FINAL CAPITULO 12

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NARRA BITO:

Pedro no se dirigía al camino por el que había llegado. Venía directo hacia mí. Tendría que haberlo imaginado: sabía que les estaba observando. No salí de entre las sombras, esperé a que él se uniera a mí en la oscuridad. Fuera de la vista de Andy. Me sentía tenso como un cable de acero. Cuando ella lo había abrazado, no estaba seguro de que pudiera contener las ganas de correr a separarlos y arrojar a Pedro al puto lago si se le ocurría siquiera acercarse a su boca.

-¿Has visto y oído bastante? -preguntó él colocándose a mi lado para observar a Andy. Ella ya no le seguía con la mirada. En vez de eso, sus ojos volvieron al agua. La brisa jugueteaba con su largo pelo rubio provocando que deseara enredar los dedos en él.

-Sí -respondí, detestando sentirme tan hipnotizado por ella.

-Es toda tuya, hermano. Hemos cerrado este circulo. No necesitaba su bendición, pero sabía que Andy sí la necesitaba.

-Desde el momento en que la tuve entre mis brazos, fue mía. Siento haberte hecho daño, pero tú nunca amaste a la verdadera Andy. Yo sí.------ Pedro asintió con la cabeza.

-Lo sé. -Haré lo que haga falta para ser digno de ella. Andy es todo lo que siempre he deseado. -No cambies por ella. Andy cometió ese error conmigo. Se enamoró de ti tal como eres. Sé Bito... Sé tú mismo Andy me quería. Oír esas palabras hizo que un estremecimiento de placer me recorriera todo el cuerpo. Por fin había conseguido a mi chica.

-Tenía a Don Perfecto y me eligió a mí. No tiene sentido -comenté dirigiéndole una gran sonrisa a Pedro. Él rió entre dientes.

-el gusto se rompe en géneros.----. Me dio un codazo en las costillas.

-Ve a por ella, hermano. Está convencida de que tiene que salir de nuestras vidas para que podamos arreglar nuestra relación. Se le está rompiendo el corazón, se le notaba en los ojos. Está dispuesta a sacrificar su propia felicidad para hacer lo que considera mejor para ti. Ve a sacarla de su miseria.-

--- Salir de mi vida. Ni en broma. Di una palmada en la espalda a Pedro y fui directamente hacia ella. Pero primero iba a disfrutar de esos labios suyos que estaban fruncidos en un mohín.

NARRA ANDREA:

Unos brazos me rodearon la cintura. -Dios mío, hueles tan bien. -Mi cuello amortiguaba la voz de Bito. Su cálido aliento me puso la piel de gallina.

-¿Bito? -dije en voz ronca. -Mmmmmmm -respondió, besándome el cuello y mordisqueándome el lóbulo de la oreja. Ladeé la cabeza para facilitarle el acceso, a pesar de que tendría que haber estado parándole los pies. Pero al sentir que me envolvía su calor y sus manos me acariciaban decidí que por ahora no importaba. ---

-----Qué ..........-conseguí decir mientras sus manos jugueteaban con la tira de mi sujetador. Me estaba abrumando. No conseguía poner mis pensamientos en orden.

-Te quiero, Andy -me susurró al oído, y dibujó una estela de besos desde la oreja hasta el omoplato.

-Ah -exhalé. Sus dedos acariciaban la parte inferior de mi pecho y me empezaron a temblar las rodillas. Hacía tanto que no me tocaba.

-Calma, cariño -murmuró bajándome del árbol para abrazarme contra su pecho mientras se apoyaba en el tronco. Sus piernas se acomodaron entre mis muslos y me estremecí.

-No te dejaré marchar. Eres mía, Andy. No puedo vivir sin ti. -Su tono de voz era grave y feroz mientras me abrazaba con fuerza.

-Pero Pedro -A Pedro le parece bien. He hablado con él. Estamos arreglando las cosas. Pero Andy, no puedo seguir deseándote desde la distancia. Quererte y no tenerte. Acabaría en la cárcel si alguien intentara tocarte y Dios no quiera que se te ocurriera salir con otro. Me di la vuelta en sus brazos y apoyé las manos en su pecho. Me encantaba ese pecho. Especialmente cuando estaba desnudo.

¡h€y cHic@ rud@!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora