Desperté como a las once de la mañana.
La noche anterior lloré como una niña pequeña, así que ahora estaba hinchada y con la nariz roja.
Me puse de pie, mi estomago rugió.Camine como un zombie hasta las escaleras y las baje con mucha pereza, cuando llegue a la cocina vi a mamá y a papá dándose un beso. Al parecer llegó en la mañana.
Después de hacer una cara asqueada golpee la puerta de medio cuerpo.
-No es una bonita vista en la mañana.
Ambos rieron.
-Cariño, buenos días.
Papá se acercó a mi y me dio un abrazo.
-Buenos días, ¿cómo estuvo tu viaje?
-Bien, cariño, me fui por una semana y ya hasta vas a fiestas y tienes citas.
Mire a mamá reprochandola en mi mente.
En respuesta se encogió de hombros.
-Tengo hambre-dije.
Después de desayunar sola, porque obviamente mis padres ya habían comido me fui al baño a tomar una ducha y lavar mis dientes.
Por mis ojos y nariz le dije a mis padres que había pescado un resfriado, me dejaron medicina y salieron.Mi celular sonó.
-¿Aló?
Era un número desconocido.
Sólo podía escuchar la respiración de la otra persona. Aleje el celular de mi oído.
-¿Bueno?
La llamada se colgó.
Rodé los ojos pensando que pudo haber sido una estúpida broma.
El resto de la tarde fue aburrido y no paso nada fuera de lo común, me encerré en el closet donde tenía varias fotos de Josh, tenia algunas de cuando era pequeño y muchas que tomé yo misma, las borraba de la cámara. Tenia varias en las que estaba con Jane, con Katy, con Dan y con su última novia muerta, también tenía con sus hermanas y su madre.
Cuando estaba sola en ese pequeño closet sentía que no era normal, pero no hacía nada malo con eso, solo envidiaba a cada una de esas personas, pero ahora lo tengo, ahora tengo su mirada, tengo su atención.
-Voy a protegerte de quien sea-hable a la foto que tome la mañana que empezamos a tratar-. Te lo prometo.
Agarre mi laptop, ahí tenía aún más fotos de Josh y de todos los que lo rodeaban, también tenía información sobre cada uno.
-¿Lizzy?
Esa fue la voz de Josh.
Abrí mis ojos y mi corazón empezó a latir rápidamente, cerré el aparato rápidamente y en silencio.
¿Qué hace aquí? ¿Cómo entró?
Asomé mis ojos por el pequeño espacio del closet.
Lo vi observar mi habitación aparentemente normal. Se sentó sobre mi cama y agarro mi cámara.
Gracias a Dios había borrado fotos de ahí, solo tenía fotos de mis padres y de cosas al azar que tomaba. Él sonreía cuando veía las fotos, se puso a ver un vídeo.
-Mamá, estas grabando-escuche mi propia voz.
No puede ser.
-Sonríe hija.
-Maaaaá, no quiero que me grabes.
-¿Porqué no? Estas hermosa ¿verdad, amor?
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Antes de su muerte
Short StoryTuve un sueño, él estaba muerto, y lo perdí para siempre, aún cuando nunca lo tuve Todos los derechos están reservados.