Rachel se alejó de la puerta sobre la que estaba apoyada poniéndose así sobre sus pies, caminado por el suelo hasta Camila, con un paso intimidatorio cada vez.
"¿Cuándo volviste a la ciudad?" preguntó Rachel con interés mientras se paraba delante de Camila, ignorando todas las reglas reconocidas sobre el apropiado espacio personal poniéndose casi encima de la chica menor. "Pensé que tus padres te habían mandado fuera a vivir con otros locos en rehabilitación."
"No estoy loca," informó Camila a Rachel, moviéndose un poco hacia atrás para dejar algo de distancia entre ella y la otra chica, "y no estoy de vuelta. Solo estoy...de visita." Terminó tímidamente.
"Oh, ¿no estás loca?" preguntó Rachel, riéndose malévolamente. "¿En serio?" cuestionó, dando un paso más hacia Camila de nuevo para que así tuviera que dar un paso hacia atrás para evitar el contacto físico con la rubia. "La última vez que te vi terminé teniendo una reconstrucción facial no planificada." Le recordó a Camila, "¿o te has olvidado completamente de eso?"
"Escucha Rachel," dijo Camila, poniendo sus manos en alto delante de ella en un intento de mantener algo de distancia entre ellas. "Estoy realmente arrepentida de lo que pasó y debería haberme disculpado por lo que hice entonces pero, no he tenido la oportunidad porque he estado fuera," le dijo a la otra chica sinceramente. "No debería haberte golpeado nunca," reconoció avergonzada. "Fue un error y sé que no puedo deshacerlo, que no puedo cambiar el pasado entre nosotras, pero, sinceramente, me siento muy culpable sobre eso y probablemente será algo de lo que me arrepienta el resto de mi vida."
"Definitivamente lo lamentarás," le dijo Rachel agresivamente, caminando de nuevo hacia ella y forzando a Camila a ir hacia atrás contra la pared del baño estando así atrapada. "Me rompiste la jodida nariz," le informó enfadada. "Además me hiciste una jodida fractura orbital. ¿Sabes lo dolorosas que son?"
"Bueno, tu cara rompió mi mano si eso te hace sentir mejor sobre lo que pasó," respondió Camila, levantando su mano derecha con énfasis mientras intentaba aportar un poco de humor en un intento de apaciguar la situación.
"Preferiría romperte la cara," dijo Rachel a través de sus dientes apretados, su resentimiento palpable mientras se echaba hacia adelante, presionando a Camila más contra la pared. "¿Qué es lo que dicen?" preguntó retóricamente. "Oh sí, ojo por ojo." estableció. "Parece que encaja, ¿no crees?" cuestionó amenazadoramente "Después de que tu casi me dejaras ciega sería algo poético producirte el mismo castigo a ti."
"Lo siento," se disculpó Camila otra vez, encogiéndose contra la pared que tenía detrás. "No quería...yo..." vaciló, pensando por un momento, "fue un accidente."
"¿Fue un accidente?" se rió Rachel sin amabilidad de nuevo. "Tú eres un jodido accidente," le dijo a Camila, su tono malévolo. "Se supone que no deberías estar en este puto lugar. Deberías estar jodidamente muerta de todos modos. Eres un error Camila, una gran cósmica y jodida cagada." Soltó maliciosamente. "¿Alguna vez te has preguntado por qué acabas terminando de vuelta en el hospital?" le preguntó Rachel. "Es la forma en la que el universo está intentando borrar este puto error."
"Eso no es..." empezó Camila pero Rachel la cortó, forzándola contra la pared con la palma de su mano mientras la empujaba con fuerza contra el hombro de la morena.
"No puedes mentir a la muerte y no esperar que vuelva y te muerda el culo," espetó Rachel fuertemente. "El destino tiene su plan para ti Camila y tú lo jodiste, tanto como has jodido todo lo demás que has hecho con tu tiempo extra que de alguna manera te ha sido garantizado siendo lo suficiente afortunada."
Rachel movió su mano en el hombro de Camila hacia su cuello, apretando la piel ahí dolorosamente entre sus dedos y haciendo que la chica menor hiciera una mueca.
"No puedo creer alguna vez pensara que había tenido sentimientos por ti," siseó Rachel práctiamente, soltando su agarre del trapecio de Camila y extendiendo su mano como si fuera a golpearla en la cara, parándose cerca y disfrutando del miedo de Camila, la morena haciendo una mueca en respuesta al estímulo. "¿Quién coño querría estar contigo?" le preguntó Rachel y Camila suprimió el impulso de decir, 'Lauren'. "Eres jodidamente patética, mírate." La rubia dijo vehementemente. "No eres tan jodidamente dura cuando no tienes el elemento de sorpresa de tu lado ¿no?"
"No quiero pelearme contigo," le dijo Camila a Rachel, moviéndose contra la pared. "Por favor, siento lo que pasó pero..."
"No me importa una mierda lo que quieras," interrumpió Rachel fuertemente. "Quiero que pagues por lo que me hiciste y no me voy a ir de aquí hasta que lo hagas."
Camila intentó hacer un movimiento hacia la puerta y moverse hacia un lado de Rachel para pasarla, pero, la rubia la agarró de la muñeca fuertemente y la volvió a empujar contra la pared con fuerza.
"Joder, no te vas a ir aún," le dijo enfadada. "Yo no me pude ir cuando tu perdiste tu mierda y proyectaste tu propio odio hacia mi cara."
Camila levantó una ceja en respuesta al comentario, su propio enfado creciendo ante la incapacidad de Rachel para aceptar cualquier responsabilidad de lo que pasó entre ellas en la biblioteca aquel fatídico día.
"¿Es eso lo que piensas?" preguntó Camila, su voz con más confianza y menos tímida que antes, impulsada por su enfado. "¿Que te golpeé como una forma de enfrentarme a mis propios sentimientos reprimidos?" continuó, una ligera risa escapándose de sus labios.
"¿Por qué demonios sino me ibas a golpear?" preguntó, "A menos que de verdad seas una completa psicópata." Comentó secamente Rachel.
"No sé Rachel," dijo Camila poniéndose recta. "A lo mejor tenía algo que ver con el hecho de que metiste tu jodida lengua hasta mi garganta sin mi permiso." Le informó francamente. "O a lo mejor porque básicamente insinuaste que era una puta auto obsesionada que saldría con cualquiera que le prestara la mínima atención." continuó, dando un paso hacia adelante poniéndose sobre el suelo. "Incluso puede que tenga que ver algo con el hecho de que tu mentiste sobre lo que pasó entre nosotras a Lauren. ¿Acaso has considerado eso?"
"Oh por favor," se burló Rachel. "No finjas que no estabas coqueteando conmigo en la biblioteca Camila," siguió. "Querías que te besara y cuando Lauren te encontró entraste en pánico."
"¿Crees que estaba coqueteando contigo?" le preguntó Camila, riéndose ante el pensamiento. "Demonios, no puedo coquetear ni para salvar mi vida."
"Me podías haber engañado," le dijo Rachel. "Estás olvidando que te vi encenderte con Lauren justo aquí en este mismo restaurante. No eres tan inocente como piensas Camila."
"Lauren es diferente," contestó Camila. "Amo a Lauren, pero, a ti no te quiero Rachel. Ni siquiera me gustas para ser sincera. No has hecho nada más que darme dolores de cabeza desde la primera vez que te conocí y confía en mí," dijo intencionadamente, haciendo una pausa para el efecto. "Puedo categóricamente decirte que nunca pensé coquetear contigo. A penas puedo soportar estar cerca de ti más de cinco minutos."
"Vigila tu boca," respondió Rachel furiosamente. "¿Te estás olvidado de que te salvé tu puta vida una vez? No es que me tuviera que haber molestado, como lo hice," terminó, mirando a Camila de arriba a abajo significativamente.
"No me salvaste la vida," dijo en desacuerdo Camila divertida ante la ideología de Rachel. "Fuiste y trajiste a la enfermera de la escuela. Apenas fue heroico. Lauren ha salvado mi vida, pero, ¿tú? No, ni siquiera te has acercado a ello."
"Entonces ¿Por qué me lo agradeciste después?" le preguntó irritada Rachel.
"Estaba siendo amable," contestó sinceramente Camila, "porque me ayudaste Rachel, pero, no me salvaste la vida." Le informó. "Eres más ilusa de lo que yo soy si crees eso."
"Eres una jodida puta," expresó Rachel. "La gente cree que eres tan dulce e inocente, pero no lo eres," divulgó. "Todos sienten lastima por ti porque eres prácticamente una discapacitada. Tú literalmente me pegaste una buena y no te castigaron por ello porque tienes una puta lesión cerebral. ¿Qué puta excusa es esa? Sabías lo que estabas haciendo. Deberías haber sido expulsada por lo que me hiciste y a cambio te dieron una suspensión de dos semanas en la escuela... ¿cómo es eso justo?"
"¿Crees que tenía alguna idea de lo que estaba haciendo cuando te golpee?" le preguntó incrédula Camila. "No soy una persona violenta..."
"Eso no es verdad," intercedió Rachel. "Estaba allí cuando golpeaste a la Señorita Lovato en la cara y explotaste con David en la cafetería. Eres violenta; es solo que tienes una muy buena excusa para justificar tus acciones si lo necesitas."
"Si hubieras escuchado algo de lo que he dicho entonces sabrías que no estoy intentando excusarme por lo que he hecho," dijo Camila negando con la cabeza incrédulamente, "ya te he dicho que siento lo que pasó. Acepto que cometí un error, pero, la realidad es que tengo un problema con mi lóbulo frontal desde el accidente," dijo Camila moviendo su cabeza. "No puedo controlar mis emociones más que un niño petulante a veces."
"¿En serio?" le preguntó Rachel sin creérselo. "¿De verdad esperas que me crea esa mierda?"
"Vale, deja que te lo explique de una forma en la que me entiendas," le dijo Camila, suspirando con frustración. "Un coche sólido de metal golpeó con cabeza a más de 80 kilómetros por hora y de algún modo," dijo sarcásticamente, "consiguió dañarme una gran parte de mi cerebro donde hizo un surco hasta mi cráneo." Explicó. "Entonces, mi cerebro no funcionad como el tuyo Rachel; no me frena de hacer cosas estúpidas como golpear a la gente cuando estoy estresada o emocional. No tengo auto control, soy impulsiva, así que, si la gente me ataca, o me amenaza entonces reaccionaré sin pensar ni un solo momento en las consecuencias." Se pausó por un momento mientras Rachel la miraba de cerca, la cara de la rubia traicionando a su cara sin tener ninguna pista de lo que estaba pensando. "Soy como un perro," aclaró Camila, arrepintiéndose de la elección en la comparación cuando vio una sonrisa en la cara de Rachel en respuesta. "S le tientas, te hace daño o te empuja, te morderá la jodida mano." Dijo francamente. "Son solo tolerantes hasta un punto y si les sacas de quicio mejor estate preparado para enfrentarte con su ira porque una vez que hayas dado la vuelta a ese interruptor todo el control consciente se ha ido y solo actuará por impulsos."
"Eso es una jodida mierda," respondió Rachel cuando Camila había terminado y vio que estaba ahora completamente cansada de su conversación e hizo un movimiento de pasar alrededor de Rachel de nuevo. "¿Dónde coño crees que vas?" le preguntó Rachel, agarrando el antebrazo de Camila y tirando de él fuertemente para pararla en sus intenciones.
"No necesito justificarme delante de ti," le dijo Camila. "Me disculpé por lo que pasó y he aceptado mi responsabilidad por mi parte en ello. No tenemos nada más que decirnos," le informó a Rachel, haciendo un movimiento para salir del baño otra vez.
"De ninguna manera hemos terminado aquí," dijo en desacuerdo Rachel enfadada, su mano tirando de antebrazo de Camila dolorosamente.
"Déjame ir," le instruyó Camila, su voz baja mientras su mano izquierda intentaba soltar los dedos de Rachel alrededor de su bicep.
Cuando Rachel no soltó su agarre del brazo de Camila, la chica menor pisó con su tacón en el pie de Rachel violentamente, provocando una satisfactoria maldición de la boca de la otra chica.
"Joder," soltó Rachel, agarrando la muñeca izquierda de Camila mientras intentaba irse de ella de nuevo. La retorció violentamente en su agarre, su fuerza excediendo mucho la del brazo dañado de la morena. "Tú pequeña puta," farfulló, intentando retomar el control de la situación de nuevo.
"Mierda," maldijo Camila, lágrimas saliendo de sus ojos mientras Rachel giraba su brazo izquierdo más, un afilado dolor extendiéndose en su antebrazo, su cuerpo al completo contorsionándose en un intento de soltar su muñeca del agarre.
"Oh," dijo Rachel con una mirada vengativa en su cara al darse cuenta de que podía explotar una de las debilidades de Camila en compensación por el crédito que le debía la chica menor. "Eso duele ¿verdad?" preguntó, girando más la muñeca de Camila e inclinándose sobre ella.
La rodilla izquierda de Camila se dobló mientras intentaba compensar la posición rara de su brazo y una cara de desprecio apareció en Rachel ante esa visión.
"Joder," maldijo Camila, mordiéndose fuerte el labio inferior y haciéndose sangre mientras intentaba sofocar el doloroso sollozo que quería salir.
"¿Qué tal si en vez de un ojo por ojo simplemente rompo tu jodida muñeca a cambio?" preguntó Rachel con desdén, aplicando presión a la extremidad de nuevo y causando que Camila llorara del dolor.
"¿Qué tal si la dejar irse antes de que te rompa tus putas piernas?" la advirtió Lauren, habiendo ido al baño en busca de Camila, preocupada porque se había ausentado demasiado tiempo.
"Oh que te jodan Lauren," contestó Rachel, evidentemente sin estar preocupada por la amenaza e incrementando su torsión en la muñeca de Camila, la chica menor cayendo en sus rodillas más que dolorida. "Esto es entre Camila y yo. No tengo problemas contigo además de tu cuestionable elección de novia."
"He dicho que la dejes irse," le dijo Lauren enfadada, empujando fuerte a la rubia por un costado y dejándola sin equilibrio.
Rachel miró a Lauren con una expresión sorprendida en su cara, como si no hubiera esperado que la morena fuera en realidad a tocarla, aún menos a empujarla.
"¿Qué coño Lauren?" preguntó Rachel; su mano aun firmemente alrededor de la muñeca de Camila, su agarre sin relajarse. "¿Eres estúpida? Te mataré si me tocas otra vez."
"Joder. Pruébalo. " la retó Lauren, empujando a Rachel con fuerza después de cada palabra hasta que completamente perdió su posición y tuvo que soltar la muñeca de Camila para estabilizarse contra la pared para prevenir caerse completamente.
Lauren se agachó y cogió la mano derecha de Camila amablemente, ayudando a su novia a ponerse de nuevo sobre sus pies. Lauren vio a Rachel abalanzarse contra Camila por el rabillo del ojo, la rubia indignada ante su llegada y por la falta de restitución de Camila a cambio de las heridas que había tenido en su cara por las manos de la chica menor.
"¡Ni se te ocurra pensar en tocarla!" la advirtió Lauren furiosamente y extendió su brazo golpeando a Rachel contra la pared fuerte, dejándola sin aire. "Lo digo en serio Rachel, ni se te ocurra ponerme a prueba..."
Inmovilizó a Rachel ahí durante un momento con su mano pero Camila extendió su mano rápidamente, intentando hacer que soltase a la otra chica.
"Lauren, solo vámonos," dijo Camila ansiosamente, preocupada por la mirada enfurecida en la cara de su novia, preocupara de que pudiera meterse en algún problema si hacía algo para seriamente herir a Rachel. "No merece la pena. No seas estúpida, ¿por favor?" suplicó. "No dejes que se interponga entre nosotras otra vez. Mira lo que pasó la última vez que una de nosotras la golpeó..." dijo mientras se apagaba su voz y Lauren se giraba para mirar a Camila, dándose cuenta de la expresión llena de pánico de su cara.
Bajó su mano de donde la tenía presionada fuerte contra el pecho de Rachel y se giró de cara a Camila, extendiendo su mano para tomar su mano derecha para así poder irse.
"Puta zorra," murmuró Rachel sin aliento echándose para adelante intentando tirar a Camila al suelo a pesar de la advertencia de Lauren.
Lauren se giró en sus talones rápidamente, sintiendo el ataque, y cortó el corto intento de Rachel mientras agarraba el sweater de la rubia en sus manos durante un momento, haciendo que diera vueltas y soltándola después de un momento para así ir volando hasta la papelera que estaba en la esquina de la habitación, su cuerpo cayendo al suelo en lo alto del recipiente de metal con un fuerte golpe.
"Joder," gruñó Rachel y Lauren caminó hacia ella, agachándose para encontrarse con su mirada mientras intentaba recomponerse mientras aún estaba tumbada en una pila de basura.
"Si vuelves a tocar a Camila otra vez," dijo Lauren, su voz lenta y amenazadora, "te juro por Dios que tendrás más que solo una jodida nariz rota Rachel," terminó, levantándose y cogiendo la mano derecha de Camila en la suya de nuevo.
"¿Qué demonios siquiera ves en ella?" preguntó Rachel, limpiándose la basura de su regazo con una mano. "Es jodidamente patética," dijo Rachel intentando provocar a Lauren. "Ni siquiera debería estar aquí, debería estar muerta." continuó. "Si ella simplemente hubiera muerto como se suponía que tenía que hacer, entonces estarías conmigo en vez de con ella, lo sabes ¿verdad?"
"¿Sabes lo que es patético Rachel?" le contó Lauren, el nivel de su voz elevándose mientras se giraba para mirar a la chica que estaba luchando por ponerse sobre sus pies. "Tú." Le dijo simplemente. "Tú eres patética y no saldría contigo ni aunque fueras la última persona viviente en este planeta. Camila merece diez veces más la pena que tú." continuó. "Tú eres una pobre excusa para un ser humano." Estableció Lauren. "A pesar de las lesiones de Camila ella es aún más compasiva, se preocupa más y es más inteligente de lo que eres o de lo que podrías llegar a esperar ser. Por qué coño no te miras en el espejo y obtienes algo de perspectiva antes de seguir llamando a otra gente patéticos."
Con eso, Lauren se giró y dirigió a Camila hasta la puerta del baño, dejando a Rachel mirando cómo se iban, la irritación extendiéndose por su cara cuando Camila se giró para mirar sobre su hombro a la rubia, una pequeña sonrisa en sus labios ante las palabras de defensa de Lauren.
"Espera, ¿no nos íbamos?" preguntó Camila sorprendida cuando Lauren la llevó de nuevo hasta su mesa, los refrescos que habían pedido sobre la mesa esperándolas.
"No, no nos vamos," contestó Lauren, guiando a Camila hasta el sitio vacío y deslizándose a su lado. "Le prometí a mi novia que le conseguiría algo para comer y no hay forma en el infierno de que vaya a dejar a Rachel Murphy impedirme que lo consiga."
Camila sonrió a Lauren quien, sentada en su lado izquierdo, cogió su brazo para examinarlo con cuidado.
"¿Estás bien?" preguntó preocupada Lauren, dándose cuenta de cómo estaba empezando a hincharse un poco la muñeca de Camila e imaginando el moratón que le saldría ahí mañana.
"Es probablemente solo una torcedura," contestó Camila, haciendo una mueca con el cuidadoso roce de Lauren, su piel tensa.
"Deberías ponerte algo de hielo," sugirió Lauren, esperando a que ayudara a reducir la inflamación.
"Deberías poner tus labios en ella," contrarrestó Camila, un color rojo extendiéndose por sus mejillas al darse cuenta de lo que había dicho.
Lauren sonrió ampliamente con la vergüenza de su novia pero la consintió, levantando el antebrazo izquierdo de Camila hasta sus labios y dejando un suave y amable beso en la piel con afecto. Lauren escuchó la puerta cerrarse en la dirección del baño y ambas, Camila y ella miraron hacia el ruido, sus labios aun presionados contra la piel de Camila mientras miraban como Rachel se iba rápidamente del restaurante, sin pararse a mirar en su dirección ni una vez, la amiga que había llegado con una mirada confusa durante un momento, antes de precipitadamente seguirla.
"Gracias por venir a mi rescate," le dijo Camila a Lauren agradecida, inclinando su cabeza contra el hombro de su novia mientras Lauren acariciaba la parte de atrás de su pequeña mano con su pulgar suavemente. "De verdad pensé que me iba a romper la muñeca...o peor." admitió.
"De nada," respondió Lauren, besando lo alto de la cabeza de Camila ligeramente con sus labios. "Estaba preocupada por ti." Le dijo. "Llevabas allí mucho tiempo, pensé que a lo mejor habías tenido un ataque."
"Creo que un ataque habría sido preferente a encontrarme con Rachel," respondió Camila, haciendo una mueca.
"No sé eso," musitó Lauren, haciendo una mueca. "No me gustaría otra visita a la unidad de cuidados intensivos nada pronto y al menos con Rachel no había oportunidad de que esto pasara."
"No diría que no había oportunidad de que pasara," contestó pensativamente Camila. "Quiero decir, si me hubiera empujado y me hubiera golpeado en la cabeza contra algo duro o hubiera aterrizado de forma rara podría haberme apagado las luces."
"Vale, no digas cosas como esa," dijo Lauren envolviendo su brazo alrededor de los hombros de Camila como protección y acercando a la chica menor en su costado. "De verdad que preferiría tener esa posibilidad, gracias."
"Eres mi héroe," dijo Camila, acurrucándose en el costado de Lauren y moviendo su muñeca izquierda para presionarla contra el vaso frío de su refresco encima de la mesa que tenían delante, haciendo caso del consejo que le había dado antes su novia.
"Tú eres el mío," contestó Lauren, inclinando su cabeza contra la de Camila. "Apuesto a que tú intentaste irte y ser la persona mayor ¿verdad?" preguntó y Camila asintió con su cabeza en respuesta.
"Es sorprendentemente duro hacer eso pero cuando alguien tiene tu muñeca en lo que solo puede ser descrito como un apretón de muerte," señaló Camila, levantando su mano izquierda y flexionando sus dedos experimentalmente, las articulaciones sintiéndose rígidas y doloridas.
"Podías simplemente haberla golpeado, sabes," le dijo Lauren, "no tenías que irte."
"Lo sé," contestó Camila, levantando su cabeza mientras el camarero llegó con su comida y la puso en la mesa delante de ellas, "pero estoy intentando esta cosa nueva donde no actúo sin pensar ante las situaciones y termino enviada a rehabilitación," explicó, levantando su dedo para parar a Lauren quien iba a decir algo en respuesta. "Estoy intentando no ignorarlos tampoco." Continuó y Lauren sonrió ante la admisión. "Entonces he intentado enfrentarme a ello." Le informó Camila. "Es una vergüenza que Rachel sea aparentemente incluso más psicópata de lo que yo lo soy, imagínate."
"Bueno, estoy orgullosa de ti Camz," dijo Lauren, cogiendo el plato de alitas y deslizándolo entre las dos.
"Estarás más orgullosa de mi cuando te patee el culo en el reto de las alitas," contestó Camila juguetonamente, dándole a Lauren una mirada retadora.
"En tus sueños Cabello," se rió Lauren, dividiendo las alitas entre ellas igualmente. "He estado practicando mientras has estado fuera." Mintió. "No hay manera en la que vayas a ganarme."
Camila lo hizo.
"¿Acaso tienes papilas gustativas?" preguntó Lauren incrédula mientras bebía sin parar lo que le quedaba del refresco en un intento de enfriar su boca que sentía como si estuviera en llamas de las alitas. "¿Cómo demonios consigues comer tantas? Parece que he corrido 30 millas en un día caluroso sudando demasiado."
"No sé," contestó Camila, riéndose de Lauren quien estaba abanicándose la cara con el menú. "Llámalo talento si quieres..."
"No," interrumpió Lauren entretenida.
"Algunas personas pueden dibujar, otras pueden bailar, ¿yo?" preguntó pausándose durante un momento. "Puedo comer grandes proporciones de comida picante cuando nadie más puede."
"Eres una idiota," le dijo Lauren, inclinándose para besarla en los labios durante un momento, feliz con la presencia de Camila.
"Siempre me llamas eso," se rió Camila.
"Es porque es verdad," estableció simplemente Lauren, cogiendo el último trozo de pizza ofreciéndoselo a Camila.
Camila lo cogió amablemente y empezó a burlarse en bajo, Lauren observándola, un brazo apoyado en lo alto del asiento que compartían detrás de los hombros de la chica menor.
"Sabes," empezó Camila tímidamente, lamiendo sus dedos mientras terminaba el último trozo de pizza y giró su cabeza para mirar a Lauren. "Eres un poco caliente cuando estás enfadada." Le informó a Lauren quien sonrió en respuesta al inesperado piropo.
"¿Lo soy?" preguntó Lauren, su sonrisa ampliándose ante la repentina timidez de Camila.
"Sí," contestó Camila, ladeando su cara un poco para poner sus labios delante de Lauren. "Lo eres."
"Hmm..." gimió Lauren, sus ojos perdiéndose en las órbitas de color chocolate de Camila. "Bueno, en ese caso a lo mejor tenemos que pasar el rato alrededor de Rachel mucho más cuando estés de vuelta en casa." Dijo pensativamente.
"O ¿a lo mejor podemos pasar el rato en tu habitación?" sugirió Camila. "Preferiría no tener que ver a Rachel a menos que de verdad no se pueda evitar."
"¿Quieres que pasemos el rato en mi habitación?" le preguntó Lauren, levantando una ceja agradablemente mientras consideraba la propuesta y Camila asintió en respuesta. "¿Exactamente qué te gustaría hacer mientras estamos allí arriba?" le preguntó Lauren seductoramente y Camila se acercó más en el costado de su novia.
"Bueno," dijo, dando un suave beso justo debajo de la mandíbula de Lauren. "Tengo unas cuantas ideas así que a lo mejor podemos trabajar sobre todas ellas."
"¿Te importaría darme una pista?" le preguntó Lauren juguetonamente y Camila se movió en su asiento, presionando sus labios contra los de su novia y abriendo su boca de buena gana cuando Lauren sondeó la entrada con su lengua.
Lauren gimió en la boca de Camila mientras la mano derecha de la chica menor acariciaba delicadamente su costado y Lauren extendió su mano para amablemente acariciar el lado del cuello de Camila.
"Realmente he echado de menos esto," suspiró Lauren cuando se separaron y Camila sonrió antes de besarla brevemente en los labios. Camila se quedó cerca de la cara de su novia, su pulgar amablemente trazando el suave contorno de la boca de Lauren.
"Yo también," dijo de acuerdo Camila, ladeando su cabeza para besar de nuevo a Lauren, disfrutando el corto momento de contacto.
"Eres tan preciosa," elogió Lauren a Camila, recorriendo con su mano los mechones oscuros de pelo y mirándola de arriba a abajo. "Creo que de verdad me olvidé de lo preciosa que eras." Musitó Lauren. "Es como si, supiera que eras preciosa, increíble, maravillosa," la halagó, "pero, mi recuerdo de ti era como mirar a través de cristales sucios, defectuosos e inexactos. Ahora estás aquí de nuevo y es como si finalmente los hubiera limpiado y la imagen es fresca y clara."
"Lauren me estas mirando como si estuviera aquí sentada desnuda," observó Camila, riéndose un poco de la manera en la que su novia la estaba mirando fijamente tan descaradamente.
"No estaba pensando en ti desnuda," contestó Lauren, levantando su ceja significativamente.
"Bien," contestó Camila riéndose para sí misma.
"Pero ahora sí." Le dijo malévolamente Lauren.
"¡Lauren!" la regañó juguetonamente Camila y Lauren se rió ante la reacción de su novia.
"¿Qué?" preguntó. "¡Te lo has tragado! Además, han pasado seis semanas desde que te vi desnuda, no puedes culparme por pensar en ello...mi memoria es todo lo que tengo para seguir adelante en este momento."
"Bueno si tienes suerte a lo mejor te mandaré luego una selfie desnuda," la atormentó ligeramente Camila, disfrutando de la manera en la que la mandíbula de Lauren cayó en respuesta a su comentario.
"¿Qué?" le preguntó Lauren, tragando saliva con dificultad.
"Me has escuchado," contestó Camila, sentándose mejor, una sonrisa en su cara.
"¿Por qué esperar hasta luego?" preguntó Lauren, intentando recuperar la compostura devolviéndole a Camila su coqueteo sin vergüenza.
"¿Qué quiere decir?" preguntó Camila, confusa.
"¿Por qué no te levantas la camiseta y me destellas ahora?" sugirió Lauren con una mirada retadora en la cara.
"¿No crees que lo haré?" cuestionó Camila, levantando una ceja rebeldemente.
"no hay manera en la que me vayas a destellas en medio del restaurante," le dijo medio segura Lauren.
"¿No?" dijo Camila su tono levantándose mientras lo decía.
Lauren entrecerró sus ojos como si estuviera intentando sobre pesar si Camila estaba bromeando o no, pero su pregunta fue pronto contestada cuando la chica menor llevó sus manos hacia abajo levantándose el dobladillo de su sweater y su camiseta, exponiendo su suave, tonificado estómago y el sujetador morado que llevaba puesto. Lo sostuvo ahí durante un minuto y la boca de Lauren cayó de nuevo ante el atrevimiento de Camila, completamente sorprendida.
"Considera eso un adelanto," dijo simplemente Camila, bajando su ropa cubriéndose de nuevo y echando un rápido vistazo por el restaurante para asegurarse de que nadie la había visto antes de mirar de nuevo a Lauren quien había estado aturdida en silencio. "Estás babeando," se rió Camila.
Se inclinó hacia adelante y cogió la cara de Lauren en sus manos, besándola delicadamente en los labios.
"Quiero postre," le dijo Camila y Lauren se lamió sus labios, mirando a Camila sugerentemente.
"Yo también," dijo de acuerdo mordiéndose el labio inferior, la esquina de la boca de Camila convirtiéndose en una medio sonrisa ante sus palabras.
"No, quiero decir, quiero un helado," le informó Camila seriamente y Lauren se inclinó y la besó rápidamente.
"Bien," concedió. "Te compraré un helado."
"Eres tan buena novia." Comentó Camila y Lauren sonrió, besándola de nuevo.
Una vez terminaron el postre, Lauren condujo a Camila de vuelta a casa, tomando la ruta menos directa que pudo encontrar, desesperada por prolongar su cita lo más posible. Desafortunadamente, como siempre, el tiempo pasa a pesar del deseo de la persona para que pare y Lauren se encontró a sí misma sentada en su coche fuera de la casa de Camila con su novia, ninguna de ellas hablando, ambas sabiendo que debían enfrentar la realidad de estar separadas una vez más.
"Entonces," dijo Lauren mientras miraba al parabrisas que tenía delante. "¿Vas a estar aquí mañana por la noche?" preguntó tentativamente. "A lo mejor puedo verte antes de que vuelvas al centro de tratamiento..."
"No, mis padres me llevarán directamente después de la declaración," compartió Camila con ella tristemente. "Tengo que estar de vuelta para una sesión con mi terapeuta," explicó. "Ella cree que probablemente la necesitaré después de...bueno...ya sabes."
Lauren miró hacia arriba para ver la mirada nerviosa en los ojos de Camila, que estaban centrados en sus manos que tenía en el regazo y extendió la suya para coger la mano izquierda de Camila con cuidado, el moratón del asalto de Rachel de antes empezando a aparecer en su piel.
"Buena suerte mañana," dijo sinceramente Lauren, acariciando la parte de atrás de la mano de Camila con su pulgar tranquilizadoramente durante un momento antes de manipular los pequeños dedos como de costumbre. "Irá bien, lo verás. Es solo una formalidad. No tienes que preocuparte por nada."
"¿Te llamaré después de la escuela?" Camila preguntó vacilantemente. "Para contarte..."
"No, no me cuentes nada de eso, no a menos que tú quieras," dijo Lauren consoladoramente, acariciando la mano de su novia en la suya. "Solo, dime qué tal estar ¿vale?" preguntó. "Eso es por lo que más me preocupo."
Se pausó por un momento para mirar de nuevo a la casa de Camila.
"Debería acompañarte a tu puerta," reconoció a regañadientes, saliendo del coche y caminando alrededor del otro lado del coche para ayudar a salir a su novia.
Lauren sostuvo la mano de Camila mientras iban de camino hacia la puerta frontal llegando a pararse en el porche delante de la puerta de Camila. Se pararon juntas, Lauren mirando a Camila, su mano aún envuelta protectoramente alrededor de la de su novia, ninguna de ellas encontrándose con la mirada de la otra, ambas sin estar dispuestas a decir adiós.
"No quiero ir dentro," habló Camila después de que unos minutos de silencio pasaran y Lauren levantó sus ojos para mirar a la chica menor, su corazón ya doliendo por el pensamiento de dejarla ir de nuevo.
"Yo tampoco quiero que vayas dentro," admitió Lauren, una triste sonrisa apareciendo en sus labios.
"Vale, entonces nos quedaremos las dos aquí," dijo Camila con un sentido de finalidad para su voz.
"Excepto porque tengo escuela," le recordó Lauren, "y está oscureciendo Camz."
Camila movió su mano libre con desdén, como si la oscuridad no fuera nada a lo que temer.
"He vivido en la oscuridad demasiado que prácticamente es como bañarse en una luz del sol gloriosa." dijo. "Pero la escuela es básicamente el Monte Everest...ni idea de cómo vamos a afrontar ese pequeño problema."
"Camz," dijo Lauren, su tono implorando, conociendo a su novia muy bien. "No bromees porque no quieres enfrentarte a esto." La castigó amablemente. "Vas a ir dentro y después te irás de vuelta a rehabilitación."
"Estoy empezando a pensar que volver no es tan buena idea. Quiero decir, ellos no te sirven pizza en el comedor y la compañía no se acerca a lo buena que es aquí," informó Camila a Lauren, su tono aún suave, ignorando las palabras de su novia o el reflejo de recurrir al humor demasiado fuerte para controlar.
"Te pueden mandar la pizza," sugirió como ayuda Lauren, "y la compañía puede que no sea tan buena pero te ayuda más que yo."
"Eres una aguafiestas," protestó Camila y Lauren extendió su mano para acariciar la mejilla de Camila con la yema de su pulgar.
"Me llamarás mañana," estableció simplemente Lauren, "y podemos hacer Skype si quieres porque no creo que pueda pasar un día sin verte, especialmente no después de seis semanas estando separadas."
"Estaré esperando en mi ordenador," le dijo Camila y Lauren sonrió.
"No es que vayamos a estar separadas para siempre ¿no?" preguntó retóricamente Lauren. "Te veré el viernes Friday; el día de San Valentín." Dijo moviendo su mano para trazar ligeramente con los dedos de su mano la cicatriz de encima de la ceja de Camila. "Son solo un par de días hasta entonces. Eso es todo. Dos días y acabamos de sobrevivirá cuarenta y uno sin contacto." La tranquilizó. "Tienes razón; esto será más fácil en comparación."
Lauren quitó un mechón de pelo fuera de los ojos de Camila antes de acariciar su frente suavemente.
"Necesitas volver..." empezó.
"Querías que me quedara antes," le recordó Camila. "No querías que me fuera."
"Lo que quiera es irrelevante," le dijo sinceramente Lauren. "Lo que es mejor para ti es todo lo que importa y tienes que volver Camz. Sabes eso porque fuiste la persona que me convenció de que era la cosa correcta para hacer."
"Te odio ahora mismo," dijo Camila juguetonamente. "Supuestamente tienes que intentar persuadirme para que me quede."
"Vale, bien," respondió Lauren, sonriendo ampliamente con el intento de Camila de evitar la situación. "No te puedes ir Camz," dijo intentando sonar abatida, pero luchando con su diversión. "Tienes que quedarte aquí conmigo. No puedo vivir sin ti. Me moriré literalmente si me dejas otra vez. ¿Quién me va a mandar selfies desnuda y me va a destellar inapropiadamente en restaurantes si tú estás encerrada en rehabilitación? Soy como Campanilla...pero, en vez de necesitar un aplauso para vivir, necesito tu desnudez Camz...realmente la necesito" terminó, medio bromeando, muchos de sus comentarios basados sólidamente en algún hecho o ficción.
"Tu Oscar está llegando," le dijo Camila entretenida, su estado de ánimo iluminado un poco.
"Pero en serio Camz," dijo Lauren, cogiendo las dos manos de su novia en las suyas mientras estaban mirándose. "Eso no es un adiós, es solo...buenas noches." estableció, inclinándose hacia adelante para besar a Camila débilmente en los labios.
"Esto no parece un buenas noches," comentó Camila y Lauren podía ver las lágrimas formándose en los ojos de su novia.
"Lo es," la tranquilizó Lauren. "Voy a ir a verte el viernes y celebraremos el día de San Valentín juntas," reiteró, poniendo una sonrisa en su cara. "Son solo dos días..." repitió inclinando su frente contra la de Camila, una de sus manos apoyándose en la parte de atrás del cuello de Camila. "Eso es todo."
"¿Te volverás a poner el colgante?" preguntó Camila, cerrando sus ojos, desesperadamente buscando una señal física de que las cosas estaban resueltas entre ellas.
"No me lo voy a volver a quitar nunca," le prometió Lauren, silenciosamente rezando po que una de las chicas lo hubiera cogido y guardado a salvo.
Camila movió su cabeza hacia atrás y extendió sus manos para acariciar con los dedos de ambas la cara de Lauren acomodándose en sus mejillas.
"Tengo miedo," admitió Camila.
"Te lo dije," dijo Lauren, poniendo sus manos en las muñecas de Camila. "Estarás bien mañana..."
"No," aclaró Camila. "No tengo miedo de lo de mañana. Tengo miedo de que arruinemos esto de alguna manera."
"Aún podemos," reconoció realísticamente Lauren, "pero, solo hay una forma de averiguarlo ¿no?"
"Te quiero," le dijo sinceramente Camila, besando sus labios una y otra vez hasta que Lauren sostuvo las manos de Camila y movió su cabeza hacia atrás para mirarla.
"Lo sé," la tranquilizó Lauren y vio romperse la sonrisa de Camila, una lágrima deslizándose por su mejilla en desesperación para demostrarse a sí misma y a la chica más alta sus sentimientos. "Sé que lo haces," la tranquilizó Lauren.
"Solo...si nunca crees en nada que te diga, simplemente sigue creyendo en eso." Suplicó Camila y Lauren la besó, un profundo, significativo beso que expresó todo lo que quería decir en la forma más simple que supo.
"No tienes que decírmelo," la informó Lauren, "porque lo sé Camz." repitió, besándola suavemente en la frente, justo sobre la cicatriz. "Tanto como tú sabes que te quiero." Musitó contra la piel de Camila, sus brazos extendiéndose para envolverlos alrededor del cuerpo de la chica menos y abrazándola fuertemente.
Sintió que las manos de Camila envolvían su cintura, una apretando la parte de atrás de su sweater con un sentido de urgencia que parecía fuera de lugar.
"Te tengo preparado un gran regalo de San Valentín," dijo Camila contra el pecho de Lauren, su voz ahogada contra el tejido del sweater.
"¿Puedo comerlo?" preguntó Lauren y Camila negó con la cabeza.
"No," contestó Camila. "¿Quieres saber lo que es?" preguntó.
"No," se rió Lauren, besando a la otra chica en lo alto de su cabeza. "Nada de spoilers Camz. Sorpréndeme."
"Necesito ir dentro," dijo Camila, dando un paso hacia atrás de Lauren ligeramente y encontrándose con su mirada significativamente. "Cuando más esté aquí fuera menos querré irme y ya está siendo bastante duro para verlo algo atractivo."
"Entonces diré buenas noches," le dijo Lauren, besándola tiernamente en los labios, sonriendo en el beso cuando sintió la mano de Camila acariciar su espalda suavemente.
"Buenas noches," suspiró Camila cuando se separaron y Lauren quitó un mechón de pelo de los ojos de su novia.
"Buenas noches Camz," dijo Lauren, dando un paso atrás y girándose hacia el coche, sus manos aun entrelazadas.
Lauren sintió resistencia de parte de Camila cuando intentó soltar su mano y antes de saberlo, la había dado la vuelta en el sitio, y los brazos de la chica menor estaban alrededor de su cuello, sus labios presionados contra los suyos mientras la besaba profundamente, su lengua vagando en su boca.
"Buenas noches," suspiró Camila, soltando a la sorprendida Lauren y girándose para abrir la puerta, desapareciendo dentro sin una segunda mirada de vuelta.
Lauren puso sus dedos en su boca, aún en shock, una ligera sonrisa saliendo en sus labios antes de finalmente ir de camino hasta su coche sentándose en el asiento del conductor. Se puso el cinturón y encendió el motor, cuando iba a irse vio su móvil, que había arrojado en el asiento del pasajero a su lado, encendiéndose.
Extendió la mano y cogió el aparato en su mano, abriendo el mensaje, una gran sonrisa dibujándose en su cara mientras lo leía:
"¿Creías que esto era una selfie desnuda? Eres una pervertida. N siquiera sé por qué me gustas."
Lauren miró hacia la ventana de la habitación de Camila donde la luz estaba encendida y vio a su novia y vio cómo su novia le miraba con una sonrisa en su cara. Señaló algo en su mano y Lauren vio la pantalla de su teléfono encenderse de nuevo.
"Estaba bromeando, ya te echo de menos. Te quiero.....pervertida."
Lauren sonrió mientras leía el mensaje y miró de nuevo hacia Camila quien había abierto su ventana y estaba apoyada sobre sus codos en el marco de esta. Le lanzó un beso a Lauren y la morena hizo como que lo cogía antes de hacer el símbolo de un corazón con sus manos. Camila sonrió ante el gesto y rápidamente miró de arriba a abajo en la carretera, poniéndose recta de nuevo. Extendió sus manos hasta el dobladillo de su camiseta y la levantó apresuradamente, revelando su ahora desnudo pecho, aparentemente habiéndose quitado el sujetador. Lauren se rió, admirando las vistas.
Camila bajó su camiseta y le sacó la lengua a Lauren antes de volver su atención al teléfono. La pantalla de Lauren se iluminó una vez más unos segundos más tarde.
"Recuerda que eso es solo un adelanto."
Lauren volvió a mirar hacia Camila y pensó que vio a su novia elevar su ceja sugerentemente antes de cerrar la ventana y decir adiós, lanzándole a Lauren un último beso antes de cerrar las cortinas y desaparecer.
"Idiota," le mandó un mensaje Lauren pero sabía tan bien como Camila, que lo que realmente significaba era "Yo también te quiero."
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Trials and Tribulations
FanfictionEsta historia no me pertenece, todos los derechos a la autora original