7. My tears ricochet.

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"And if I'm on fire, you'll be made of ashes, too
Even on my worst day, ¿did I deserve, babe, all the hell you gave me?"

—Taylor Swift (2020). Folklore.


BROOK

Fue un día agotador, por lo que apenas me acuesto en mi cama siento como los músculos de mi cuerpo comienzan a relajarse, pero la sonrisa boba de mi rostro no desaparece.

Una cita.

Voy a tener una cita con Matt.

Lo último que pensé que Matt haría esta noche era pedirme una cita, pero lo hizo, y claramente le dije que sí.

Estoy emocionada a niveles descomunales porque por primera vez en mi vida tendré una cita, y con alguien que me gusta. Ahora entiendo cuando dicen que lo mejor siempre tarda en llegar.

He decido no contar nuestras salidas anteriores como citas, pues esta es la primera vez que me lo pregunta directamente y por fin podré sentir la experiencia en todo su esplendor: podré ir a comprar un lindo vestido con Avery, iremos a hacernos la manicure, me arreglaré lo suficiente para dejarlo sin palabras y con suerte ese día será el mejor de mi vida.

Ahogó una risa interna y me quedo mirando el techo sin poder creer que está nueva vida comienza a gustarme. Llegué a este lugar con pocas expectativas, en primera, ni siquiera esperaba que tendría la suerte de que mi habitación de residencia fuera casi un mini departamento, digo suerte porque no hay otra explicación lógica que explique aquello. Segundo; no tenía tantas esperanzas de formar una amistad con mi compañera de cuarto, soportarnos sería un milagro, y mírenme, Avery ahora es como mi alma gemela.

Tercero; no esperaba tener amigos. Me refiero a amigos como los que ahora tengo, de esos que hasta organizan cenas para pasar tiempo juntos, y de los que aman y disfrutan los juegos de mesa como si siguieran siendo niños. No es una queja ni por asomo, es un claro: Gracias al universo.

Y por último, pero no menos importante. Matthew.

Matthew, Matt, Matty, como quieran llamarlo. El tipo que ahora me tenía suspirando con cada palabra que salía de su dulce boca.

Definitivamente algo bueno hice en mi vida anterior, o tal vez el universo ya me había dado tantos golpes que se dijo "tiene demasiadas heridas, dejemos que cicatricen un poco". Lo que sea que esté pasando, no me quejo.

La vibración de mi celular suena sobre mi mesita de noche y me apresuro a cogerlo para volver a recostarme sobre mi cama.

—¿Si? —contesto y muerdo mi labio inferior para esconder mi emoción.

—Mmm —suena nervioso y sonrío aún más—. ¿Estabas durmiendo?

—Estaba en ello, pero por una extraña razón no puedo hacerlo.

—Entonces somos dos —comienzo a meterme bajo las sábanas—. ¿Puedo confesarte algo?

—Por supuesto, aunque si es algo malo que pueda volverme cómplice de algún delito mejor guárdatelo.

Logro mi cometido cuando escucho su risa a través del micrófono.

—De los dos, la más propensa a cometer un delito eres tú, niégalo.

—Por supuesto que lo niego ¿qué clase de persona crees que soy?

—Alguien muy inteligente, como para saber aprovecharse.

—Podré ser inteligente, pero te prometo que jamás usaría mi inteligencia para cometer un delito.

—Que desperdicio —bufa—. Estaba a punto de confesarte que en realidad soy parte de una mafia y quería negociar contigo para hacerte mi cómplice.

Irremediablemente Tú y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora