Capitulo V

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Me disculpo si alguien se enojó por mi advertencia indirecta que di en el capítulo pasado XD

Para cuando terminé de contar lo sucedido a Grahim, ya habían dado las diez de la noche.

Estábamos en mi apartamento y nos habíamos sentado en la mesa.

-Por eso parecias tan seguro cuando te pregunté sobre tus relaciones en el trabajo.

-Algo así.

-¿Y qué le hicieron?¿No sé salió con la suya, cierto?- preguntó, se veía totalmente preocupado. Cuando mencioné lo que me hizo Ilian su expresión se había tornado oscura.

-Luego de eso, hablé con Zelda e Impa y entre los tres encaramos a Ilian. Claro no había pruebas, así que no pudimos hacer nada, lo que si es que todos en el salón presentaron quejas contra Ilian, luego de que se enteraron de lo que me hizo, nadie se calló nada. Al final, Ilian dejó de asistir por todo lo que hicimos, ya que estos casos llegaron a los oídos de periodistas y con esto empezaron a desacreditar su empresa, por lo que oí, tuvo graves pérdidas tanto económicas como de reputación- le expliqué, Grahim asintió.

-Lo siento- dijo, volte a verlo, parecía herido y molesto, de alguna manera

-No tienes que disculparte, no es tu culpa, todavía no nos conocíamos- dije rápidamente y coloque una mano sobre su hombro.

-No es por eso, yo...- se tranquilizó y me sonrío -olvídalo. Solo espero que ese tipo no muestre su cara por aquí.

-Si, eso espero- nos quedamos callados un rato, hasta que una idea cruzó mi mente -Oye, ¿quieres quedarte a comer?

Grahim me miró con una sonrisa y asintió, se le veía de mejor humor.

-Si, gracias. Te ayudaré a hacer la comida- le devolví la sonrisa y asentí enérgicamente.

El ambiente se sintió más ligero luego de la cena. Terminamos platicando de la escuela, como tema general. Conocí mejor la actitud y personalidad de Grahim gracias a esto.

Parece que le molestan mucho las personas incompetentes e ignorantes, y no le agradan las clases de informática y computación, pues lo que respecta a tecnología a él se le complica, simplemente no se le da. Pero él nunca lo admitiría. Por esto me dí cuenta de que es muy orgulloso y no le gusta ser opacado, mucho menos humillado, dándose aires de superioridad aunque es muy humilde realmente.

Nos quedamos hablando hasta que dió la una de la madrugada. Cuando estoy con Grahim, el tiempo si que pasaba rápido.

-Vaya, si que es tarde- dijo Grahim, seguido de un bostezo.

-Si- bostece, otra idea se me ocurrió, hoy sí que estaba muy ingenioso, pero me daba un poco de pena... -Este... Sabes, es muy peligroso afuera a esta hora, si vas solo. Podrías, solo si tú quieres, claro, p-puedes...- las palabras se atoraron en mi garganta, me daba mucha vergüenza, ¿Y si le molestaba?¿Y si se enojaban conmigo? ¿Y si le causaba incomodidad? No podría vivir con ello, tal vez estaba siendo demasiado directo. Mi cara se enrojeció.

-¿Puedo... Qué?- preguntó Grahim con una cara de confusión. Yo le miré.

Podría devolverle el favor que me hizo hace unos días atrás, quería hacer algo por él, como él hizo por mi.

Aunque, yo también salía beneficiado de esto...

Me arme de valor y hablé con la mayor seguridad de la que me ví capaz.

-Puedes quedarte a pasar la noche conmi- digo aquí- Grahim me miró expectante y con ojos como platos, pero enseguida recuperó su compostura.

-Si no es mucha molestia...

-¡No, claro que no!- respondí rápidamente, en seguida me percaté de que prácticamente había gritado, con la cara llena de vergüenza y el corazón desenfrenado, no hice más que sostenerle la mirada lo mejor que pude.

Él solo me sonrío y yo, aliviado, le devolví el gesto.

Después de media hora, los dos ya nos habíamos bañado. Yo fuí primero, mientras que Grahim buscaba algo de ropa que le quedará, pues él era más alto que yo, pero por suerte encontró algo en el fondo del armario.

Era una blusa de color beige simple y un pantalón de lana negro.

El lo que él se bañaba y cambiaba, yo hacía un tendido al lado de mi cama.

Cuando Grahim salió del baño, me miró extrañado al ver me estaba recostando en el tendido.

-¿Qué haces?

-Me acuesto- dije rodando los ojos.

Grahim cambió su mirada extrañada por una de molestia. Lo admitiré, eso provocó una opresión en mi pecho.

-No lo creo. Tú dormirás en la cama- dijo acercándose a mi con paso decidido y firme. Me tomó del brazo e hizo que me levantara, yo protesté, pero el siguió con lo mismo.

-Pero, Grahim, tú eres mi invitado, no te dejaré dormir en el suelo- me sentó en la cama y se recostó en el tendido.

-Tal vez, pero yo tampoco te dejaré dormir en el suelo- sus palabras hicieron desaparecer la opresión de hace un momento. Ahora mi corazón brincaba de alegría. Su expresión mostraba una gran preocupación.

Pero no se lo dejaría tan fácil.

-Gracias, pero insisto- me puse de pie e intente jalarlo a la cama, como él hizo conmigo, pero pesaba demasiado y apenas y lo moví.

-Link...

-Pesas mucho- Grahim se sonrojó ante mi comentario, no entendí el porqué hasta que mire con más atención, haciendo que me sonrojara al acto.

Al decir aquello, había terminado rodeando a Grahim con mis brazos por su espalda, envolviendolo en un abrazo.

-L-lo lamento- dije apartándome.

-No importa- dijo todavía sonrojado, enseguida se tapó con la sábana y se recostó nuevamente.

-Oye- volví a jalarlo del brazo -ya te dije que no te dejaré dormir en el piso.

-Lo siento pero ya me dormí- contestó burlonamente, seguido de unos ronquidos falsos.

Mi cara se puso roja, esta vez de enojo.

-¡Bien! Como quieras- tomé la almohada de mi cama y me acosté en el piso, a pocos metros de mi invitado.

Grahim se dió cuenta de lo que hice ya que se levantó y se dirigió a mí con sus pasos muy marcados.

Me cargó en su brazos y me recostó otra vez en la cama, solo que esta vez el también se metió.

-¿Ya estás contento?- murmuró, voltendome a ver, yo asentí con la cara bastante roja y el corazón desenfrenado.

Grahim cerró los ojos y luego de un rato, se quedó dormido. Mientras, yo seguía analizando la situación.

Mi cama no era muy grande que digamos, entonces estábamos bastante pegados.

Estábamos hombro con hombro y siendo honesto, me encantaba.

Así, me quedé dormido, dejándome llevar por la felicidad del momento.

Con un vistazo (Ghiralink, AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora