Capitulo 46

523 18 0
                                    

"Entonces ¿cuáles son tus planes para el resto del día?" preguntó Lauren a Camila, ambas aún acurrucadas en el sofá juntas. La cabeza de Camila estaba enterrada contra el hombro de Lauren y ladeó su cara un poco para así encontrarse con la mirada cuestionadora de su novia.
"No tengo ninguno," contestó Camila, sus dedos acariciando la parte de detrás de la mano de Lauren tiernamente donde estaba apoyada sobre su regazo. "¿Por qué? ¿Qué tenías en mente?" preguntó.
"Pensé que a lo mejor ¿podíamos salir?" dijo a medias Lauren, medio preguntando; su voz vacilante como si dudase de que Camila quisiera ir.
"¿En una cita?" cuestionó Camila, una sonrisa apareciendo en la esquina de su boca, sus ojos brillando ante la sugerencia.
"Sí," contestó Lauren, dejando caer sus ojos hasta donde estaban sus manos juntas en el regazo de su novia. Las levantó cuidadamente hasta sus labios y plantó un suave y cariñoso beso en la parte de detrás de la mano de Camila. "¿Qué piensas?"
"Creo," contestó Camila con un brillo juguetón en sus ojos mientras se estiraba besando a Lauren amablemente en la boca, su suave piel moldeándose contra su otra mitad perfectamente. "Realmente me gustaría."
"Pensé que ¿a lo mejor te podía llevar a comer algo?" sugirió Lauren.
Camila cambió su posición en el sofá ligeramente, levantando su cabeza con entusiasmo ante la idea.
"¿Podemos ir a Jimmy's?" preguntó emocionada, moviendo una de sus piernas sobre las caderas de Lauren para así estar a horcajadas sobre ella. "Me encanta ese sitio y no he ido en mucho tiempo."
"Déjame adivinar," se rió Lauren divertida, su mano libre extendiéndose para poner un mechón de pelo detrás de su oreja y fuera de sus ojos. "Quieres alitas."
"¿Soy tan predecible?" preguntó Camila, ladeando su cabeza un poco hacia un lado, una expresión adorable en su cara lo que le dio a Lauren un repentino deseo de pellizcar las mejillas de su novia.
"Sí," le dijo Lauren, sentándose un poco mejor y poniendo una mano en un lado del cuello de Camila para prevenirse de sucumbir al impulso.
"Pero no solo quiero alitas," le dijo Camila, cambiando su peso un poco, una de sus caderas empezando a doler de la posición rara en la que estaba sentada. "Quiero otras cosas también..."
"¿Cosas como pizza?" sugirió Lauren, cortándola y levantando una ceja ante su novia quien fingió ofensa ante eso.
"Claro que quiero pizza," la regañó Camila a medias. "¿Por qué siquiera fue eso una pregunta?"
"No sé," dijo Lauren sonriendo ampliamente, sus manos moviéndose para acariciar los costados de Camila delicadamente. "Supongo que estaba comprobando si no te habían lavado el cerebro mientras estuviste fuera."
Camila se rió a carcajadas y Lauren sintió que su sonrisa se agrandaba inconscientemente en respuesta al sonido musical cuando se encontraba con sus oídos.
"¿Qué es tan gracioso?" cuestionó Lauren y Camila puso una mano en el hombro de su novia para colocarse, su peso precavidamente moviéndose sobre el regazo de su novia cerca del borde del sofá.
"Bueno, simplemente lo he encontrado un poco irónico porque ¿no fue esa la razón por la que me mandaron al centro de tratamiento en primer lugar?" explicó divertida. "Ya sabes, ¿para centrar mi cabeza?"
"Sí, para centrar tu cabeza Camz," dijo de acuerdo Lauren su sonrisa aun firmemente en el lugar. "Pero no quiero que te conviertas en una especie de babosa, servil novia que no puede pensar por sí misma y que ha sufrido un completo cambio de personalidad," bromeó juguetonamente.
"Oh interesante," dijo Camila sonriendo malévolamente mientras se inclinaba y cerraba la distancia entre ambas, su boca parándose a centímetros de la de Lauren, sus ojos oscuros chocolate firmemente posados en los traslúcidos verdes de su novia. "Pensé que a lo mejor podías apreciar una novia sumisa." Respiró sugerentemente, su cálido aliento tentadoramente contra la piel de Lauren.
Lauren tragó saliva con dificultad y negó con la cabeza de lado a lado débilmente en desacuerdo.
"Una de las cosas que más me encantan de ti es tu mente," le dijo Lauren, extendiendo una mano para acariciar la frente a Camila significativamente. "Nunca quiero que pierdas eso, es lo que hace que seas quien eres."
