime que no me odias. Te quiero, Andy.
Acaricié las palabras « te quiero» con el pulgar, mientras miraba fijamente la carta de Andy. Me quiere. Andy me quiere. Y había permitido que pensara que todo era por su culpa. El pánico que la invadía se leía entre líneas. ¿De verdad creía que sería capaz de odiarla? ¿No oyó nada de lo que le dije? ¿Mis acciones no habían sido lo bastante claras? Lo había sacrificado todo por ella. ¿Cómo podía pensar que la odiaba? Ni siquiera era posible. El dolor permanente que sentía en el pecho desde que mi madre me había arrancado el corazón se calmó un poco al releer las palabras « te quiero» . Ahora mismo necesitaba que me envolviese con sus brazos para llorar en ellos. Llorar por el hombre que fue el único padre al que conocí y al que perdí a una edad tan temprana. Llorar por el hermano que nunca supe que tenía, pero al que había querido de igual forma. Llorar por la única chica a la que había amado, la única persona a excepción de Pedro por la que estaría dispuesto a morir y por la situación imposible en la que nos encontrábamos. La quería tanto, La había escogido antes que a Pedro.. y volvería a hacerlo. Pero las cosas habían cambiado. Pedro estaba afrontando el mismo sufrimiento. Puede que más, porque fue su padre, nuestro padre, el que engañó a su esposa, me ignoró durante toda mi vida y le mintió. Una lágrima rodó por mi barbilla y aparté rápidamente la carta para que no se mojara la tinta. Necesitaba saber que le importaba a alguien. Que alguien me quería. Doblé la nota de modo que las palabras « te quiero» y su nombre estuvieran en contacto con mi corazón y me tumbé en el heno. Esa noche no iba a dormir mucho, pero las palabras de Andy me proporcionarían calor.
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¡h€y cHic@ rud@!
RomanceBito era el chico malo del barrio, maleducado, un busca pleitos y problemas, no pensaba en seguir estudiando....tenia 18 años y no pensaba en su futuro.....no hasta que llegó Andy al barrio...una chica de 17 años que si bien Bito era una desastre...