Capitulo 17

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Camila recordó muy poco de lo sucedido. Un minuto, estaba tomando la mano de Lauren, podía sentir el calor que emanaba el contacto con ella, proporcionandole comonidad, el entrelazamiento de sus dedos le daba un pequeño grado de tranquilidad. Pero al minuto siguiente, estaba sentada en una sala de interrogatorios en la comisaría de la policía local, una mesa y cinco ellas eran lo único que ocupaba la habitación, además de un espejo. Había un reloj fijo en la pared, su tic tac sonaba fuerte ya que todo era vacio. Camila recordó el almuerzo, recordó a David Johnson y sus insultos burlones, Dinah tratando de calmarla mientras luchaba por liberarse, golpeando accidentalmente a la Señorita Lovato. Camila incluso recordó al Director Michaels, y la preocupación de Lauren cuando le había pedido que lo siguiera. "Al parecer, finalmente encontraron al conductor del auto que te atropelló" Esas fueron las últimas palabras que Camila recordaba antes de que todo se convirtiera en un ruido desconocido. Ahora, Camila estaba sentada en la sala de interrogatorios sin recordar como había llego allí, los recuerdos eran un desastre en su cabeza, al igual que todos los otros sobre su accidente, recuerdos absorbidos por el olvido, por un agujero negro, para que no la molestaran de nuevo. Camila era consciente de unas pocas cosas mientras estaba sentada en medio de su mamá y su papá, en frente de dos simpáticos detectives. Todavía podía sentir el latido de su muñeca izquierda, no escuchaba lo que pasaba, podía mirar pero no veía realmente lo que pasaba a su alrededor. Era vagamente consciente de las carpetas sobre la mesa y de la conversación que tenían los detectives con sus padres. Podía oír el tono de voz algo enojado de su padre, pero no podía entender mucho, el ruido era extraño y distante. Camila tenía dolor de acbeza, y era muy consciente de ello, por lo que levantó su mano derecha para frotarse la sien., en un intento de calmar este dolor sin tener éxito. Tenía la cabeza fría y húmeda al tacto, se limpió el sudor de la frente con el dorso de su mano. Se sentía como si estuviera sumergida bajo el agua, ahogándose, su pechó se apretó con fuerza, dolorosamente, mientras luchaba por respirar y temió desmayarse por falta de oxígeno. Podía sentir su corazón latir con furia y no podía librarse de la idea de que en cualquier momento se escaparía de su pecho. Se sentía mareada y quería más que nada poder descansar para calmar de dolor de su cabeza, quería dormir, pero en el fondo de su pente, la lógica le dijo que no podía, que lo que estaba sucediendo a su alrededor era importante y debía tratar de mantenerse despierta. La boca de Camila estaba completamente seca y la garganta le dolía cada vez que trataba de tragar saliva.

"Estoy teniendo un ataque de pánico" se dio cuenta Camila de repente y entornó los ojos en un intento de centrarse en la detective que se sentó frente a ella, haciendo un esfuerzo para estabilizar su respiración y calmarse. Escuchó la voz de Lauren en su cabeza diciendo: "Sólo respira Camz" y Camila intentó obedecer a la suave voz, deseando que Lauren estuviera allí con ella, ahora, para asegurarle que todo iba a estar bien, que todo estaba bien.

"Camila" una voz suave y tranquilizadora se dirigió a ella y Camila se tomó un momento para darse cuenta de que era la detective que estaba sentada frente a ella. Llevaba un traje de color azul marino, tenía el pelo largo y rubio y penetrantes ojos azules que veían a Camila estrechamente con preocupación y comprensión evidente. "¿Quieres tomar algo?"

Camila no dijo nada por un momento para comprender la oferta antes de asentir con la cabeza en silencio. La detective procedió a darle un vaso de agua fría, Camila extendió una mano temblorosa para tomarlo con gratitud. Incapaz de controlar sus movimientos, dejó el vaso sobre la mesa ligeramente, su muñeca dolía.

"Toma pequeños sorbos" le aconsejó la detective y Camila hizo lo que le pidió, pero aún así un poco de agua se derramó fuera de su boca. Se limpió con la manga de su brazo izquierdo, mientras ponía el cristal sobre la mesa una vez más.

"¿Te sientes mejor?" preguntó la detectiva y Camila asintió con la cabeza, sus facultades parecían volver poco a poco.

Podía oir a sus padres hablar con el otro detective en la sala, y trató de escuchar aquella conversación, pero la detective que la acompañaba volvió a hablar.

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