◄ Capítulo 8

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─═ Caminos sin retorno ═─

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Eva me miró interrogante.

Me sentí extraña al verla actuar así, tan obtusa, sin motivo aparente. Tuve su examen a inicios de la semana pasada y no me pareció que su mirada fuera la de esos instantes, llena de abandono.

Durante tiempo creí que la comprendía, que sabía lo que pensaba cuando hablaba. Y de repente ya no tuve esa sensación, escuchando los pasos atravesar los pasillos de la segunda planta a mis espaldas, dejando que su voz se evaporase entre el silencio. Ni siquiera pude reaccionar rápido.

Ella movió la cabeza.

—Tienes dos opciones. —clamó. —Solo una es la correcta.

Me dolió en el alma que continuase por ese camino tan frío.

Tuve la necesidad de quejarme y volver a dejar ese trabajo sobre la mesa, alejarme de esa sala y salir de ahí. Me resultaba inverosímil que justamente una persona como ella hubiera cambiado de actitud sin motivo. Y más sabiendo que todo el mundo conocía la clase de profesora que era.

Eva no era malvada. Había algo raro que se me escapaba.

—¿Por qué debo repetirlo? —me atreví a seguirle el juego.

—No está bien estructurado.

Y quise quejarme por esa respuesta, pero la vi cruzarse de brazos.

Su gesto me llenó de rabia y de inseguridad, atravesando sus ojos durante el instante en el que me sentí derrotada. Me obligué a obedecerla y a no decir una sola palabra, mirando cada página del proyecto entre mis manos, dándole la espalda. No encontraba los motivos para hacerle caso, pero no iba a caer tan hondo, discutiendo por nimiedades. Solamente dejé caer mis hombros.

Quería evitar de todas las formas posibles que Eva llegara a pensar que estaba molesta, aunque de verdad lo estuviera. Me limité a explicarle que era uno de los mejores trabajos que le había entregado desde primero, mereciendo formar parte, mínimamente, de su lista de proyectos.

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