◄ Capítulo 33

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─═ Conflictos ═─

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Dejé escapar un suspiro que pareció congelarse en el tiempo

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Dejé escapar un suspiro que pareció congelarse en el tiempo. Después de quedarnos en silencio, los minutos avanzaron largos y con pausa. Mis ojos se desviaban hacia la puerta del despacho y no podía hacer nada por evitarlo, negando mis intenciones de moverme, a pesar de necesitarlo.

No escuchaba voces, no escuchaba gritos, pero mi corazón se encogió y supe que Eva se estaba enfrentando a una mirada fría como el hielo, a una discusión amarga. Con las pulsaciones más aceleradas supe que no quería esconderme entre la sombra de los demás y alzarme junto a la profesora que tanto me había regalado para ser fuerte como ella. Solo di un paso hacia la nada.

Y fue suficiente para encontrarme con la mano de Marien.

Sus ojos inquietos me atravesaron, sintiéndome paralizada. Me advirtió sin decir nada que no me arriesgara a aparecer en esa conversación, fuera por el motivo que fuera. No era buen momento para interrumpirlas, no era mi momento para ser valiente. Simplemente me indicó que callara.

—No te preocupes, Lara. —suspiró, amable.

Volví a mi posición, pero fue de una forma lenta y resignada, frunciendo los labios con cansancio antes de darle la razón. Quería preocuparme y quería ir a rescatar a la persona que me defendía.

—Eva es fuerte, créeme. —me animó después.

—Usted la hizo fuerte. —sonreí de lado. —Por eso confía tanto en ella, ¿verdad?

Pero la respuesta fue inesperada.

—En realidad, no hice nada. Aprendió por su cuenta. —me explicó, quitándose importancia. —Le indiqué el camino equivocado para que no tuviera dudas a la hora de tomar el camino acertado, pero en ningún momento la obligué a ser como es. Todo lo que existe en ella es real y verdadero.

Al escucharla no pude evitar mirarla diferente- Algo extraño comprendí y era que para mí la vida de Marien era como un enigma que nunca podía resolverse. Su forma de ser era radical, aunque aleatoria. Eva me había explicado lo que tanto le negó durante su época de estudiante, todo lo que ahora repercutía en ella. Pero quizás solo eran puntos de vista y entre las dos estaba lo real.

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