14. Oportunidad

10K 717 106
                                    


Disfruten del capítulo.

_______________________________

—Buenas noches —expresó Romina nerviosa.

—Pasa. Estás muy arreglada —la escaneo de pies a cabeza. Traía puesto un vestido de gala, de inmediato le llegaron recuerdos de la vez en que anunciaron su compromiso a todo mundo, fue de su desagrado. 

—Tuve un compromiso.

—Claro.

Tomaron asiento en la sala. Para el tiempo que había vuelto a casa, la rubia ya se encontraba con ropa cómoda.

—¿Me dirás lo que te ocurre, Romina?

—Uhm… bueno. Verás, estos días yo he estado con mis padres y…

—¿Quién es Jesús Cazares? —habló sin rodeos, lo que tomó por sorpresa a Romina.

—¿Qué? ¿Qué dices?

—Lo que escuchaste. O crees que nunca me enteraría. Así que responde ¿Qué relación tiene contigo?

Romina se quedó callada por segundos hasta que finalmente se armó de valor para hablar.

—Renata. Creeme cuando te digo que estoy enamorada de ti y que lo último que quiero es hacerte daño.

—Responde lo que te pregunte —se impacientó.

—Él —no tuvo más remedio que confesar— es… mi prometido.

—No puedo creerlo —rió incrédula de lo que escucho. Pues aunque ya lo sabía, oírlo de ella, dolía mucho más.

—Por favor, perdóname —sus ojos enrojecieron por la pena ocasionada a su novia—. Tienes que saber que mi relación fue arreglada. Mis padres me presionaron para formalizar lo que tengo con él. Pero todo se complicó cuando mi familia comenzó a tener problemas en la empresa y entonces tuve que seguir…

—¿Desde cuándo?

—¿Qué? Eso no importa.

—¿¡Desde cuando eras su novia!? —preguntó molesta.

—Hace más de un año —expresó casi al borde de las lágrimas.

—¡Maldita sea! —pasó ambas manos en su cabeza. No cabía de la impresión por el tiempo que le estuvo mintiendo—. ¿Por qué? Porque carajos no me lo dijiste desde el inicio. Me dejaste ilusionarme al aceptar andar conmigo y tú ya estabas con alguien —contuvo el nudo en la garganta—. ¿Acaso fue un juego para tí? O solo querías divertirte y experimentar antes de avanzar con él.

—No. Claro que no. De verdad, no miento cuando digo que te amo. Él no significa nada para mí.

—¡Te vas a casar! ¿Eso te parece poco?

—No, no me voy a casar. Ya lo decidí —se arrodilló frente a ella—. Quiero estar contigo. Por favor. Dame una oportunidad más para demostrártelo. Por favor —la tomó del rostro robándole un beso hambriento.

Intentó luchar, pero aún en contra de sus sentimientos, seguía enamorada de ella. Tontamente se dejó envolver por ese deseo que seguía avivado en su corazón. Acarició sus mejillas y luego descendiendo más, la tomó de la cintura obligándola a levantarse. Romina obedeció. Se sentó sobre las piernas de la rubia quien no dejaba de besarla y acariciarle la cintura.

La Amante Perfecta ✔️ [Libro 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora