Abrió los ojos y lo primero que vió fue una rosa roja junto a su almohada. Sonrió, sintió su brazo en la cintura. Se dió la vuelta y notó que la cama estaba llena de pétalos de rosa. Y había velas a los lados de la cama.
Lo observó y él fingía dormir. Lo recorrió con la mirada, estaba sin remera, su piel era blanca como la leche fue directo al lunar que la volvía loca justo ahi donde terminaba el cuello. Lo besó y logró una sonrisa de sus labios rojos y mostró sus dientes pequeños, esa risa que la enamoraba cada día más.
- A qué se debe? - preguntó con la rosa en los labios.
- Me siento ofendido!! - dijo apoyando la cabeza en la mano - hoy hace un mes que estamos juntos...
Se sintió una tonta por no recordarlo, pero era verdad, ya había pasado un mes desde la primera vez que habían estado juntos.
Él prácticamente pasaba todos los días que podía con ella y a pesar de que cada vez era mas difícil ocultar su relación hacia los demás lo llevaban bastante bien.
Aún recordaba cuando le contaron al resto de los miembros la sorpresa en la cara de Jin y RM era un poema. Todos habían pactado que aun no lo contarían a la empresa, pero era algo que tarde o temprano se iba a saber, y preferían que se enteraran por boca de Yoongi cuando fuera el momento adecuado.
- Te gusta?
- Me encanta!!! Pero yo no preparé nada - dijo haciendo un puchero.
- Eso se puede solucionar - dijo mordiéndole el labio.
Ella se lanzó a sus brazos y comenzó a besarlo pero él la apartó.
- Intentaremos algo nuevo - dijo subiéndose sobre ella sujetándola con las piernas. - Qué me dices?
Woow eso le gustaba y la asustaba a la vez, quizá el notó el miedo en su mirada porque dijo:
- No haré nada que no quieras, solo tienes que decirme y me detendré.
Ella asintió.
Él le mostró una corbata, y mientras le daba pequeños besos en el cuello, tomó sus manos y las ató en el respaldo de la cama.
OK, pensó ella, quizá no me guste tanto no poder usar las manos, pero se dejó llevar.
Luego le cubrió los ojos, no podía ver nada. Él se quitó de encima y quedó expectante unos segundos tratando de averiguar a donde se había ido. Sintió el contacto de su dedo en el centro de sus senos y descendiendo suavemente por su vientre hasta su sexo. Sintió como le quitaba las bragas suavemente. Sintió su aliento cálido cerca de su ingle y se estremeció por completo.
- mmm me gusta esto - dijo ella.
Él se alejó, y de pronto lo sintió susurrándole en el oído.
- Cada vez que emitas un sonido vas a recibir un castigo.
Ella se rió.
- Hablo en serio.
Y su voz sonaba grave, casi le creyó e hizo el esfuerzo por seguirle la corriente. Apretó los labios para dejar de sonreír.
Sintió que le acariciaba los senos con algo, parecía ser la rosa, podía sentir los pétalos suaves rozando su piel. De pronto sintió un suave rasguño en la piel, una de las espinas la había arañando. Un grito de dolor se escapó de su boca
- Me puedo detener cuando quieras.
Negó con la cabeza, ya había entendido que iba enserio.
Pudo sentir nuevamente las caricias con los pétalos descendiendo cada vez más. Luego nuevamente su aliento caliente en su entrepierna, solo eso, no había ningún tipo de contacto físico.
Luego algo frío recorría su ombligo, desapareció un instante y luego lo sintió en su cuello.
Ok, hielo, no sabía si recibirlo como un castigo o un premio, pero mantuvo la boca cerrada a pesar de que hubiese querido gritar. Podía sentir los labios fríos de él así que se dio cuenta de que el hielo estaba en su boca y a medida que se derretía sus labios se acercaban a su piel. Fue bajando sintiéndolo cada vez mas cerca de su pubis, cuando se acercó espero algo de contacto y se adelantó al mismo, pero de nuevo desapareció todo tipo de sensación. Quedo expectante con la respiración agitada.
De pronto algo caliente rodó entre sus senos, no pudo evitar gritar ante la sorpresa. Ahora sabía el motivo de las velas cuando estaba todo iluminado. Volvió a sentir el cebo recorriendo su estómago y volvió a gemir, no lo podía evitar. Sintió entonces cuando él le ajustó la corbata mas fuerte en sus muñecas, ahora no podía mover los brazos para nada. Se quedo quieta sin emitir sonido esperando el siguiente paso. Sintió cuando los labios de él rozaron los suyos y comenzó a descender por su cuello, mordió suavemente sus pezones y siguió bajando, sentía su lengua jugueteando con cada centímetro de su cuerpo pero se quedó completamente quieta y en silencio, sabia que si lo hacía llegaría su premio.
Él separo sus piernas y lamió su sexo, lanzó un gemido profundo, todo se detuvo nuevamente.
Quién en su sano juicio se resistía a eso?
Quedó a la espera de un nuevo castigo, cuánto más podría resistir?, le dolían las muñecas pero eso no era nada comparado con el deseo que sentía, solo quería tenerlo dentro y que se acabará eso de una vez. Pero si le pedía que se detuviera todo se detendría y quedaría completamente frustrada...
Sintió como la tomaba por el tobillo y la ataba a la parte baja de la cama e hizo lo mismo con el otro separando ambas piernas. Salvo por su pelvis no podía moverse.
Volvió a sentir su lengua pero esta vez recorría sus piernas de manera ascendente, esta vez si sintió su cuerpo entre sus piernas. Y se mordió fuerte los labios para no emitir sonido, ya quería que terminara la tortura.
Él comenzó a lamer nuevamente y ella se quedó lo mas quieta que pudo, entonces sintió como introducía la lengua en su vagina e instintivamente levantó la pelvis. Él la mordió en el muslo, ella volvió a gritar, le dió otro pequeño mordisco en el labio.
- Puedo parar cuando quieras.... - dijo con la voz ronca.
Volvió a negar con la cabeza, estaba ardiendo de deseo ya casi no sentía el dolor...
Èl continuó jugando un poco más con su clítoris y ella se quedó lo más inmóvil que pudo, su respiración estaba mas que agitada y el corazón le latía con fuerza, si llegaba al orgasmo no iba poder evitar gritar como una loca y entonces el la mataría a latigazos, pero al menos moriría feliz.
Todo se detuvo un instante, y sintió como le desataba las ataduras de las muñecas, sintió como él tomaba sus manos y las pasaba por su pecho, al fin alguien se materializaba ante ella. Se colocó entre sus piernas y sintió lo duro que estaba, hubiese querido abrazarlo pero no sabía hasta donde había terminado todo así que dejó sus manos quietas sobre la cama. Le quitó la venda en el momento en que la embestía y por un momento le costó enfocar su rostro, abrió y cerró los ojos hasta que lo vió con claridad moviéndose sobre ella. Se detuvo unos segundos para desatarle las ataduras de los pies y volvió a poseerla con violencia, ella lo rodeo con sus piernas, y a medida que la intensidad aumentaba sintió como se quemaba por dentro, clavó sus uñas en su espalda y lanzando un grito ahogado quedó totalmente perdida. Sintió que él se detenía también y sintió su respiración agitada en su cuello y el peso de su cuerpo sobre el de ella.
- Me has dado el mejor regalo... - le susurro al oído - me regalaste tu plena confianza....
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Living With An Idol
RomanceUna chica común que debe acostumbrarse a vivír la sacrificada vida de un Idol... Por amor