"Pero nunca podría realmente perderla," dijo Camila felizmente, acercando su boca incluso más cerca de la de Lauren provocativamente. "No realmente. Especialmente mientras tú sostienes la llave, mientras tú la mantienes a salvo por mí." terminó, su mano haciendo su camino hacia el cuello de Lauren en busca del colgante que le había comprado como regalo de Navidad.
Lauren levantó su propia mano rápidamente para parar la mano de Camila que vagaba por ahí pero era demasiado tarde para parar a su novia de descubrir que el colgante  no estaba ahí y echó su cabeza hacia atrás, frunciendo el ceño en sus facciones.
"¿Te lo quitaste?" preguntó Camila, incapaz de esconder el dolor en su voz, una expresión herida apareciendo en su cara.
Lauren sopesó las posibles respuestas en su cabeza, debatiendo si sería lo mejor o no mentirla o decirle a Camila la verdad.
"Me lo quité hoy," Lauren finalmente decidió admitir y Camila cambió su peso para así ya no estar más sentada en el regazo de la chica alta, en su lugar sentándose de nuevo en el cojín de al lado, la distancia física entre ambas traicionando sus emociones más de lo que las palabras podían.
"Oh," respondió, recorriendo una mano por su pelo, su mirada sin encontrarse con la de Lauren. "Vale," dijo asintiendo con su cabeza débilmente.
"Camz," dijo Lauren, poniendo una mano en el brazo de su novia y acariciándolo tranquilizadoramente. "Lo he llevado puesto todo este tiempo, lo prometo, ha sido dolo hoy cuando me lo quité." Le informó. "Tuve una especie de crisis en la escuela esta mañana y me lo quité," compartió. "Pensé que habíamos terminado y estaba enfada contigo por no contactar conmigo...por favor no te enfades..." suplicó.
"No estoy enfadada," dijo Camila tristemente y Lauren podía ver que no la estaba mintiendo.
Camila definitivamente no estaba enfadada; de hecho no parecía enfadada para nada, parecía aplastada y Lauren sintió caer su corazón en su pecho ante la dolorida expresión de la cara de su novia.
"Por favor, no tengas eso demasiado en cuenta," le pidió Lauren, levantando una mano para tomar la barbilla de Camila para así girar la cara de la chica para que la mirase. "Fue una reacción, nada más. No significa nada Camz. Lo hice en el calentón del momento. Habían pasado seis semanas así que pensé que era hora de intentar seguir adelante, de intentar olvidarte para así poder finalmente volver a la normalidad de nuevo..."
Camila se levantó del sofá rápidamente y extendió una mano hasta su cara, la parte de atrás de esta cubriendo su boca mientras caminaba por el salón delante de Lauren, su otra mano apoyada en su cadera.
"Camz, ¿estás bien?" preguntó Lauren levándose para hacer un movimiento hacia ella, pero Camila la paró en sus intenciones y se giró para mirar a Lauren mientras animaba a Camila a, "di algo."
"No sé si puedo hacer esto," le dijo Camila y Lauren frunció el ceño con confusión.
"¿Qué quieres decir?" preguntó confundida.
"Esto," dijo Camila, haciendo un gesto entre las dos. "No sé si puedo hacer esto."
"¿Estás de broma?" le preguntó Lauren sin creerlo, dando un paso hacia Camila. "¿Después de todo lo que te acabo de decir?" cuestionó. "Te dije que te quiero Camz; que te perdono y ¿ahora no estás segura sobre nosotras porque no llevo el colgante que me diste?"
"No, no es sobre eso," le dijo Camila. "Quiero decir, vale, lo es pero, es sólo que, algo no se siente bien."
"¿El qué no se siente bien?" le preguntó Lauren con misterio. "No entiendo ¿qué acaba de pasar?"
"Me siento culpable, vale," admitió Camila y se pasó una mano por el pelo otra vez, dejando caer sus ojos hasta el suelo momentáneamente antes de finalmente encontrarse con la mirada de Lauren. "Soy yo." aclaró. "No estoy enfadada contigo y no te culpo por quitártelo." Compartió sinceramente. "De hecho, estoy sorprendida de que lo mantuvieras tanto tiempo para ser sincera. Después de todo, no hice exactamente nada para darte la impresión de que aún estábamos juntas."
"Camz, pero pareces molesta," señaló Lauren y extendió una mano como si fuera a acariciar el lado del cuello para animarla pero Camila dio un paso hacia atrás fuera del alcance de Lauren, una mano levantada entre ambas.
"No estoy molesta contigo. Estoy molesta conmigo." La tranquilizó Camila. "Sé que tu dijiste que no importa," siguió Camila, mirando a Lauren de cerca por su reacción. "Sé que dijiste que querías que lo olvidara y siguiera adelante." explicó. "De verdad quiero eso también pero no puedo evitar la forma en la que me siento Lauren. Siento como si nada de lo que haga ahora será capaz de compensar por todo lo que te he hecho pasar durante las últimas seis semanas." expresó. "No sé, a lo mejor estoy siendo estúpida pero odio haberte hecho dudar sobre nosotras," divulgó, "y odio haber hecho que te deprimieras." Añadió tristemente. "En su mayor parte, odio haberte causado dolor y haberte herido Lauren."
"Igual," le dijo simplemente Lauren, dando un tentativo paso hacia Camila de nuevo.
"No es lo mismo," respondió Camila. "Tú no me hiciste esto a mí. Tú no me heriste; no me causaste dolor o hiciste que me deprimiera Lauren. Ya estaba así cuando me conociste. Tú me sacaste de eso, fuiste como un rayo de luz en las cavernosa oscuridad, una luz de esperanza que pronto fui capaz de ver de nuevo y, pude por un tiempo, yo solo, seguía volviendo a aquello de nuevo, perdiéndome en las sombras porque no me enfrentaba a la raíz de mis problemas." Se pausó por un momento para estudiar a Lauren de cerca. "Tú eras feliz antes de conocerme Lauren y yo cambié eso. Yo fui como una nube oscura que llegó y borré tu luz, te empapé, como una esponja absorbente hasta que no quedó nada más que oscuridad otra vez."
Se pausó para pasarse la mano por el pelo, suspirando.
"A veces deseo que pudiera hacer que te desenamoraras de mí, que pudiera hacerlo para que así nunca me hubieras conocido, para que así aún pudieras seguir viviendo tu vida sin complicaciones con Ally y Normani, completamente ajena a mí, ilesa e intacta." Compartió con ella.
"No puedes hacer que me desenamore de ti Camz," le dijo Lauren seriamente dando otra paso hacia ella. "Tú no eres responsable por la manera en la que me siento por ti porque no tienes absolutamente nada que decir en ese asunto." explicó. "Nadie. Ni siquiera yo puedo controlarlo, tan solo pasó. Me enamoré de ti y no te puedes sentir culpable por eso porque sabía quién eras cuando te conocí y aun así te quise de todos modos. Todavía te amo de todos modos." Le recordó a Camila otra vez.
"¿Qué pasa si te vuelvo a hacer daño otra vez?" le preguntó Camila, "¿qué pasa si hago que dudes de nosotras...qué pasa si esto no funciona?"
"Camz," dijo Lauren, dando un paso hacia su novia y poniendo una mano en su cadera vacilantemente, su confianza creciendo cuando Camila no se quitó. "Alguien una vez me dijo que un mar en calma nunca hizo un marinero experto," le recordó y sintió revolotear su corazón, la esquina de la boca de Camila se levantó un poco mientras intentaba suprimir una sonrisa. "Hemos llevado una mala racha en nuestro viaje," continuó, decidiendo seguir con el tema naútico, sabiendo el amor de Camila por el océno y la playa. "Estuvimos atrapadas en una tormenta durante un tiempo y ahora el mar está empezando a tranquilizarse de nuevo," explicó. "Habrá más mal tiempo, siempre lo hay," reconoció, "pero la próxima vez sabremos como afrontarlo mejor, estaremos más equipadas para enfrentarnos a ello. La próxima vez que demos con aguas turbulentas las surcaremos juntas, navegaremos por las olas agitadas hasta que la tormenta finalmente estalle, el mal se calmará y el sol brillará en nuestra barca de nuevo."
"El USS Camren," dijo Camila, finalmente permitiendo que una sonrisa se extendiera por sus facciones.
"Cierto," se rió Lauren, la mano en la cadera de Camila moviéndose hacia el costado de la chica menor antes de subir hasta su estómago por encima de su sweater. "Simplemente, no dejes que Dinah te escuche llamarnos eso," musitó pensativamente, sabiendo que la otra chica amaría más que nada tener un nuevo mote para las dos.
"Trato," prometió Camila y Lauren puso su mano libre en el brazo de su novia.
"Entonces, ¿estamos bien?" preguntó insegura. "¿O necesitamos hablar sobre esto más?"
"Aún siento que te debo algo," dijo pensativamente Camila. "No sé, a lo mejor nos tomará un tiempo estar completamente cómodas una con la otra de nuevo, confiar la una en la otra implícitamente como hicimos antes."
"Pero creo que eso es normal," tranquilizó a Camila. "No creo que podamos volver simplemente a la forma en la que estábamos antes," dijo de acuerdo. "Muchas cosas han cambiado desde que nos vimos la última vez. Tú has cambiado," observó, "y eso no es una cosa mala, es bueno." Dijo apoyándola. "Es realmente bueno Camz, pero, llevará un tiempo."
Se pausó por un momento, cerrando la distancia entre sus cuerpos un poco.
"Yo también he cambiado," admitió Lauren. "Sé que por mucho que necesite apoyarte con tus problemas, también tengo que cuidar de mí misma," le dijo a Camila y la chica menor asintió de acuerdo con las palabras de Lauren. "Necesito ser sincera contigo cuando me esté sintiendo agobiada o cuando no sepa qué hacer para ayudarte. He esperado que te abrieras a mí y es sólo justo que yo haga lo mismo."
Lauren acarició la mejilla de Camila ligeramente con su pulgar.
"¿No suena eso bien?" le preguntó Lauren ansiosamente, insegura de si quería escuchar la respuesta de Camila. "¿Podemos intentarlo y ver cómo va? ¿Podemos por favor volver a empezar? Podemos tomarnos las cosas con calma para empezar y conocernos otra vez. Creo que necesitábamos un descanso Camz," admitió a regañadientes. "Creo que necesitábamos encontrarnos a nosotras misma otra vez. Estábamos tan atrapadas en nuestra relación que nos olvidamos de quienes éramos fuera de ella."
"Yo no era nada," le dijo Camila y Lauren suspiró mientras su novia seguía explicándose. "Quiero decir, no sabía quién era después del accidente, pero, finalmente estoy empezando a redescubrirme ahora. Por eso no puedo simplemente volver ahora, no adecuadamente, porque quiero ser la mejor versión de mí misma que pueda. Quiero ser  alguien del que puedas estar orgullosa, alguien que se merezca una novia genial como tú."
"Ya estoy muy orgullosa de ti Camz," le informó Lauren, acariciando su cara con la mano. "Te mereces toda la felicidad del mundo y no quiero que pienses nunca que no eres lo suficientemente buena para mí porque lo eres."
Camila bajó su mirada al suelo, sin creerse mucho las palabras de Lauren, la misma falta de autoestima aún presente.
"Seremos más fuertes por eso," dijo Lauren con confianza, levantando la barbilla de  Camila para mirarla de nuevo. "Lo verás Camz," la tranquilizó. "Aprenderemos de ello y creceremos." comentó. "Sin navegar un duro mar nunca nos convertiremos en buenos marineros y después, cuando una súper tormenta golpee nuestra barca se hundirá, se romperá en pequeños cachos. No quiero eso. Quiero que nosotras aprendamos las habilidades para ayudarnos a atravesar el curso del agua a salvo para así un día, cuando sea rica y seamos mayores pueda finalmente comprarte la casa de la playa," dijo ligeramente y Camila sonrió ante el recuerdo de los planes de Lauren para su futuro. "¿Recuerdas?" preguntó.
"Recuerdo que me hiciste senil," se rió Camila y Lauren respiró aliviada ante la vista de su novia comenzando a relajarse un poco.
"Bueno, eres linda cuando estás confundida," la informó Lauren, presionando sus caderas juntas, sus manos encontrando su camino alrededor de la cintura de Camila para asentarse en su espalda. "Un poco exasperante," admitió, "pero, definitivamente linda."
"¿Cuándo me has visto acaso confundida?" preguntó Camila genuinamente interesada y Lauren le dio una mirada incrédula.
"Camz," empezó, riéndose un poco para sí misma. "Te pasaste la mayor parte de los tres primeros meses que te conocí confundida," le recordó. "Además, te he visto cuando has vuelto después de un ataque," añadió. "Ahí eres particularmente adorable." compartió. "Solo que, si no involucra una visita a la unidad de cuidados intensivos." Terminó pensativamente.
"¿Cómo puede ser justo que tu veas un pequeño ejemplo de mi senilidad y yo no pueda ver la tuya?" preguntó Camila juguetonamente.
"Yo no me voy a convertir en una chocha de geriátrico," estableció Lauren con confianza.
"¿Cómo sabes eso?" preguntó Camila, riéndose. "¿Cómo sabes que yo no seré la sana cuando sea mayor?"
"Bueno, porque yo voy a cuidar de ti," explicó Lauren como si fuera la respuesta más lógica del mundo. "Entonces, no puedo estar confundida y ser olvidadiza ¿no?"
"Puede que yo cuide de ti," sugirió Camila. "Creo que preferiría cuidar de ti por un cambio."
"Vale, bueno, ¿por qué simplemente no prometemos cuidar la una de la otra?" preguntó Lauren, poniendo a Camila más cerca de ella de nuevo.
"Entonces cuidaré de ti," dijo Camila, levantando su cara hacia la de Lauren de nuevo, su tono travieso, "¿y tú cuidarás de mí?" preguntó, su boca ahora a meros centímetros de la de su novia.
"Exactamente," dijo Lauren con aprobación.
"Bien," concedió Camila, ladeando su cabeza un poco y llevando sus labios hacia los de Lauren que estaban esperando el contacto ansiosamente. "Puedo vivir con ese compromiso," murmuró Camila contra los labios de Lauren y la chica de ojos verdes sonrió contra los labios de Camila felizmente.
"Bien," dijo, besando a Camila de nuevo, sus manos encontrando su camino por la espalda de su novia hasta apoyarse sobre sus hombros.
"Solo ten en mente," empezó Camila, besando a Lauren de nuevo mientras se paraba. "Que, cuando estés de hecho, mayor y desorientada; seré la persona que te diga 'Te lo dije.'"
Lauren se rió; el sonido saliendo fuerte de su garganta.
"¿Sabes qué Camz?" preguntó Lauren retóricamente. "Si estoy senil cuando seamos mayores entonces podrás decirme "te lo dije" todas las veces que quieras porque lo más probable es, que no lo recuerde."
Camila abrió su boca como si fuera a decir algo en respuesta pero se paró antes de que ningún sonido fuera emitido, la ironía en las palabras de Lauren clara.
"Huh," dijo Camila, su nariz encogiéndose ante el pensamiento y causando que Lauren se inclinara hacia adelante para dejar un suave beso en la punta de esta. "Bueno, ¿dónde está la gracia en eso?"
"No sé," dijo Lauren, llevando su boca hacia la de Camila de nuevo, "pero, estoy segura de que lo encontrarás de alguna manera," señaló, conectando sus labios, su lengua sondeando un poco la boca de Camila, pidiendo permiso, pidiéndolo fervientemente.
Camila abrió su boca preparada y la lengua de Lauren se lanzó dentro, Camila chupándola placenteramente, disfrutando el sabor de su novia, saboreándola, una de sus manos vagando hacia abajo para posicionarse en la tonificada curva del trasero de Lauren, la otra tomando un lado de su cara y acariciando la suave piel de ahí ligeramente.
Lauren intentó mover su cabeza hacia atrás para mirar a Camila, para admirar su belleza pero, la otra chica no la dejó romper el contacto, su mano deslizándose alrededor de la parte de atrás de la cabeza de Lauren y sosteniéndola en el lugar mientras continuaba besándola profundamente, su lengua bailando con la de su novia con entusiasmo, la mano en el trasero de Lauren poniendo sus caderas juntas con más fuerza.
"¿Eso es todo lo que vosotras dos hacéis?" escuchó Lauren preguntar a la voz Chris desde la dirección de la puerta y Camila soltó el agarre de su novia, las dos girándose para mirarle al unísono.
"Jesús Chris," gruñó Lauren, sintiéndose nerviosa. "¿Cómo demonios eres tan silencioso? Tienes un once de pie."
"Soy tu hermano pequeño," le informó Chris bromeando. "Está escrito en el manual' 'Cómo sorprender a tu hermana y recopilar material de chantaje'"
"Eres tonto," se rió Lauren y Chris sonrió, inclinándose contra el marco de la puerta despreocupadamente.
"Yo también te quiero hermanita," contestó antes de llevar su atención hacia Camila.
"Es bonito verte de nuevo Camila," saludó y Camila sonrió en respuesta, ofreciéndole caluroso saludo.
"¿Me puedes hacer un favor?" preguntó, mirando a Lauren brevemente y Camila asintió con su cabeza.
"Claro," dijo en respuesta.
"Ten más cuidado con el corazón de mi hermana ¿vale?" pidió. "No es tan dura como le gusta pensar a veces y tú pareces ser la única persona capaz de desgarrárselo y arrancárselo fuera de su pecho completamente."
"¡Chris!" protestó Lauren, mirando a Camila preocupada pero se sintió relajada cuando sintió la mano de Camila extenderse para entrelazar sus dedos con los suyos, una sonrisa en su cara.
"¿Qué?" preguntó Chris sorprendido. "El deber de un hermano proteger a su hermana. Si Camila fuera un tío le amenazaría con pegarle un puñetazo si te volviera a hacer daño otra vez."
"Estás..." empezó Lauren a quejarse pero Camila puso su mano libre en el brazo de Lauren, parándola inmediatamente.
"Está bien," le dijo seriamente Camila. "Tiene razón, debería haber tenido más cuidado con ello," admitió y Chris le dio a Lauren una mirada significativa antes de sonreír amablemente a Camila. "Lo seré en el futuro," le prometió Camila. "Cuidaré de ello. Lo haré."
"Eso es todo lo que pido," contestó Chris; su manera de ser amigable y su aprobación a Camila evidente en sus siguientes palabras. "Quiero decir, espero ser el padrino en vuestra boca así que estaré cabreado si vosotras dos me decepcionáis."
"Oh Dios mío," exclamó Lauren avergonzada mientras su hermano daba un paso hacia el salón y se tiraba en el sofá, extendiendo su mano para coger el mando y encender la tele. "Chris..." protestó. "¿No puedes ir arriba?"
"No," dijo, casi instantáneamente volviendo al papel estereotípico del molesto hermano pequeño. "Quiero ver la tele."
Lauren puso los ojos en blanco hacia su hermano y tiró de la mano de Camila con cuidado, llevándola hacia el pasillo.
"Siento eso," se disculpó Lauren, girándose para mirar a su hermano desde su posición, Chris completamente inconsciente, su atención fija firmemente en la pantalla que tenía delante.
"Está bien," dijo tranquilizadoramente Camila, apretando la mano de Lauren en la suya y balanceándolas entre ambas por un momento. "En realidad me ha gustado la idea de Chris siendo nuestro padrino en nuestra boda," comentó y Lauren se rió ante la expresión pensativa en la cara de Camila.
"¿Qué te hace pensar que seré el novio?" preguntó empujando el hombro de Camila un poco, su estómago girando emocionado ante la perspectiva de que un día podrían casarse, de comprometerse la una con la otra formalmente en frente de todo el mundo que conocían y las quería.
"No pienso que tu vayas a ser el novio necesariamente," se rió a carcajadas Camila  inconsciente del sueño esperanzador de Lauren. "Sólo creo que si tenemos que elegir entre Chris y Dinah como padrinos tú probablemente preferirías a tu hermano."
Las cejas de Lauren se levantaron ligeramente ante las palabras de Camila y consideró la idea de Dinah dando su discurso en su imaginaria boda.
"Buen punto," señaló, riéndose.
"Entonces," dijo Camila tímidamente, dejando caer su mirada al suelo por un momento y cambiando de tema, "Vagamente recuerdo que antes te ofreciste a sacarme para ir a comer algo."
"Parece que yo también recuerdo lo mismo," dijo de acuerdo Lauren, envolviendo un brazo alrededor de los hombros de Camila y llevándola hasta la puerta delantera.
"Oh, no, espera," dijo Camila, dándose cuenta de algo y corriendo desapareciendo en la cocina, reapareciendo después de unos minutos con su móvil en su mano. "Dejé caer esto antes," dijo, girando el teléfono para examinarlo.
"¿Está roto?" preguntó Lauren mientras Camila salía por la puerta de delante que la estaba sosteniendo para ella.
"No," contestó Camila evidentemente agradecida por el pequeño milagro. "Parece que está bien." Le dijo mientras Lauren salía hasta el escalón cerrando la puerta detrás suyo, poniendo un brazo alrededor del hombro de Camila de nuevo mientras iban hacia el coche juntas.
"Parece que Dinah se ha enterado de que estás de vuelta," comentó, dándose cuenta del número de llamadas perdidas de su amiga.
"La llamaré después," dijo Camila, deslizando el aparato en su bolsillo trasero. "Quiero pasar algo de tiempo conociendo a mi novia de nuevo si eso está bien. Ya sabes, ya que estamos empezando de nuevo y todo."
Lauren sonrió y dio un pequeño beso en los labios a Camila.
"Eso me suena perfecto," aprobó, abriendo su coche con su llave y guiando a Camila hasta el asiento del pasajero. Lauren cerró la puerta y se puso de camino alrededor del coche, hasta sentarse a su lado.
Condujo a ambas hasta Jimmy's, aparcando en un sitio libre en el bordillo a unos metros de allí, apagando el motor después de aparcar y asegurándose de que había puesto el freno.
Lauren salió del coche y rápidamente se puso de camino hasta el asiento del copiloto para ayudar a salir del coche a Camila, tomando la mano de su novia y ayudándola a ponerse en sus pies, la chica menor perdiendo su estabilidad inicialmente.
"Aquí," dijo Lauren, deslizando su mano alrededor de la cintura de Camila y acercándola más cerca a su lado para así poder sujetarla, la otra mano empujando la puerta para cerrarla y cerrando así el coche con un decisivo sonido de un click en el mecanismo. "¿Lo tienes?" preguntó Lauren soltando a Camila un poco, la otra chica  apoyando su mano contra la puerta del pasajero por un momento para estabilizarse.
"Sí, eso creo," contestó Camila, quitando su mano de la puerta y relajándola a su lado donde Lauren rápidamente la tomó entre la suya.
"Por si acaso," le informó Lauren, apretando la mano de Camila tranquilizadoramente.
