Lauren se sentó en su auto y puso sus manos en volante con fuerza, apoyó su cabeza en la parte superior de este con los ojos cerrados. Respiró hondo en un intento de despejar la mente. ¿En qué demonios estaba pensando? Golpeó su cabeza contra el volante. Lauren no podía entender por qué había hecho algo tan estúpido. Había una razón por la que ella había estado guardando sus sentimientos por Camila, una razón muy válida. No era porque tenía miedo al rechazo de ella, aunque, este pensamiento se apoderó de su mente en un gran número de oportunidades. Pero su silencio en realidad fue por motivos mucho menos egoístas. Camila era vulnerable, ella ya tenía que lidiar con mucho estrés, con su salud, la escuela y Lauren no quería añadir algo más a esa lista. Ella era feliz siendo amiga de Camila, mucho más que feliz de hecho. Pasar tiempo con la chica de ojos cafés era su actividad favorita y su felicidad significaba todo para Lauren. Había ocultado sus sentimientos con tranquilidad porque en el fondo sabía que Camila la necesitaba más como un amiga que como una novia. Ahora, todo estaba arruinado, y había una gran posibilidad de que perdería a Camila completamente, y todo porque no podía mantener la boca cerrada.
Lauren se golpeó la cabeza contra el volante de nuevo. Mierda, pensó. Mierda. Mierda. Mierda.
Inhaló profundamente, una vez más, dejando que el aire escapara lentamente de sus pulmones, tratando de librarse del miedo que parecía haber consumido todo su cuerpo. Lauren trató de recordar lo que había estado pensando cuando le confesó todo a Camila, pero la verdad es que ella no estaba pensando en ese momento. Para entonces, solo se había sentido bien y no pudo evitar decir las palabras que había estado deseando decir desde el primer día que la vió en el pasillo del colegio. Por primera vez, Lauren tomó su propio consejo y dejó que su corazón gobernara sus emociones. Había dejado de pensar demasiado, apagó su cerebro y su lógica enloquecedora, e hizo lo que Camila le había sugerido, tomó un riesgo, ella vivió.
El único problema era que la vida era dolorosa. Malditamente dolorosa. Cuando dices algo, ya no puedes arrepentirte. Camila le había dicho que la vida era demasiado corta y lauren estuvo de acuerdo con eso, de hecho, esa frase fue una fuerza que la impulsó a decir su confesión. La idea de perder a Camila, aterrorizó a Lauren. La idea de que Camila nunca supiera como se sentia, la aterrorizaba aún más, ya que su autoestima era muy bajo. Así que pensó "¿Qué mierda? ¿Qué es lo peor que podría pasar?" Si hubiera pensado un poco más, tal vez habría escuchado a su cerebro en vez de su corazón y habría mantenido la boca cerrada.
En cambio, ahora se encontraba sentada sola en su auto, con el silencio sepulcral que la había seguido tras su confesión. Lauren levantó la cabeza del volante y se pasó la mano por el pelo, quería llegar lo más lejos posible de la casa de Camila, para poder aclarar su mente y pensar. Sacó las llaves de su bolsillo y encendió el motor. Lauren puso el auto en marcha, miró el espejo retrovisor por un momento y puso su pie sobre el acelerador, moviendo el vehículo hacia adelante.
Lauren estaba tomando un poco de velicidad cuando notó algo frente su auto, y luego supo que algo había caído sobre el capó. Se apresuró a frenar, el auto hizo un gran chirrido cuando paro, quedando a centímetros de la persona que se había interpuesto en su camino. La boca de Lauren se abrió ligeramente cuando se dio cuenta de que era Camila quien la miraba desde el otro lado del parabrisas, su preocupación por la otra chica se manifestó con ira.
"¡Jesucristo Camila!" gritó Lauren, cerrando la puerta de su auto con fuerza. "¡¿Qué mierda crees que estás haciendo?! ¡¿Están tratando de matarte?! Pensé que sabías que no es bueno ponerse delante de los autos en marcha."
Lauren lamentó sus gritos apenas los dijo. La cara de Camila era pálida y parecía estar a punto de vomitar o colapsar, quizás ambas cosas.
"Mierda" dijo Lauren en voz baja, cerrando la distancia entre ellas, colocando una mano en el hombro de Camila.
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Trials and Tribulations
FanfictionEsta historia no me pertenece, todos los derechos a la autora original