"Entonces, ¿cuál es el plan para mañana?" preguntó Ally a las otras chicas emocionadamente. Estaba golpeando con sus dedos ligeramente encima de la mesa, su cuerpo girado en la silla para así poder ver adecuadamente a todo el mundo del grupo.
Ella estaba sentada con Dinah, Lauren y Camila en la clase el martes siguiente al baile del colegio, lo que, significaba que también estaban en la semana final antes de las vacaciones de invierno.
"Pensaba que íbamos a casa de Lauren." Contestó Dinah, cambiando su posición en la silla ligeramente, su espalda quejándose de la extraña posición que había adoptado inicialmente para esta conversación.
"Vamos ¿no?" preguntó con incertidumbre Lauren. "Al menos, pensaba que lo haríamos."
"Lo haremos," confirmó Camila, su mano apoyada en el regazo de Lauren debajo de la mesa, su novia jugando con sus dedos reflexivamente como de costumbre.
"Lo, ¿pensaba que dijiste que no podíamos ir a tu casa porque tus padres iban a estar allí?" preguntó confusa Ally.
"No," contestó frunciendo el ceño Lauren. "Mis padres están fuera mañana por la tarde en la fiesta de Navidad de la compañía de mi padre."
"No podíamos ir a la mía," le dijo Camila a Ally mientras recostaba su espalda contra la silla un poco y se deslizaba para tener una posición un poco más cómoda. "Mis padres tienen amigos en casa para cenar así que la casa estará llena."
"Oh sí," dijo Ally dándose cuenta. "Ahora me acuerdo."
"¿Qué películas tenemos para el maratón de Navidad?" preguntó Dinah a Lauren ansiosa, con ganas del tema festivo de la tarde. "Si no vamos a ver 'Elf' entonces te voy a juzgar, sólo para que lo sepas." Añadió como reflexión.
"Entonces supongo que es una cosa buena que tengamos Elf." Comentó Lauren, riéndose.
"Yo llevaré 'Home Alone' y 'Miracle on 34th Street'," le informó Camila a su amiga con una sonrisa en la cara. "Me encantan esas películas."
"También tengo 'A Muppet's Christmas Carol,' 'How the Grinch Stole Christmas,' 'Love Actually,' 'The Santa Clause,' y 'Black Christmas,' enumeró Lauren para Dinah.
"¿Black Christmas?" preguntó sorprendida Ally. "Lo, ese no es exactamente el buen sentimiento de una película de Navidad ¿lo sabes?"
"Por favor," suplicó Lauren. "Nunca vemos películas de miedo," se quejó.
"Vimos películas de miedo en Halloween." Protestó Ally. "Lo recuerdo porque Camila estuvo toda la tarde escondida debajo de una manta."
"Tenía miedo," admitió Camila. "Odio las películas de terror. Hay demasiado sangre y violencia..."
"Oh vamos chicas," gruñó Lauren. "Todo lo que estoy pidiendo es ver una película no tradicional de Navidad en medio de todas las otras. Puedes considerarlo como vuestro regalo de Navidad para mi si quieres."
"Yo no voy a ver una película de terror sobre un asesino en serie la semana antes de Navidad," refunfuñó Ally. "No me gustan mucho más que a Camila."
"No me importa," dijo Dinah en defensa de Lauren. "Sólo es una películas después de todo..."
"Gracias," dijo agradecidamente Lauren, levantando su mano libre y haciendo un gesto hacia Dinah con énfasis.
"Camila ¿qué piensas sobre eso?" preguntó Ally buscando apoyo.
Camila miró hacia Lauren quien levantó una ceja en anticipación a la respuesta de su novia.
"Preferiría no verla," dijo tímidamente Camila, "pero, Lauren siempre ve las que queremos entonces, supongo que una película no hará daño." Terminó encogiéndose de hombros. "Siempre me puedo esconder otra vez debajo de la manta..."
"Sin embargo, preferiría que escondieras tu cara contra mi pecho mientras la vemos," dijo Lauren apretando la mano de Camila y sonriendo ampliamente. "De esa forma puedo abrazarte y protegerte."
"Aww..." dijo Camila, inclinándose y besando brevemente a Lauren en los labios. "Eso ha sido realmente dulce."
"Si de verdad no quieres verla Camz," dijo Lauren, cediendo ante la idea de forzar a Camila a aguantar algo que no quería. "Supongo que puedo verla sola en otro momento."
"Pues parece que ahora quiero verla," contestó Camila haciendo un puchero a Lauren quien se incline para besar a Camila ligeramente en la frente, causando que la chica menor sonriera ampliamente en respuesta.
"Deja que te pregunte esto Ally," dijo Lauren girándose hacia su amiga que estaba delante suyo. "Si no fuéramos a ver 'Black Christmas' entonces, ¿qué otra película querrías ver en su lugar?"
Ally pensó en ello un momento pero no le venía ninguna sugerencia a pesar de sus mejores esfuerzos.
"¿Dinah?" preguntó Lauren.
"Hey, yo estoy feliz con "Black Christmas"," dijo encogiéndose de hombros Dinah.
"Camz," cuestionó Lauren, girando su atención de vuelta a su novia.
"'It's a Wonderful Life,'" sugirió pensativamente Camila. "Me encanta esa película." Musitó. "Es oscura, pero te sube el ánimo. Es una de mis películas de Navidad favoritas de todos los tiempos."
Lauren estudió a Camila por un momento, mordiendo su labio inferior mientras consideraba la recomendación. Detestaba negarle cualquier cosa que quisiera a Camila y definitivamente no podía discutir que no fuera una buena película.
"Vale," concedió finalmente Lauren. "Cambiaré 'Black Christmas' por 'It's a Wonderful Life.'"
"Sí," se alegró Ally. "No te arrepentirás. Te daré un pequeño regalo extra de compensación por tu sacrificio."
"No tienes que hacer eso..." contestó seriamente Lauren.
"Espera un minuto Lauren," dijo Dinah, poniendo una mano arriba para pararla en medio de su frase. "No nos precipitemos aquí. ¿De qué tipo de regalo estamos hablando?" dijo interesadamente.
"Será una sorpresa," contestó Ally riéndose ligeramente.
"Sólo recuerda que yo también me estoy perdiendo ver 'Black Christmas,'" le recordó. "Seguramente debería tener también algo de compensación."
"Lo consideraré," contestó Ally.
"Eso es todo lo que pido," aceptó Dinah.
"Entonces, ¿todas intercambiamos regales mañana?" preguntó Lauren mirando a Camila.
"Sí," confirmó Ally. "Estaré visitando a mis abuelos en Texas durante las vacaciones," le informó. "Entonces no estaré por aquí."
"Normani se va a Houston también," les recordó Dinah. "Así que decidimos que mañana sería probablemente el mejor momento para hacerlo."
"No puedo esperar para darte el mío," le dijo Camila a Lauren, una sonrisa apareciendo a lo largo de sus rasgos.
"¿Nos has apuntado secretamente a ambas para acuar algo juntas en el show de Navidad del viernes?" preguntó con el corazón Lauren, recordando la conversación que tuvieron antes de ser pareja.
"¿Qué?" contestó ansiosamente Camila. "¡No! ¿Lo has hecho tú?" preguntó aterrorizada.
"No," se rió Lauren mientras observaba la respuesta de Camila. "Nunca te haría eso."
"Oh Dios mio," reaccionó Camila, levantando una mano y masajeando su frente por un minuto, entrecerrando sus ojos como si le doliera. "¡No me hagas eso! Creo que casi he tenido un ataque al corazón."
"Lo siento," se disculpó sinceramente Lauren, dándose cuenta de la agitación de Camila. "Solo estaba bromeando." dijo, inclinándose para plantar un suave beso en lo alto de la ceja derecha de Camila.
"Sé que he mejorado con la guitarra pero no estoy ni de cerca preparada para actuar delante de un público." Señaló Camila, aún masajeándose la frente.
"Lo sé," admitió Lauren. "Te habría preguntado primero. No te preocupes."
"A lo mejor podemos actuar juntas en otra ocasión," ofreció Camila, cerrando sus ojos por un minuto y arrugando su nariz.
"Tal vez," contestó Lauren frunciendo el ceño ante la obvia incomodidad en la que estaba Camila. "¿Estás bien?" preguntó preocupada.
"Sólo tengo un dolor de cabeza," admitió Camila.
"¿Es por lo que acaba de pasar?" preguntó Lauren, levantando su mano libre para ponerla en el hombro de Camila. "Lo siento no quería..."
"No Lauren, no has sido tú," la tranquilizó Camila. "La tengo desde que me levanté, es solo que...parece estar empeorando ahora."
"¿Te has tomado algo?" le preguntó Lauren, poniendo la parte de atrás de su mano libre contra la cabeza de Camila como si estuviera comprobando su temperatura. Deslizó su mano para tomar la mejilla de Camila, acariciándola ligeramente con el dedo gordo después de un rato.
"Me tomé algo antes del colegio," le informó Camila. "No me puedo tomar nada más en otro par de horas aún."
"¿Debería hacérselo saber a la Señorita Lovato?" le preguntó Dinah con incertidumbre de no saber que hacer.
"No," le dijo Camila, ofreciendo una pequeña sonrisa tranquilizadora. "Estoy bien; de verdad, se pasará en un poco. Normalmente lo hacen."
"¿Dormiste bien anoche?" le preguntó Ally, sabiendo que la falta de sueño normalmente desencadenaba en dolores de cabeza para Camila.
"En realidad, no," admitió Camila, encontrándose con los ojos de Ally. "Creo que solo conseguí dormir una hora o así."
"¿Fueron las pesadillas de nuevo?" le preguntó Dinah, sospechando que era eso.
"Sí," confirmó Camila, girando su atención hasta Dinah.
"¿Las mismas que normalmente tienes?" le preguntó Ally, "¿Sobre el accidente?"
"El juicio también," compartió Camila con ellas mientras miraba de nuevo a Lauren quien le estaba dando una sonrisa comprensiva, su cabeza apoyada en un lado del cuello de Camila.
"¿El juicio?" preguntó sorprendida Ally. "Creía que no iba a ser hasta dentro de unos meses ¿no?"
"No lo será," dijo Camila de acuerdo, "pero el abogado de mis padres se puso en contacto con ellos ayer y me dijo que la disposición ha sido programada para la semana después de Navidad y tengo que ir a ella."
"Entonces, ¿finalmente le verás?" preguntó Dinah. "¿Por qué no me dijiste ayer? ¿Estás bien?"
"Estoy bien," contestó honestamente Camila. "Sabía que iba a pasar en algún momento. Sólo pensé que tendría un poco más de tiempo para prepararme, eso es todo."
"Aparentemente el idiota está se declara no culpable de los cargos," les dijo enfadada Lauren, apretando la mano de Camila. "¿Podéis creer eso?"
"¿Qué?" preguntó incrédula Dinah. "¿Creía que tenían montones de pruebas contra él? ¿Cómo puede hacer eso?"
"Es su derecho," informó Ally descontenta. "¿Frustrante para ti sin embargo Camila eh? Quiere decir que probablemente ahora tomará más tiempo."
Camila encogió los hombros en respuesta a los comentarios de Ally.
"No lo sé," admitió, frotándose la frente de nuevo. "Estoy intentando no pensar sobre eso demasiado para ser honestos. No quiero arruinar la Navidad."
"Es una vergüenza que tu subconsciente no te deje," comentó a sabiendas Dinah.
"Me lo estás diciendo," señaló Camila y Lauren acarició el hombro de su novia suavemente mientras el timbre sonaba.
"Intenta no preocuparte demasiado sobre eso Camila," dijo Ally ofreciéndole una sonrisa de apoyo mientras se levantaba de la silla y cogía sus cosas, las otras chicas haciendo lo mismo. "No hay ninguna manera de que escape después de todo lo que ellos tienen contra él. Estoy segura de que va a ser sólo una formalidad."
"Gracias Ally," dijo Camila apreciativamente. "Eso espero."
"Os veré en la comida," dijo Ally, diciendo adiós a las otras tres con la mano.
"Hasta luego Ally," contestó Lauren mientras la chica más bajita salía de la clase para ir a la siguiente clase.
"Debería irme también," dijo Dinah, haciendo una mueca de no querer dejar a Camila después de escuchar las últimas noticias. "¿Vas a estar bien?"
"Estaré bien," se rió Camila. "Ve a clase," señaló. "Te veré en la comida."
"Vale," contestó Dinah. "Te veo luego."
"Antes de que intents protestar, te voy a acompañar a Francés," le dijo Lauren a Camila decisivamente.
"Esperaba que lo hicieras," contestó Camila mientras Lauren cogía la mochila de su novia y la ponía sobre su hombro.
Cogió la mano de Camila amablemente, acercándola a su lado para poder así poner su brazo alrededor de su cintura. Salieron de la clase y caminaron hasta el pasillo juntas, el brazo protector de Lauren envuelto alrededor del torso de Camila. Camila apoyó su cabeza contra el hombro de Lauren mientras se ponían de camino hasta su clase de Francés y Lauren miraba a su novia quien parecía silenciosamente pensativa, profundamente en sus pensamientos.
"¿Quieres compartirlo?" le preguntó Lauren mientras giraban la esquina.
"Sólo estoy pensando," le dijo Camila nostálgica.
"Eso lo puedo ver," contestó Lauren riéndose mientas Camila levantaba su cabeza y giraba su cara para encontrarse con los ojos verdes penetrantes de su novia. "¿Sobre qué?"
"Bueno solo me preguntaba," empezó Camila con tono neutral. "Te tengo dos regales de Navidad. Uno para la cosa de grupo de mañana," continuó, "y otro mío para Navidad...ya sabes, como tu novia. Entonces, ¿te los doy ambos mañana o, uno de ellos mañana y otro más cerca del día de Navidad?"
"¿Es eso en lo que estabas pensando?" preguntó divertida Lauren. "¡Creía que estabas pensando en el juicio!"
"No," contestó Camila, sonriendo para sí misma ahora con la suposición de Lauren. "Te lo dije, me nuevo a pensar en ello hasta después de Navidad."
"Bueno," dijo Lauren parándose fuera de la clase de Camila. "Yo también te tengo dos regalos, así que, ¿qué tal si intercambiamos uno mañana y otro en Nochebuena?"
La boca de Camila se convirtió en una sonrisa ante la sugerencia.
"Vale," contestó con ganas Camila mientras se paraba para ponerse sobre la punta de sus pies y besar a Lauren firmemente en los labios, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello.
"Vale," dijo también Lauren, sosteniendo la mano de Camila mientras se giraba para entrar a su clase y sólo dejándola irse en el último momento posible.
Camila miró por encima del hombro a Lauren, con una sonrisa en sus labios mientras le decía adiós con la mano. Lauren sonrió de vuelta y dijo adiós con la mano también antes de ir hacia su propia clase. Camila se sentó en su asiento de siempre en el fondo de la clase, tirando su mochila en el suelo a sus pies y apoyando su cabeza sobre una mano, cerrando sus ojos y frotando su frente fuertemente, intentando suavizar el dolor de cabeza que tenía. Ella protestó interiormente, frustrada consigo misma. Cruzó los brazos sobre la mesa, bajando su frente para apoyarla sobre ellos por un momento mientras esperaba a que la clase empezara. Cuando el Señorita Edwards llegó, asignó la tarea a la clase emparejándoles para practicar su Francés mientras discutían sus planes par alas próximas vacaciones.
"Bonjour Camila," dijo Rachel, tomando el asiento a su lado, evidentemente decidiendo ser su pareja.
Camila levantó su cabeza de la posición que tenía para mirar a Rachel quien la estaba mirando de cerca, una sonrisa en su cara.
"Hola," contestó Camila.
"Entonces, ¿puedo ser tu pareja?" preguntó Rachel y Camila miró alrededor en la clase por un momento para encontrar que todo el mundo ya estaba emparejado.
"Claro," contestó, sentándose mejor y poniendo la palma de su mano sobre su ojo durante un minuto.
"¿Estás bien?" le preguntó preocupada Rachel.
"Sólo es un dolor de cabeza," le informó Camila. "No es nada de lo que preocuparse."
"Vale," contestó Rachel dudosamente. "Tú como, me lo dirás si es algo..."
"¿Es qué?" le preguntó Camila.
"Algo de lo que preocuparse," aclaró Rachel.
"Sí," contestó Camila, agachándose para coger su mochila y sacar el cuaderno y su bolígrafo. "Te lo haré saber."
"Entonces, ¿qué tal has estado?" le preguntó Rachel, cerrando el espacio que había en la mesa ligeramente. "No te he visto desde aquel día en el pasillo. ¿Te ha dado algún problema más David?"
"No," contestó Camila, apoyando su cabeza en su mano derecha mientras miraba a Rachel. "Sólo han sido algunos comentarios, nada demasiado malo."
"Bueno hablaré con él," prometió Rachel. "A ver si puedo hacer que te deje en paz."
"¿Por qué harías eso?" le preguntó interesadamente Camila.
"Me gustas," contestó Rachel simplemente. "Ya te lo dije."
"Dijiste que solo estabas jugando conmigo," le recordó Camila, entrecerrando sus ojos ligeramente y arrugando su nariz, su cabeza palpitando dolorosamente.
"Eso era al principio," le hizo saber Rachel, "pero, no ahora. No sé que pasó. Un minuto estaba intentando conocerte para conseguir de vuelta a Lauren, eres como fascinante... ahora ni siquiera pienso sobre Lauren... solo pienso en ti."
"Yo pienso en Lauren," le dijo Camila a Rachel seriamente. "Ella es todo en lo que pienso. Estamos juntas..."
"Lo sé," intercedió Rachel, "pero si las cosas no funcionan con ella entonces quiero que sepas que estaré esperando."
"Las cosas funcionarán entre Lauren y yo," le dijo Camila sin dudarlo.
"¿Cómo sabes eso?" le preguntó Rachel.
"Sólo lo sé," contestó Camila inflexiblemente. "Yo la quiero y ella me quiere. Nadie podría interponerse en el camino de eso."
"Bueno, eso lo veremos supongo," comentó Rachel.
"Lo verás," respondió Camila. "Yo ya sé que es verdad," dijo, su fe en su relación muy clara.
"Tu pelo está creciendo," dijo Rachel cambiando de tema y apuntando hacia el lado derecho de la cabeza de Camila. "Es una monada."
Camila levantó su mano para mover unos mechones gruesos del nuevo pelo que le había crecido, sus dedos despeinándolo un poco, sintiéndose de alguna manera insegura.
"No te avergüences," le dijo Rachel. "Estoy siendo seria. Ya ni siquiera puedes ver la cicatriz de ahí más."
"Yo...uh..." empezó Camila insegura de cómo contestar ante el cumplido de Rachel.
Con suerte fue salvada por la Señorita Edwards yendo hacia ellas para ver cómo iban.
"Ça ne sonne pas comme les filles françaises," les dijo al escucharlas conversar.
"Désole," contestó Rachel y la Señorita Edwards volvió al frente de la clase.
Pasaron los siguientes veinte minutos intentando conversar en Francés y completar la tarea asignada, Camila luchando con el language y frustrándose cada vez más.
"Odio el Francés," gruñó, dejando caer su cabeza en lo alto de sus brazos que estaban cruzados sobre la mesa y suspirando fuertemente.
"Estás mejorando," animó Rachel. "Vamos, no te rindas."
Camila levantó su cabeza de nuevo para continuar, pero cerró sus ojos, sintiéndose ligeramente mareada. Levantó su mano para masajear su sien de nuevo, su dolor de cabeza de antes aún presente. Camila movió su cabeza de lado a lado antes de abrir los ojos de nuevo y mirar a Rachel que la estaba mirando.
"¿Aún tienes dolor de cabeza?" preguntó preocupada. "¿Por qué no te tomas algo?" recomendó.
"Yo...n...no...puedo," consiguió expresar Camila, su cara con una mirada de confusión con la repentina pérdida de su hablar.
"¿Estás segura de que estás bien?" le preguntó Rachel, estudiándola de cerca.
Camila negó con la cabeza, desconcertada con la incapacidad de hablar. Había pasado tiempo desde la última vez que había sufrido sus grandes dificultades hablando y la preocupaba que ahora pareciera incapaz de decir cualquier cosa.
"¿Debería decírselo a la Señorita Edwards?" le preguntó nerviosamente Rachel mientras Camila se levantó de su asiento.
Mientras se levantó, Camila tuvo una abrumadora sensación de déjà vu, como si hubiera vivido en ese exacto momento antes, como si hubiera experimentado toda esta cosa, exactamente como estaba pasando ahora. La sensación aturdiéndola demasiado que se encontró levantando una mano hasta la mesa para ayudarse a mantener el equilibrio, preocupada de irse a desmayar.
"¡Señorita Edwards!" Camila escuchó a Rachel llamar a través de sus odios sordos, el sonido solo haciendo que creciera la molesta sensación de dèjà vu que estaba teniendo. "Camila deberías sentarte," le dijo Rachel, de pie delante de su silla para ayudarla a volver a su asiento, pero Camila se quedó de pie firmemente en su sitio.
"Shh..." consiguió decir Camila, sus ojos cerrados y su cabeza agachada. Quería hacer parar a Rachel de hablar, cada palabra que decía, se repetía en su "recuerdo" de la situación de antes. Desafortunadamente, sus propias palabras también eran familiares y Camila sintió su estómago revolverse haciendo que sintiera nauseas. "Deja...d....de....hab...lar..."
Se convirtió astutamente consciente de un sabor metálico en la boca y una cantidad excesiva de saliva que, no importa lo mucho que tragara, no podía deshacerse de ella. Siguió tragando saliva, deseando que el sabor se fuera, que la saliva disminuyera, pero, no fue así. Unos momentos más tarde, cuando su visión se convirtió en un túnel y se llenó de una repentina sensación de miedo inexplicable y miedo abrumador, Camila de repente entendió lo que le estaba sucediendo, la realización golpeándola con absoluta certeza.
"Voy a tener un ataque," pensó Camila, reconociendo el déjà vu de lo que era ahora, un aura y sabiendo que no había nada que pudiera hacer para parar el inevitable ataque que iba a pasar. "Mierda," pensó, intentando recordar que debería estar hacienda en esta situación.
Vagamente recordó a su neuróloga diciéndole que se sentara o se pusiera en el suelo cuando eso pasaba para prevenir lesiones, pero, mientras ocurría el pensamiento y levantaba su mano de la mesa preparada para moverse, se desmayó. El cuerpo completo de Camila cayó al suelo, el lado derecho de su cabeza golpeándose ruidosamente con la esquina de la mesa con un golpe enfermizo mientras caía casi encogida, convulsionando violentamente.
"Camila," la llamó la Señorita Edwards mientras corría hacia la chica, diez segundos habían pasado desde que le habían hecho señas antes de que le hubiera dado una oportunidad de responder a la preocupación de Rachel. Se agachó al lado de Camila, girando su pequeña figura hacia un lado y poniendo una mano en la posición de recuperación. "Rachel, ve y trae a la enfermera," le instruyó suavemente.
Rachel saltó en acción, sin dudarlo ni siquiera un momento mientras desaparecía en el pasillo.
"Lydia," dijo la Señorita Edwards, girándose hacia otra chica que estaba de pie al lado. "Necesito que llames a una ambulancia ¿vale?" preguntó, pero Lydia se quedó congelada, claramente en shock al ver a Camila en medio de sus convulsiones.
"¿Lydia?" gritó severamente la Señorita Edwards.
"Lo haré," uno de los chicos de la clase se ofreció, sacando su móvil y marcando el 911. Colgó el teléfono unos pocos minutos después, mientras la enfermera llegaba con Rachel.
Corrió hacia Camila al verla tumbada en el suelo, agachándose a su lado rápidamente para revisarla.
"¿Se golpeó la cabeza?" preguntó la enfermera mientras ponía su mano detrás de la cabeza de Camila, sus dedos cubiertos de una fina capa de sangre.
"Sí," dijo Rachel, poniéndose de rodillas al lado de la enfermera. "Se dio contra la mesa mientras se caía."
"¿Cuánto tiempo lleva convulsionando?" preguntó la enfermera y la Señorita Edwards miró el reloj de la pared intentando calcular el tiempo.
"Unos cuantos minutos," contestó. "¿Hace eso alguna diferencia?"
"Sí," dijo la enfermera, quitándose el jersey y doblándolo para ponerlo debajo de la cabeza de Camila. "¿Ha llamado alguien a una ambulancia?" preguntó.
"Yo lo hice," le informó un estudiante masculino calmadamente.
"¿Cuánto tiempo dijeron que tardarían hasta llegar aquí Jacob?," preguntó la Señorita Edwards.
"De cinco a diez minutos," contestó. "¿Ella estará bien?" preguntó preocupado.
La enfermera del colegio compartió una mirada con la Señorita Edwards, evidentemente preocupada sobre algo.
"Estará bien," contestó la enfermera comprensivamente, inquieta por el hecho de que Camila no había dejado aún de convulsionar.
Finalmente los paramédicos llegaron y se hicieron cargo de Camila, poniéndola en una Camilla y poniéndole una mascarilla de oxígeno en su cara como si fuera una segunda naturaleza para ellos. Ellos hicieron la misma pregunta que la enfermera había hecho antes en cuanto a la duración de las convulsiones que seguían y parecían preocupados por las noticias de que habían sido al menos diez minutos. Le administraron una jeringuilla llena de medicación intravenosa, le habían puesto una vía en el brazo de Camila y esperaron treinta segundos, uno de los paramédicos mirando su reloj mientras contaba los segundos.
"Necesitamos llevarla al hospital," dijo él finalmente con una expresión incierta en su cara mientras observaba a Camila aún convulsionando. "¿Contactará alguien con sus padres?" preguntó él.
"Yo lo haré," dijo en respuesta la Señorita Edwards.
"Necesito que alguien venga con nosotros," informó él a los dos adultos de la clase.
"Yo voy," le dijo la enfermera del colegio, cogiendo la carpeta de Camila que había llevado desde su oficina.
"Vale, entonces vamonos," dijo él, levantándose y levantando la Camilla para estar ahora sobre las ruedas. Empujó a Camila hasta la puerta, su compañero abriéndola preparado para que él pasara a través de ella y desaparecieron por el pasillo fuera de la vista.
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Trials and Tribulations
FanfictionEsta historia no me pertenece, todos los derechos a la autora original