Con un vistazo (Ghiralink, AU)

Capitulo VI

No estoy seguro de lo que pasó durante la noche, después de que me quedé dormido.

Eran las nueve y media de las mañana cuando me desperté. Y vaya forma de hacerlo.

Abrí lentamente mis ojos. Sentí una gran calidez y comodidad en mi cabeza.

-¿Dormiste bien?- preguntó una voz familiar, una voz que le encantaba a mis oídos. Yo asentí -Si que tienes pesado el sueño, llevo veinte minutos intentando despertarte.

Levanté un poco mi cabeza y talle mis ojos, enfocando con más claridad la imagen frente a mi. Casi me caigo de la cama si no fuera por Grahim que me sujetó de los brazos.

¡Estaba acostado encima de Grahim! ¡¿Qué demonios pasó en la noche? ¿Cómo llegué aquí?!

Aunque... Se sintió genial, se sintió asombroso.

La sensación de antes se debió a que mi cabeza había estado descansando en el pecho de Grahim.

Estaba muriéndome de la vergüenza, a pesar de que me gustó.

Me levanté apresuradamente, pero solo lo empeoré, terminé cayendo al suelo con Grahim encima mío.

-Ten más cuidado- dijo sobándose la cabeza. Yo intenté quitarme, pero con el encima mío me fue imposible.

-P-perdón, Grahim, este... ¿Puedes moverte, por favor?- abrió los ojos que hasta ese momento tenía cerrados y volteó a verme y luego como habíamos quedado...

-C-claro, lo siento- dijo moviéndose, permitiendo que me levantara.

-No importa- murmuré. Mis mejillas tenían un color carmesí.

Nos levantamos y nos empezamos a arreglar, fingiendo que no pasó nada.

-

-Pareces muy apresurado- comentó Grahim, mientras comía un pan tostado.

-Tengo trabajo en una hora y no encuentro mi mochila- dije mientras buscaba desesperado mi mochila negra que utilizaba para ir a trabajar.

Me vestí con traje negro y corbata roja, pues así nos pedían ir vestidos. A mí la gente ni podía verme, pero el gerente insistía en que era reglamentario y esto y lo otro...

-¿Esta?- dijo Grahim sosteniendo una mochila negra en su mano.

-Si, gra- intenté tomar mi mochila, pero Grahim la alejó de mi alcance -¿Qué sucede?

-Toma tu mochila de la escuela y sígueme- dijo y salió por la puerta, yo lo seguí después de poner el seguro.

-¡E-espérame! ¡Ey!- Grahim se paró y volteó a verme.

-¿Qué sucede?

-La estación del metro está por allá-dije apuntando con el pulgar detrás de mí.

-Lo sé, pero nosotros vamos a mi casa- contestó y siguió caminando.

-¡Ey! Espérame, ¿Por qué vamos a tu casa?- pregunté confundido.

-En mi carro llegaremos más rápido.

-¿Tienes licencia?

-De aprendiz, si, ahora apúrate.

Seguimos hasta llegar a la casa de mi amigo e interés amoroso. No había dado en la cuenta de que al lado de la casa había una cochera con puerta blanca.

Grahim la abrió inalámbricamente y dentro se encontraba un carro que se veía que era caro.

Era rojo brillante, con llantas negras, se veía pequeño, pero conforme me acercaba podía apreciarlo mejor, era largo, pero no muy ancho.  (La imagen que puse explica mejor su apariencia).