I'm fine/Save me

22 3 1
                                    

Pov Arin.

No tenía ni idea de dónde se había metido Yoongi y llevaba media hora dando vueltas. Ni en el baño, ni en las salas conjuntas ni absolutamente en ningún sitio. Salí al aparcamiento y ni rastro de él, no podía haber ido tan lejos, era imposible.

—!Arin!— escuché una voz unos metros atrás. —¡Arinnie!— volví siguiendo el sonido. Taehyung miraba a todos lados.

—Tae, déjame un momento, ¿vale?— me miró por fin y se acercó con rapidez.

—No.— ¿Qué? —Estoy muy cansado de que me apartes cuando tienes algún problema. No es justo, enana...—

—Te pido que me dejes porque no te incumbe y no es algo que deba preocuparte.— me giré para avanzar.

—Ah, ¿no me incumbe? Será eso… que tú no me importas. Que no me preocupo por tí. Que me da igual lo que te altere o te ataque.— tiró de mi brazo para quedar frente a mi. —No es justo que deniegues de mí, estoy hasta… las narices de que no me tengas en cuenta cuando te ocurre algo.— su pecho había empezado a subir y bajar con violencia, su aliento chocaba contra mi rostro con dureza. —Daría muchas cosas por tí y parece que no lo entiendes.— yo había empezado a temblar.

—Tae… no quiero preocuparte y menos si es algo entre Suga y yo.— su mirada cambió, sus hombros se irguieron y miró hacia el techo.

—Siempre Hyung.— mordió su labio inferior y a mi se me humedecieron los ojos.

—V… no seas así, sabes que estoy con él, es lógico que piense en él.— Taehyung y Jimin eran complicados y compartían un problema. No admitían lo que no les gustaba.

—¿Por qué?— volvió a clavar sus orbes en los míos. Decepcionado y enfadado me hizo cuestionarme mi entera existencia, pues con una sola mirada suya mi alma se elevaba y temblaba como una quinceañera. Taehyung provocaba demasiado dentro de mí. —No me dejaste ninguna posibilidad, Arin, he intentado contenerme y lo único que provoca eso es que caiga más profundo en un abismo del que solo tú puedes sacarme.— se acercó por completo a mi y me cogió de la mano. La otra la elevó hasta mi mejilla pero no llegó a tocarme, se abatió y la dejó caer a un costado de su cuerpo. Su cabeza también cayó.

No obstante recuperó el semblante y volvió a mirarme con mucha más intensidad. Mis piernas fallaron ante el brillo que desprendían sus ojos. Este era el Taehyung al que me había acostumbrado, uno que no sabías nunca por donde iba a salir, ni qué esperar de él. Que en un momento era como un crío indefenso pero al segundo podría controlar a un ejército solo con una mirada, mucho más maduro y serio. Pero sobre todo, excitante. Él sabía lo que era capaz de provocarme y se valía de ello.

Di un paso atrás, él pasó la lengua por su labio y una sonrisa lasciva apareció en su rostro angelical.

—Taehyung, no sé qué pretendes pero basta ya.— siguió acercándose a mi. Mi corazón latía sin un ritmo estipulado, si seguía por ese camino caería y no podía ser.

—Mirame a los ojos y vuelve a pedirlo. Y no me llames así, Arin.— la dureza de sus palabras llegaba a intimidarme. Mi espalda chocó contra la pared y él se acercó completamente a mí. Su respiración era tan agitada como la mía o incluso más, nuestras narices se rozaban y podría jurar que mis ojos escudriñaron cada lunar de su rostro. Tenía la boca seca y como si nuestras mentes estuvieran conectadas él humedeció los suyos invitándome a imitar aquel acto. Suspiró con fuerza contra mi piel pero no abandonó mis ojos en ningún momento. —*Tienes tantas ganas de besarme como yo, no lo niegues*.— su voz rasposa y profunda en un susurro erizó mi piel. —*Estamos en la misma situación que la primera vez, porque recuérdalo Arin. Esa vez fue mía y desde aquel momento tus labios me juraron a mi la eternidad de tus besos*.— sentí mi corazón pararse. Esto no podía ser, yo no quería, no podía, debía negarme a él. Me llamó y sin dejarme contestar, sonriente por mi enrojecimiento, tapó mis labios con los suyos con una exquisitez impecable, tal y como lo hizo en esa fiesta, provocándome un mar de intensidad que se concentró en el bajo de mi vientre, me olvidé hasta de quien era. No recordé que estábamos en un establecimiento público, ni a quien buscaba, sus labios me hicieron olvidar cualquier cosa que no fuera a él.

Find your voice. (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora