Capitulo 49

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"Camz, eso es porque es un cachorro." Le dijo Lauren, riéndose ligeramente para sí misma y poniendo una mano en el brazo de Camila, sonriendola con afecto.
"Sí, pero, ¿de quién es el perrito?" preguntó Camila, sus ojos vovliendose para mirar a Lauren y lejos del pequeño perro donde habían estado fijados. "Es como, ¿de algún pariente tuyo o algo?" preguntó seriamente, aparentemente sin entender que de hecho ahora era suyo. "Quiero decir, es tan lindo," dijo Camila, volviendo sus atención de nuevo al pequeño animal que estaba sentado en sus patas de atrás mirándola, su correa cogida alrededor de la silla del patio para evitar que se escapara.
Camila se agachó delante del animal, dándole golpecitos en la cabeza tiernamente, una pequeña sonrisa apareciendo en sus labios mientras le empezaba a lamer la parte de atrás de su mano. "No puedo creer que lo cogieras prestado un día para mí." Terminó y Lauren ladeó su cabeza, finalmente dándose cuenta del malentendido de Camila.
"Ugh no," dijo Lauren, agachándose al lado de la chica más pequeña y levantando la chapa con el nombre del perro para que así Camila pudiera verlo, la palabra 'Jasper' claramente impresa en el pequeño y brillante disco de oro que estaba en el collar alrededor de su cuello. "No lo tomé prestado Camz," le informó Lauren, observando como Camila decía la palabra de la chapa, una mirada de comprensión en sus facciones. "Es tuyo."
"Qu...espera, ¡¿qué?!" contestó Camila, volviendose a mirar a su novia en completo shock. "¿Me has comprado un perro? ¿Estás loca?" preguntó, mirando de nuevo al pequeño perro, sus facciones suavizándose casi al instante al verle.
Negó con la cabeza por un momento, intentando no dejarse distraer por la pequeña criatura.
"No me puedes comprar un perro," le dijo Camila, intentando ser práctica sobre la situación, sin importar lo adorable que fuera Jasper, o lo mucho que quisiera quedárselo. "No me dejaran quedármelo aquí y mis padres no pueden cuidar de él..."
"Camz," dijo Lauren, riéndose ante la respuesta de su novia. "Confía en mí, todo está hablado te lo prometo."
"Lauren, es un gesto tan bonito, de verdad que lo es y él es tan lindo. Quiero decir, mirale," la animó, volviendo su atención de nuevo a Jasper, su sonrisa ampliándose mientras sus ojos caian en el pequeño cachorro marrón que estaba a su lado en el patio, apoyando su cabeza en sus patas con cansancio. "Quiero decir, él es tan lindo, es tan adorable y de verdad, realmente me encanta que tú hayas hecho algo como esto por mí pero, no me lo puedo quedar, no cuando aún estoy en rehabilitación. Además, es demasiado," compartió con ella Camila. "Los perros no son baratos Lauren, ¿cómo siquiera te lo has podido permitir?"
"Vale," dijo Lauren, poniendo una mano en un lado del cuello de Camila para callarla. "A lo mejor he ido por el camino equivocado," reconoció. "Probablemente debería haberte explicado unas cuantas cosas antes de simplemente llegar a la gran revelación." Admitió y Camila la miró expectante mientras Lauren se agachaba hasta el suelo sentándose con las piernas cruzadas delante de ella.
Camila se puso en la misma postura que Lauren, su mano amablemente acariciando al pequeño perro inconscientemente mientras esperaba la explicación de su novia.
"Bueno," empezó, extendiendo su mano para coger la otra de Camila sosteniéndola agarrada, su pulgar trazando pequeños círculos en la parte de atrás de esta mientras hablaba. "Como ya sabes, reapareciste inesperadamente en mi vida de nuevo después de seis semanas separadas y no había pensado nada para darte por el día de San Valentín porque, bueno, si estoy siendo sincera, ni siquiera sabía si podía aun pensar en ti como mi novia hasta hace unos días, como para saber que intercambiaríamos regalos." Iluminó a Camila. "Después resolvimos todo entre nosotras y quería darte algo significativo, algo que supiera que querías y amarías tanto como yo te amo," divulgó. "No podía pensar en nada," admitió. "Mi mente estaba completamente en blanco y después del día de la declaración, estaba sentada en la comida y recordé lo feliz que estuviste cuando vimos el perro fuera de Jimmy's," continuó. "Pensé en la conversación que tuvimos, como dijiste que siempre habías querido uno y que tus padres habían estado de acuerdo en que a lo mejor podrías tener uno cuando fueras más mayor..."
"¿Creias que te lo estaba dando a entender?" intercedió Camila, evidentemente angustiada por el pensamiento. "No lo estaba haciendo, ¡lo prometo! Dios, por favor dime que no me lo compraste porque..."
"Hey," dijo Lauren, una mano extendiéndose para tomar una de las mejillas de Camila y parandola en medio de la frase. "No pensé que lo estuvieras dando a entender para nada." Tranquilizó a su novia. "Es solo que parecias tan feliz cuando estabas fuera haciéndole mimos y pensé que a lo mejor sería bueno para ti tener alguien a quien cuidar a tu cargo." reveló. "Pensé que sería un buen papel diferente para ti, porque sé lo mucho que odias sentir que todo el mundo siempre te está cuidando, como a veces te sientes inútil e inadecuada, incluso aunque no lo seas." Añadió señaladamente. "Además," continuó, "Será bonito para ti también, ya sabes, tener algo de compañía cuando te estés sintiendo mal o sola, tener alguien quien te quiera incondicionalmente y que te sientas cómoda hablando con el si yo no estoy ahí. Los perros son muy buenos escuchando." Señaló Lauren. "Saben cuando necesitas que te animen también," siguió. "Son realmente intuitivos. Además" dijo, levantando un dedo con entusiadmo. "Leí en algún lado que algunos perros pueden predecir ataques," informó a Camila. "Entonces quién sabe, a lo mejor Jasper será capaz de advertirte cuando vayas a tener uno en el futuro."
Camila miró al pequeño cachorro que tenía delante, sus ojos oscuros chocolate cerrándose cansadamente como si se quedase dormido en respuesta con sus caricias rítmicas, sus dedos acariciando un lado ligeramente.
"Hablé con tu madre sobre comprártelo y ella estuvo de acuerdo," la tranquilizó Lauren, sintiendo la vacilación de Camila y extendiendo una mano para dar un pequeño golpe en la cabeza de Jasper. "Incluso me ayudó a elegirlo y a pagarlo." Le dijo a Camila. "Así que, el traro es que es en parte un regalo mío de San Valentín y por tu cumpleaños, porque, bueno, te quiero Camz," declaró fácilmente. "Quiero decir, ya sabes eso, pero, también es el regalo de cumpleaños de tus padres." aclaró.
"¿De verdad?" preguntó sonriendo ampliamente Camila, finalmente empezando a aceptar la veradd detrás de las palabras de Lauren, con esperanza. "¿Es realmente mío? ¿No es ningún truco ni nada?"
"No, claro que no es un truco," se rió Lauren, sonriendo ampliamente con la incertidumbre de Camila, su incapacidad de creer que realmente estuviera recibiendo algo que de verdad quería. "Es más que definitivamente tuyo Camz...bueno...y mío supongo, al menos durante un tiempo...simplemente hasta que estés fuera de rehabilitación."
"¿Vas a cuidar de él?" preguntó Camila felizmente.
"Eso es parte del trato," le dijo Lauren. "Tengo que cuidar de él hasta que estés en casa."
"¿Tus padres están bien con eso?" preguntó y Lauren asintió en afirmativo.
"No se si te das cuenta de esto pero nuestros padres son virtualmente inseparable hoy en día Camz," dijo Lauren. "Mi madre estaba más que feliz de volver a tener un perro por casa," admitió. "Mientras le alimente, le pasee y le cuide yo," le informó Lauren a Camila, riéndose ante el recuerdo de la voz de su madre mientras le decía esas exactas palabras.
"Oyes eso Jasper," dijo Camila, cogiendo al pequeño perro en sus manos y poniéndolo en su regazo mientras lo acariciaba con afecto, su voz cogiendo el mismo tono de bebé que usó con el que se encontraron fuera de Jimmy's hace unos días. "Te vas a ir y te vas a quedar con tu otra mamá durante un tiempo," dijo, besándole amablemente en el hocico y después en lo alto de su cabeza, su mano acariciándole detrás de la oreja.
"Camz," se rió Lauren, disfrutando de la mirada feliz en la cara de su novia mientras levantaba sus ojos para encontrarse con los suyos verdes. "Es tu perro, no mío. No le des ideas..."
"No," contestó Camila, dejando caer su mirada hacia el cachorro en su regazo denuevo y arrugando su nariz de esa forma adorable que de alguna manera conseguia poner inconscientemente, esa señal haciendo que el corazón de Lauren se hinchara en su pecho. "Es nuestro perro, ¿verdad Jasper?" le preguntó Camila, levantando el pequeño cachorro en sus brazos y abrazandolo contra su pecho mientras le besaba en lo alto de la cabeza de nuevo. "Sí," dijo, su voz chillona fingiendo la respuesta de Jasper, amablemente asintiendo con su cabeza en respuesta a la respuesta anterior.
"Idiota," comentó Lauren divertida, pero agradecida de que Camila estuviera feliz.
"¿Has escuchado eso Jasper?" preguntó Camila, besándole un lado de la cara y cerrando sus ojos durante un momento felizmente. "Mamá me quiere...así es como lo dice ahora."
"Eres tan idiota," se rió ligeramente Lauren de nuevo y Camila se acercó a su novia para así estar al lado, poniendo a Jasper entre ellas para que estuviera sentado sobre sus regazos.
Lauren extendió su mano para acariciar al pequeño cachorro bajo su barbilla suavemente, sus ojos fijados en los de Camila que la estaba mirando atentamente en silencio.
"Gracias," dijo Camila, la esquina de su boca volviéndose una sonrisa. "Este es el mejor regalo que alguien me ha dado."
"¿Lo es?" preguntó Lauren y Camila asintió con su cabeza.
"Lo es," contestó sonriendo mientras se inclinaba más cerca de Lauren besándola tiernamente en los labios como agradecimiento, una mano soltando a Jasper para extenderla hasta un lado de la cara de Lauren para acariciarla delicadamente. "De hecho," dijo Camila, echándose hacia atrás un poco, su mano aún apoyada contra la suave piel de la mejilla de Lauren. "De alguna manera hace que mi regalo sea menos cosa en comparación," admitió Camila, haciendo una mueca.
"Estoy segura de que me encantará lo que sea que me tengas preparado," la tranquilizó Lauren, dejando un suave beso sobre el ojo izquierdo de Camila, sus labios sobre la cicatriz de ahí como de costumbre.
"Bueno, veremos," respondió dudosamente Camila, haciéndole cosquillas debajo de la barbilla a Jasper durante un momento antes de hacer un movimiento para levantarse, cogiendo al cachorro con cuidado en sus manos mientras lo hacía y acurrucándolo junto a ella.
Lo sostuvo con seguridad en una mano y extendió la otra para que la cogiera Lauren; ayudando a su novia a ponerse en pie y entrelazando sus dedos una vez que estuvo de pie.
"¿Dónde vamos?" preguntó Lauren; una sonrisa en sus labios mientras Camila inclinaba su pequeña figura contra su costado.
"A mi habitación," contestó simplemente Camila, un destello malévolo en sus ojos.
"Oh," respondió Lauren, levantando una ceja en respuesta. "Ya veo...."
"Tu regalo está allí," le dijo a Lauren, girando su cabeza para mirar a su novia quien la estaba mirando de cerca, evidentemente intentando averiguar si había un significado escondido en sus palabras o no.
"¿Pensé que me ibas a dar una vuelta para enseñarme esto?" le preguntó Lauren, cambiando de tema ligeramente, recordando la completa ausencia de cerrojo en la habitación de Camila sin querer arriesgarse a estar allí sola con ella por miedo a que alguien entrara.
"¿Quieres que te haga un super tour?" preguntó Camila ligeramente sorprendida ante el rechazo.
"Sí," respondió Lauren, apretando firmemente la mano de Camila. "¿Está eso bien? Me gustaría hacerme una idea de cómo es tu vida aquí," continuó. "Entender cómo pasas tus días sin mí."
"No necesitar un tour para eso," comentó Camila secamente. "Cuando no estoy contigo paso mis días pensando en ti. Así de simple."
"Eres blanda," señaló Lauren, besando el lado de la mejilla de Camila ante el encanto de su novia.
"Bien, no me creas," dijo Camila fingiendo ofensa y haciendo un leve puchero con las palabras de Lauren, Jasper revolviéndose en sus brazos un poco. "pero es verdad."
Lauren se estiró hacia adelante y besó a Camila en los labios, desperada por quitar ese adorable puchero de su cara.
"Te creo," le dijo sinceramente Lauren. "Pero seguiré necesitando un tour."
"Vale," finalmente aprobó Camila la petición de Lauren. "Entonces lo terminaré en mi habitación," resolvió.
"Trato," dijo de acuerdo Lauren, silenciosamente esperando que para ese momento en el que el tour estuviera terminado fuera cerca de su toque de queda, o en la hora del almuerzo de Camila o algo igualmente inflexible.
No era que Lauren no quisiera estar con Camila, porque, sinceramente, después de la forma en la que habían dejado las cosas cuando se vieron por última vez, Lauren estaba más que ansiosa de estar con su novia otra vez íntimamente. Era la absoluta falta de privacidad, y, más especialmente, lo que preocupaba a Lauren era una puerta cerrada entre ella y más de treinta miembros de personal.
Camila procedió a enseñar a Lauren las instalaciones del centro de tratamiento, rápidamente pasando por los jardines y el área de fuera del que habían salido, discutiendo el hecho de que tenían una piscina increíble, la cual, de todos modos, nunca había usado ni una vez en todo el tiempo que había estado ahí.
"¿No te gusta nadar?" le preguntó Lauren a Camila sorprendida. "Pensé que lo harías considerando lo mucho que te gusta la playa."
"No, me gusta nadar," le dijo Camila sinceramente. "Es solo que...estoy insegura de llevar un bañador, eso es todo."
"Ahh," contestó Lauren, mirando a su novia de cerca.
"Sé lo que vas a decir," respondió Camila, dando un golpecito en el brazo de Lauren y llevándola por las puertas del patio hacia el edificio, Jasper cayendo dormido en los brazos de  Camila. "Vas a decirme que no debería estarlo y después vas a enumerar una lista de razones por las que soy preciosa."
"Bueno entonces," devolvió Lauren, entretenida. "No necesito decirlo, ¿no?"
"También está el hecho de que no he nadado desde el accidente," continuó Camila, un poco más vacilante. "Hay una alta probabilidad de que me ahogue tal y como tengo mi coordinación."
"No lo sabes hasta que no lo intentes," le ofreció Lauren y Camila le dio una mirada señaladora.
"Hay una oportunidad de que me ahogue y quieres que lo intente," bromeó Camila y Lauren se rió mientras continuaban por el gran pasillo del centro juntas.
"No te estoy sugiriendo que saltes en lo más hondo," dijo Lauren, entretenida. "Empieza por la parte que menos cubra al principio y practica un poco de nado a perrito." Le recomendó. "Estoy segura de que Jasper te enseñará como se hace," comentó Lauren, extendiendo su brazo para acariciar la cabeza del pequeño perro. "Lo harás Jasper, ¿eh?" le preguntó y Jasper abrió los ojos con la pregunta como si de verdad estuviera escuchando.
"Pensaré en ello," dijo Camila, girando hacia la derecha con la siguiente oportunidad disponible y llevando a Lauren hasta un gran comedor que parecía el restaurante de un hotel, un gran mostrador recorriéndolo de lado a lado. Había mesas esparcidas con manteles de color melocotón, servilletas blancas y cubertería de plata. "Este es el comedor," le dijo Camila a Lauren, asintiendo con su cabeza en un gesto para enseñarlo. "La comida es bastante buena en realidad, mucho mejor que la de la comida vieja de la cafetería de la escuela."
"Eso no es en realidad un cumplido," bromeó Lauren, riéndose y Camila también sonrió, dándose cuenta de la verdad en las palabras de su novia.
"Cierto," dijo de acuerdo, girándose de nuevo y llevando a Lauren de vuelta al pasillo. "El jueves es el mejor día para la comida pero porque tienen pizza y patatas." Compartió con Lauren. "Los martes también están bien," añadió pensativamente. "Normalmente tienen Tacos para cenar, lo que me gusta, pero, son un dolor para comerlos, especialmente con la coordinación de mi mano. Normalmente acabo llevándome la mitad del relleno en la ropa."
"Nada nuevo entonces," respondió Lauren juguetonamente y Camila la golpeó con su codo, sin poder pegarla por tener ambas manos ocupadas.
"Grosera," comentó mientras llevaba a Lauren a otra sala, la que era como un aula típica de  una escuela.
"¿Tenéis que ir a la escuela aquí?" preguntó sorprendida Lauren.
"Sí, claro," se rió Camila. "Hay muchos adolescentes aquí por una u otra razón," le informó. "Todos venimos aquí cada día después de nuestras sesiones de terapia para seguir al día con el trabajo de la escuela. Es como estar dando clases en casa supongo. Solo que, no lo es."
"Entonces, ¿en teoría deberías ser capaz de volver a la escuela y unirte a las clases como si nunca las hubieras dejado?" preguntó con esperanza Lauren.
"En teoría," contestó Camila con una mirada pensativa.
"Pero no lo vas a hacer ¿verdad?" preguntó Lauren, sintiendo que Camila no le estaba contando todo.
"No lo sé aún," contestó sinceramente Camila. "Quiero decir, me encantaría volver a la escuela y estar por allí contigo y con las otras, es sólo que..." dijo mientras su voz se pagaba con incertidumbre, mirando hacia el perro que dormía en sus brazos.
"¿Es sólo qué Camz?" le preguntó Lauren, apretando la mano de Camila tranquilizadoramente y animándola a seguir.
"Es sólo que estoy yendo mucho mejor aquí," compartió abiertamente Camila. "Las clases pequeñas limitan la cantidad de distracciones y soy capaz de concentrarme mejor. Además, tengo más ayuda de mi tutor sin necesitar sesiones extra." Continuó explicando. "No sé Lauren," suspiró insegura Camila. "Estoy empezando a pensar que a lo mejor me precipitara volviendo a la escuela y debería haber escuchado a mis padres cuando me sugirieron que atendiera a una escuela virtual en mi tercer año."
"Deberías hacer lo que sea mejor para ti Camz," le dijo Lauren entendiéndola, pero admitiendo que estaba un poco molesta con la posibilidad de no volver a compartir clases con Camila. "A lo mejor tienes razón con terminar el año escolar en casa y después quien sabe si a lo mejor  puedes volver de nuevo para tu cuarto año."
"Sé que probablemente sea la decisión correcta pero, quiero volver a la escuela y estar contigo también," compartió Camila, evidentemente desgarrada. "Quiero decir, no será lo mismo si no estoy en la escuela. Pasaremos menos tiempo juntas."
"Nos veremos todo el tiempo," la tranquilizó Lauren. "Será incluso más de lo que nos vemos ahora así que no puede estar mal ¿no?" preguntó.
"A lo mejor," contestó poco convencida Camila.
"Simplemente, intenta no pensar en ello ahora," sugirió Lauren. "No tienes que tomar ninguna decisión hoy. Puedes, no sé, cruzar ese puente cuando llegue el momento."
"Eres increíble," le dijo Camila, inclinándose y besando a Lauren en los labios felizmente. "¿No lo es Jasper?" le preguntó al cachorro, quien seguía firmemente dormido contra el pecho de Camila. "Eres tan increíble que Jasper se ha desmayado," bromeó Camila y Lauren se rió en respuesta mientras la chica menor cogía su brazo amablemente y la llevaba hacia el pasillo de nuevo.
"Creo que está durmiendo Camz," contestó Lauren divertida mientras iban hacia la habitación opuesta, Camila metiendo a Lauren dentro de lo que parecía un gran salón con numerosos sofás y pufs, y una gran televisión al final de esta. 
"Eso es exactamente lo que quiere que creas," contestó Camila, mirando alrededor del salón extrañamente vacio. "Este es el salón," le dijo simplemente a Lauren.
"Eso lo puedo ver." Se rió Lauren.
"En realidad no suelo venir mucho aquí," admitió Camila. "Normalmente voy al jardín a leer o estoy en mi habitación escuchando música y...bueno, leyendo."
"Eso sinceramente no me sorprende Camz," le dijo Lauren y Camila se dio la vuelta para ir de nuevo al pasillo.
"Solo nos quedan dos sitios más por ver," dijo Camila, de pie en el espacio abierto y mirando de arriba hacia abajo la longitud de éste debatiendo algo intenamente. "Ahí está la sala de terapia de grupo," dijo señalando con la mano con sus dedos entrelazados en su dirección, "que en realidad no tiene nada excepto de unas cuantas sillas y después están las otras oficinas de terapia aquí," dijo señalando hacia el otro final del pasillo. "Simplemente imagina la típica oficina de terapia de una película y tendrás una idea," la recomendó. "Te llevaría hasta allí pero la gente probablemente esté teniendo sesiones así que no podrás verlas de todos modos."
"Entonces supongo que eso nos deja el gran final," dijo nerviosamente Lauren, mordiéndose el labio inferior con un poco de ansiedad.
"Cierto," dijo Camila, tirando un poco del brazo de Lauren y llevándola de nuevo por la dirección por la que acababan de ir hacia su habitación.
Camila soltó la mano de Lauren para poder abrir la puerta y le hizo un gesto para que pasara, cerrando firmemente detrás de ella.
"Entonces, esta es mi habitación," djio Camila agachándose para dejar a Jasper en la cama donde pronto se acurrucó y siguió durmiendo. "No es exactamente la habitación más grande o enorme en la que he hestado pero es mi casa," dijo, "al menos, lo ha sido." comentó.
"Es gracioso," dijo Lauren, mirando alrededor de la habitación y estudiándola de cerca, "pero pienso que esto se parece más a tu habitación, tu habitación, ya sabes, la de tu casa." señaló.
"¿Lo crees?" preguntó Camila mientras Lauren se acercaba a la pared donde Camila había puesto las fotos que había visto en la primera entrada de su video diario que había visto.
"Sí," confirmó Lauren. "Es como...ésta eres tú." dijo, haciendo un gesto hacia la habitación mientras seguía explicando más sus pensamientos. "Tienes fotos de Dinah y de tu familia en las paredes," le dijo sonriendo. "Después está la pila de libros de tu escritorio, los cuadernos y los bolígrafos," compartió, pasando sus dedos sobre ellos ligeramente. "Tienes tu música y tu portátil," dijo, señalando a su cama donde estaban sus auriculares y su portátil plateado. "Por último tienes tu guitarra..." observó Lauren, callándose, un poco sorprendida de verla ahí. "¿Por qué está aquí tu guitarra?" preguntó confundida. "¿Has estado practicando?" cuestionó y Camila sonrió juguetonamente.
"Sí," dijo, extendiendo sus manos hacia los brazos de Lauren y llevándola a sentarse al filo de la cama al lado de Jasper quien estaba empezando a moverse ligeramente. Camila lo cogió y lo puso en el regazo de Lauren, su novia sosteniéndolo con cuidado para evitar que se deslizara por sus muslos. "En realidada ese es mi regalo de San Valentín para ti," le informó a Lauren antes de añadir precipitadamente. "Quiero decir, aquí no hay tienes ni nada y no me han permitido salir y comprarte nada así que, como dije, es poca cosa en comparación con el tuyo pero espero que te guste de todos modos...yo...lo...ya sabes, parece un poco flojo en realidad ahora, a lo mejor podría conseguirte algo mejor la próxima vez que..."
"Camz," dijo Lauren, interrumpiendo a su novia, una amplia, entretenida sonrisa en su cara. "A Jasper y a mi nos encantaría escucharte tocarnos una canción. ¿Verdad Jasper?" le preguntó al cachorro de su regazo, levantándolo sobre sus patas traseras durante un momento y ayudándole a  mover una patita hacia Camila.
"También te he hecho una tarjeta," dijo Camila pareciendo avergonzada ante su mediocre oferta especialmente después de que Lauren hubiera puesto tanto esfuerzo en comprarle algo que no solo requirió pensamiento sino que era caro. "Yo...aquí," dijo, girándose para cogerla del escritorio dándosela a Lauren quien la abrió, Jasper deslizándose por su regazo hasta la cama poniéndose a su lado por un momento. "Feliz día de San Valentín," dijo otra vez Camila.
"Me encanta," le dijo sinceramente Lauren, mirando la tarjeta de sus manos.
En la parte de delante, con la ahora familiar letra temblorosa de Camila ponía 'Feliz día de San Valentín,' en letras redondas y coloreadas con bolígrafo rojo, unos pequeños corazones dibujados alrededor. Dentro, Camila había escrito un largo mensaje a lo largo de las dos páginas.
"Querida Lauren,
Sé que no hemos hablado durante un tiempo y eso es mi culpa. Lo siento. No sé qué más decir aparte de eso. Espero que esta tarjeta te encuentre el día de San Valentín y que no la tires en la papelera cuando hayas terminado de leerla...o incluso antes de hacerlo... de todos modos, incluso aunque no hayamos hablando en semanas, aunque no nos hayamos visto, o no hayamos respirado el mismo aire, quería desearte un feliz día de San Valentín.
Te amo Lauren.
Esa es toda la verdad y pensé que tú deberías saber que así es como me siento incluso aunque haya sido horrible demostrándotelo recientemente. Creo que es bonito saber que alguien ahí fuera te ama, aunque no sientas lo mismo más y yo sí, realmente lo hago Lauren. Eres la única cosa clara en mi oscura mente a veces y cuando siento que estoy perdiendo el control de todo lo que tengo alrededor, o cuando no puedo continuar, eres el ancla que me sostiene aquí, estemos juntas o no.
Eres la mejor novia que cualquiera podría pedir o esperar tener...fuiste la mejor novia...eres tan especial Lauren y a veces me pregunto si te das cuenta de eso. Eres amable, compasiva, leal, inteligente, divertida, preciosa; y un millón de otros adjetivos positivos que podría llevarme demasiado para enumerar.
Mereces ser amada Lauren. Deberias ser amada de la forma en la que tú amas, atentamente y sin compromiso. Te amo Lauren pero no soy atenta, soy torpe y rara. He maltratado tu corazón imprudentemente este tiempo que hemos estado juntas, dejando moratones sobre él despacio hasta que estalló. La cosa triste es que ni siquiera me di cuenta de que lo estaba haciendo, porque no te estaba hiriendo a ti directamente Lauren, me estaba hiriendo a mí misma y no entendía cómo te afectaría hasta después, hasta que hablé de ello aquí...siempre has estado ahí para mí, siempre, y yo no he estado ahí para ti, no de la manera en que necesitabas que estuviera, o de la manera que merecías.
No sé que nos depara el futuro Lauren. Dejé caer mi bola de cristal (ya sabes lo torpe que puedo ser) y se ha roto, algo poético ¿no crees? Porque estoy segura de que tu corazón debe sentirse así en este momento y siento eso. Rezo por que un día me perdones porque creo que si amas a alguien puedes olvidar cualquier cosa. Al menos, me gusta creer que es verdad, prque te amo y pienso que te perdonaría todos tus pecados si eso significa que estuviéramos juntas.
Me estoy liando otra vez ¿verdad? De todos modos, me enseñaste cómo amar Lauren y eso es un regalo que atesoraré más que nada en mi vida. Te echo de menos, y, si tú también me echas de menos, por favor llámame. Me encantaría escuchar algo de ti, pero, tengo tanto miedo de llamarte. Soy una cobarde en ese sentido. Tengo un paquete y estoy pensando en mandártelo pero, no he conseguido reunir el valor suficiente para hacerlo todavía...ugh, lo siento, me lio...otra vez...
Feliz día de San Valentín Lauren. Te amo y creo que siempre lo haré.
Camila"
"Camz," dijo Lauren, con lágrimas evidentes en sus ojos. "¿Por qué me sigues haciendo esto?"
"Lo siento," se disculpó Camila, sin estar segura de lo que había hecho. "Sé que es estúpido..."
"No," dijo Lauren, "no es estúpido. Siempre dices eso cuando estás insegura de ti misma pero estás equivocada, esto es increíble." Le dijo sosteniendo la tarjeta. "Tus palabras son preciosas y sinceras." señaló. "Te tomaste el tiempo de hacerme esto y pusiste esfuerzo para crearlo. Eso lo hace mejor que ninguna otra tarjeta que me comprases porque es única y original." La tranquilizó. "Es tuyo, desde tu corazón y lo hace perfecto, no pobre."
La boca de Camila formó una pequeña sonrisa y Lauren puso la tarjeta en la cama a su lado, extendiendo su mano para coger a Jasper y sentarlo en su regazo, poniéndolo en dirección a Camila.
"Entonces, no más incertidumbres y no más dudas Camz," dijo significativamente Lauren. "Nos prometiste a mí a Jasper una canción por el día de San Valentín y queremos escucharla."
"Vale," contestó Camila, su tono aún vacilante, pero fue hacia donde estaba apoyada su guitarra contra la pared al final de su cama y la cogió, haciendo su camino hasta el medio de la habitación para estar de pie delante de Lauren. "Simplemente, no escuches si cometo algún error."
"No lo harás," dijo Lauren con confianza, sabiendo que Camila nunca habría pensado en tocarle una canción si no sintiera que podría hacerlo bien, especialmente sabiendo que era por una ocasión significativa como hoy.
Camila sostuvo la guitarra en sus brazos, girándola con cuidado por un momento antes de respirar hondo y dando las primeras notas de la canción. Los labios de Lauren se curvaron en una sonrisa al reconocer la canción y vio a Camila visiblemente relajada mientras se dio cuenta de la expresión de su cara.
"All I know, this morning when I woke, is I know something now, know something now, I didn't before. And all I've seen, since eighteen hours ago, is green eyes and freckles in your smile, in the back of my mind making me feel right.
I just wanna know you better, know you better, know you better now
I just wanna know you better, know you better, know you better now
I just wanna know you better, know you better, know you better now
I just wanna know you, know you, know you
'Cause all I know is we said, "Hello."
And your eyes look like coming home
All I know is a simple name
Everything has changed
All I know is you held the door
And you'll be mine and I'll be yours
All I know since yesterday is everything has changed
And all my walls stood tall, painted blue, and I'll take them, take them down and open up the door for you.
And all I feel in my stomach is butterflies, the beautiful kind, making up for lost time, taking flight, making me feel right.
I just wanna know you better, know you better, know you better now
I just wanna know you better, know you better, know you better now
I just wanna know you better, know you better, know you better now
I just wanna know you, know you, know you

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