Camila sonrió en respuesta, inclinando su cuerpo contra el de Lauren para así ponerse de camino por la calle hacia el restaurante.
"¡Lauren mira!" dijo Camila señalando con entusiasmo un pequeño perro que estaba atado con seguridad fuera del restaurante. Se paró delante de Lauren ay se agachó ansiosa por acariciar al pequeño cachorro que estaba sentado obedientemente esperando la vuelta de su dueño. "Es tan lindo," comentó animadamente, "mírale...la..." debatió Camila. "No es un él, definitivamente." decidió, acariciando la cabeza del canino con cuidado, sus dedos moviéndose para acariciarle bajo sus cara.
"Camz deberías tener cuidado," advirtió Lauren agachándose al lado de su novia. "Podría morderte."
"No va a morderme," contestó Camila mientras acariciaba al perro bajo su barbilla. "¿Vas a hacerlo?" preguntó, su voz tomando un tono que usarías con un niño pequeño, el sonido de esta agitando todo tipo de inesperados sentimientos en Lauren. "Eres un buen perro, ¿verdad? Mira lo bien que te comportas sentado aquí fuera." continuó, su voz causando que Lauren la mirase, una gran sonrisa extendiéndose en su cara ante la visión de la amplia sonrisa de Camila y la adorabilidad de sus arrugados rasgos mientras mimaba al perro.
"No sabía que te gustaban los perros," comentó Lauren, extendiendo su propia mano y dando pequeños golpecitos en el cachorro mientras giraba su cabeza para lamer la mano de Camila con afecto.
"Me encantan los perros," dijo Camila prácticamente cantando y Lauren se rió mientras su novia empezaba a poner caras graciosas a la criatura que tenían delante.
Sacó su lengua un momento antes de arrugar su cara de nuevo y acariciar la cabeza del perro amablemente, el animal intentando lamer su mano otra vez.
"Creo que le gustas," señaló Lauren y Camila ladeó su cabeza para mirar a Lauren y sonrió, el corazón de la otra chica agitándose en su pecho ante la despreocupada expresión de la cara de su novia.
"¿Crees que nos podríamos ir robándolo?" preguntó Camila a Lauren conspirando.
"No lo creo Camz," se rió Lauren y Camila hizo un puchero, dando a la morena los mejores ojos de cachorro y bajando su cabeza para así sentarse al lado del perro, un extraño parecido entre ambos. "Oh Dios," dijo Lauren, metiendo la mano en su bolsillo y sacando su teléfono. "Espera tan solo un minuto," le instruyó, girando su teléfono horizontalmente y haciendo una foto rápida de la escena que tenía delante, capturándola para admirarla de por vida.
Acercó más su teléfono a su cara y observó la foto antes de girarlo para que lo viera Camila.
"Aww...." Dijo Camila, observando la imagen del adorable cachorro y ella misma. "De verdad que lo quiero." Le informó a Lauren. "¿Estás segura de que no podemos robarlo? Prometo que nadie tendrá que saberlo. Lo esconderé en mi habitación en el centro de tratamiento y le alimentaré con los restos del comedor." Le dijo, haciendo que Lauren subiera una esquina de su boca entretenida. "Le llamaré Jasper y en verano puede llevar gafas de sol para proteger sus ojos para que no se le inflamen y le dejaré mis auriculares para que pueda escuchar música conmigo y desarrollar un sano respeto por Ed Sheeran."
"Vale, te voy a llevar dentro ahora para que de verdad son robes el perro," bromeó Lauren, riéndose ligeramente para sí misma mientras se levantaba y tiraba amablemente de la mano de Camila, poniéndola también sobre sus pies.
"No, por favor," fingió suplicar Camila. "¿Solo cinco minutos más?" preguntó.
"En cinco minutos, tendrás desatada la correa y estarás a medio camino de México," dijo Lauren divertida ante el pensamiento de Camila fugándose con su botín.
"Bien," gimoteó Camila, haciendo un puchero de nuevo mientras Lauren le daba un rápido beso, envolviendo a la chica menor en sus brazos y abrazándola fuertemente.
"No hagas pucheros," la regañó Lauren a medias mientras se apartaban y Camila sonrió a su novia en respuesta.
"No hagas que lo haga," respondió juguetonamente y Lauren la besó rápidamente de nuevo, moviendo su cabeza durante un momento y guiando a Camila hasta la puerta del restaurante, haciendo una mueca.
Se sentaron juntas en el mismo sitio que lo habían hecho aquel día en el que comieron allí con Dinah y el resto de las chicas, Lauren mirando hacia Camila, su espalda hacia la puerta, una de las manos de cada una unidas sobre la mesa.
"¿Alguna vez has tenido un perro?" le preguntó Lauren a Camila y su novia negó con la cabeza mientras examinaba el menú en su otra mano.
"No," contestó, levantando su mirada durante un momento para mirar a Lauren. "Siempre he querido uno creciendo pero mis padres no tenían tiempo de cuidar de él adecuadamente con el trabajo y todo. Decían que posiblemente podría tener uno cuando fuera más mayor y pudiera cuidar de él, porque, en aquel momento era demasiado pequeña para tomar esa responsabilidad, pero, después el accidente pasó y ni siquiera podía cuidar de mi misma, como para hacerlo de un cachorro." admitió. "¿Y tú?"
"Tuvimos un perro salchicha cuando estaba creciendo," compartió Lauren con ella, "pero tuvo que ser sacrificado hace unos años cuando tuvo quince años."
"¿Por qué?" preguntó Camila tristemente.
"Era mayor," le dijo Lauren, "Había dejado de comer y estaba empezando a ponerse realmente malo, además sus piernas no estaban trabajando demasiado bien así que no podía mantenerse mucho."
"¿Tu familia no quiso tener otro?" Preguntó Camila.
"No," le confirmó Lauren. "En ese momento no. No sé si mis padres lo considerarían ahora de nuevo. Mi padre está realmente ocupado con el trabajo lo que significa que nosotros tendríamos que cuidar de él y si soy sincera, era un poco mierda cuando había que sacarle a dar un paseo cuando estaba lloviendo."
"¿No lo encontrabas relajante?" le preguntó Camila. "Ya sabes, poniéndote tus auriculares y caminando fuera en la lluvia, imaginando que eres la protagonista de algún melodrama de una película, con algún enorme dilema interno ocupando tu mente..."
"No puedo decir que nunca haya hecho eso," admitió Lauren riéndose y apretando la mano de Camila.
"Pero ha tenido que ser bonito tener un perro," se preguntó en voz alta Camila. "Tener un amigo leal que siempre está ahí para ti cuando lo necesitas, que no te juzga pero te escucha sin interrumpirte. Dudo que alguna vez pudieras estar sola con un perro como mascota," musitó. "Son una fuente constante de compañía."
"A lo mejor deberías ver si tus padres te dejarían tener un cachorro cuando salgas de rehabilitación" sugirió Lauren. "Entonces puedes vestirle con tus gafas de sol y contarle todos secretos que tu adorable pequeño corazón contiene."
"Mis padres nunca estarían de acuerdo con eso," se burló Camila. "Jesús, ¿puedes imaginarles permitiéndome ser responsable de cuidar un pequeño cachorro? Aún no me puedo atar los cordones adecuadamente."
"Pero lo estás haciendo mejor," le informó Lauren. "Recuerda, ¿aquella vez en la que estuviste muy cerca?"
"Sí," se rió Camila ante el recuerdo. "Una pena que de alguna manera terminara atando mis zapatos juntos por error."
"Al menos hiciste un nudo fuerte," contestó Lauren divertida mientras el camarero iba hacia ellas para tomar nota del pedido.
Lauren pidió un plato de alitas, porque, como Camila señalaba, no podían ir a Jimmy's y no retomar su reto de las alitas; una pizza para ambas para compartir, unas patatas y unos aros de cebolla.
"Voy a ir a lavarme las manos," dijo Camila, levantando sus extremidades delante de ella, consciente de que el perro de fuera se las había lamido en su emoción de recibir un poco de atención.
"Vale," dijo Lauren, "Iré cuando vuelvas." Le informó y Camila sonrió mientras se levantaba e iba hacia el baño.
Una vez dentro, Camila se acercó al lavabo, levantando sus manos durante un momento antes de llenarlas de jabón y meterlas debajo del grifo, quitando cualquier resto de la saliva del perro que pudiera quedar en ellas. Escuchó la puerta del baño abrirse mientras se estaba secando las manos y levantó sus ojos para mirar hacia la persona que acababa de entrar, su corazón cayendo furiosamente en su pecho mientras ponía un cacho de papel en la basura, los nudillos de su mano derecha ligeramente doliéndole ante el recuerdo que la última vez había compartido en una sala con el cliente.
"Bueno, bueno, bueno," dijo la rubia, una sonrisa apareciendo en su cara ante la visión de Camila delante suyo. "Mira quien está finalmente fuera de rehabilitación con permiso para socializar con gente desprevenida de nuevo."
"Rachel," dijo Camila, su voz traicionando sus nervios al estar en una sala con la otra chica.
"Hola Camila," dijo Rachel, cerrando la puerta detrás de ella y yendo hacia ella amenazadoramente. "He estado esperando volver a encontrarme contigo."

Trials and Tribulations Donde viven las historias. Descúbrelo ahora